Este verano se ha descubierto un mascarón de proa del siglo XV que representa a un monstruo marino. Se ha hallado frente a la costa de Ronneby, en el sureste de Suecia.

Localización del naufragio
El mascarón, que pesa unos 300 kilos, está tallado en el último tramo, con el diseño de un monstruo con dientes feroces de naturaleza indeterminada. Johan Ronnby, profesor de Arqueología Marina en la Universidad Södertörn (Suecia), ha afirmado que el aspecto feroz se hizo con la intención de asustar y de generar miedo entre los enemigos:
«Es un monstruo marino y tenemos que discutir qué tipo de animal es. Creo que es una especie de animal de fantasía – un dragón con orejas de león y la boca cocodrilo», «es una figura fantástica, única en el mundo».

El mascarón visto de frente
Tiene algo en la boca o a alguien siendo devorado por esta «temible bestia». El mascarón también podría representar la cabeza de un grifo, una criatura mitológica muy conocida en la época medieval.

Subiendo el mascarón
El pecio se halló por primera vez en los años 70 por unos buceadores deportivos, pero los arqueólogos empezaron a trabajar en él ya entrado el siglo XXI. Tomaron una muestra de madera de la nave y el análisis dendrocronológico reveló que ésta era originaria del nordeste de Francia, y fue cortada durante el invierno de 1482-83. Lo que puede conducirnos a pensar que el buque probablemente se construyó en Flandes o en los Países Bajos.

Imagen del hallazgo
Los arqueólogos están explorando los restos del naufragio y recuperando una serie de artefactos, entre los que se incluyen nueve carros de hierro y cañones de retrocarga que están ya depositados en el Museo Blekinge. Han encontrado también varios cepos de bombarda (imagen inferior).

Algunas de las maderas recuperadas, que son cepos de bombarda. La segunda por la izquierda muestra los huecos hechos para que se alojasen los aros exteriores que deban consistencia a la bombarda.

Un dibujo para entender mejor la función de los cepos de las bombardas de la imagen anterior
Los investigadores han identificado la nave como el Gribshunden, el buque insignia del rey Hans de Dinamarca, que se hundió mientras estaba anclado en Ronneby en 1495. Las fuentes históricas informan que el barco iba camino de Kalmar (Suecia), donde el rey Hans se iba a reunir con el regente sueco Sten Sture el Viejo para discutir sobre la retirada de Suecia de la Unión de Kalmar. Por razones desconocidas, el barco se incendió y se hundió, matando a muchos hombres, aunque no al rey, que fue testigo de la desaparición horrible de su buque insignia y de su tripulación.

Un buque de la época que lleva un mascarón similar. Fuente: Museo Blekinge
La ubicación de los restos del naufragio, frente a las costas de Ronneby cerca de la isla de Stora Ekon, coincide con los relatos históricos del hundimiento del Gribshunden.
El Gribshunden, una nave de gran tamaño (cuya quilla tenía al menos 35 metros de largo), es el buque de guerra armado construido con el forro del casco a tapa y no a tingladillo (la típica de la construcción escandinava) más antiguo que se ha encontrado en aguas nórdicas, y aunque la mayoría de los restos todavía están enterrados en el fondo del mar, los arqueólogos creen que puede ser la nave construida durante el siglo XV mejor conservada del mundo.

Una carraca del siglo XV (Fuente: Biblioteca Nacional de Francia, ms. lat. 6142, fº B vº)
Consultados los expertos de la Cátedra de Historia Naval, éstos opinan que el buque podía ser una coca o una carraca. En la imagen de este tipo de buques (dibujo anterior) se puede apreciar el armazón por encima del castillo de proa y popa, la jareta, que se hacía para defenderse de los abordajes y de la caída de las piezas de la arboladura durante el combate. También se pueden observar las grandes cofas.
En síntesis: el estudio de los restos del naufragio es de relevancia internacional, ya que se remonta a un período muy importante en la historia de la navegación y puede revelar nueva información sobre la evolución de la construcción de embarcaciones y sus intercambios entre los dos mares que bañan el viejo continente. Igualmente porque sucedieron en la era de los grandes descubrimientos, cuando los viajes trasatlánticos comenzaron a cambiar la visión que Europa tenía del mundo.

Otra vista del monstruo marino tallado en el mascarón, esta vez durante su traslado
Para una explicación más detallada, puede leer la entrada sobre el pecio escrita por Rolf Warming, uno de los arqueólogos que participaron en la recuperación de los restos.
Más información
- Vea el vídeo del hallazgo, filmado in situ
- Fuente de la noticia
Respecto a las afirmaciones de Johan Ronnby sobre la naturaleza de «monstruo fantástico» del mascarón, decir que parecen más orientadas a conseguir financiación mediante titulares en prensa que a investigar su verdadera naturaleza. Dudo mucho que un investigador seguramente familiarizado con el arte nórdico del siglo X, que sin duda influenció a este, no se haya dado cuenta que los mascarones y representaciones vikingas de perros guardan un parecido asombroso con este. Es más, el propio nombre de la nave, «Gribshunden», podría indicar que así se trata, dado que «hund/hunden» significa, literalmente, perro.
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es claramente un cocodrilo lo cual presupone que o bien lo conocieron en sus viajes a Africa o en sus viajes por América
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Mil gracias por las apreciaciones de ambos, aunque una apueste por un cocodrilo y otro por un perro. Lo importante es atraer la atención sobre este descubrimiento, y esperemos que en poco tiempo se averigüe qué representa realmente este mascarón. En caso de que no sea así, siempre podremos opinar sobre lo que nos parece a cada uno, y en este blog serán bienvenidas todas las opiniones al respecto. Un saludo.
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¿y las medidas de preservación?, tendrían que haber extraído la pieza adecuadamente envuelta para evitar el cambio brusco de un medioambiente a otro!
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No disponemos de ese tipo de información. Esperemos que ellos lo tuvieran en cuenta. Muchas gracias por su interés. Un saludo.
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[…] Un buque de la época que lleva un mascarón similar. Fuente […]
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[…] El buque insignia del rey danés Hans (s. XV), el Gribshunden, que descansaba en aguas del mar Báltico, nos obsequia con su espléndido mascarón, que tiene forma de monstruo marino, o de perro según quién lo atestigüe, los restos de su artillería o de los magníficos manjares que se transportaban, tales como los esturiones, que eran todos de propiedad real. Fue construido con una técnica propia de las embarcaciones mediterráneas (a tope), ya que en las tierras altas la técnica usada para la “fábrica” de barcos era la de superponer el borde de las maderas (a tingladillo) para conseguir la forma del casco. De hecho es, hasta el momento, el más antiguo que se conoce en el norte de Europa así construido. […]
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