Sobre la película «LOS MISERABLES»
He visto en Facebook el vídeo de promoción de la película “Los miserables” y no salgo de mi asombro. Es cierto que la obra de Víctor Hugo es en esencia una defensa de los oprimidos, alegato que ha quedado claro, y que impresionó y conmovió al público, en las diferentes versiones cinematográficas de la misma. Pero no vale todo para impresionar al espectador, rodando escenas disparatadas que nunca pudieron ocurrir.
Así, en la secuencia que abre la película, rodada en un dique seco ingles, se pretende figurar que unos miserables, imagino que galeotes franceses, tienen que entrar un navío en el dique, traducido por muelle en el texto en castellano, en medio de una tempestad de viento y lluvia.
Para provocarnos pena los galeotes tienen que halar el navío, con el agua a la cintura, en medio de ráfagas de lluvia y viento. Esta situación es irreal. Podrían aducirse muchas razones, como la imposibilidad de que los galeotes puedan dominar un buque en las condiciones de viento y mar que se simulan, o que el navío pueda entrar en el dique sin que el viento, que se simula, lo abata, pero me centraré en la imposibilidad física de la maniobra representada.
1º A comienzos del siglo XIX, época en la cual se desarrolla la historia, un navío tenía como mínimo 5 m. de calado.
2º La quilla del buque debía descansar sobre la línea de picaderos, a la cual hay que dar una altura mínima de 1 m.
3º Hay que dar un resguardo entre la quilla del buque y los picaderos de, al menos, 1m., para evitar el choque de la quilla con los picaderos, y para tener margen para poder ajustar la posición de la nave sobre los picaderos, mientras baja la marea (los barcos se meten en los diques con marea alta, por razones obvias).
4º El suelo o plan del dique es horizontal.
En consecuencia con todo lo expuesto, la altura mínima del agua sobre el plan del dique, que tendría sus puertas abiertas, en la situación recreada sería, como mínimo de 7m.
Huelgan más comentarios.
Pero el Nauta
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El debate que aquí nos ocupa comenzó el 19 de febrero, tras la publicación de la entrada «Ornato y distintivos en las galeras» cuyo autor es P. Fondevila. A raíz de su aparición dos lectores hicieron sendos comentarios, en los que se le preguntaba al autor sobre una serie de temas relacionados. El autor ha tenido a bien enviarnos la contestación ilustrada y perfectamente documentada. Inicialmente no habíamos añadido los comentarios porque aparecen tras la entrada, pero P. Fondevila nos ha pedido que los reproduzcamos aquí para se entienda mejor su respuesta.
COMENTARIOS
Comentario 1, enviado por Joseph Lluís
“Estimado Sr. Fondevila, en primer lugar me gustaría felicitarle por sus artículos y libro recién editado. Por cierto, me gustaría que me indicaran dónde puedo adquirirlo.
Por otro lado, decirle que como residente en Barcelona suelo ir con asiduidad al Museo Marítimo, donde no me canso de contemplar la reproducción de la galera capitana de Juan de Austria.
Sin embargo, me gustaría saber si usted se ha detenido a estudiar dicha reproducción para realizar sus trabajos. Se lo indico, ya que lo expuesto por usted expone cuadra con lo que se muestra en la reproducción del modelo de galera. Concretamente en su artículo “Galeras S. XVI: Aparejo, timoneras y carrozas” hace mención a que la timonera no aparece hasta el siglo XVII cuando la reproducción está basada en lo que fue una galera del siglo XVI. Pero además, en su último artículo “Galeras S. XVI: Aparejo, timoneras y carrozas” nos dice que no es roja, tal y como está pintado el modelo, sino que es negra.
Sinceramente, yo siempre he pensado en que dicha reproducción era un estupendo trabajo de estudio sobre arqueología naval y que era bastante fiel. Pero actualmente, con sus artículos me llena de dudas.
Con todos los respetos hacia usted, me sorprende que detalles tan evidentes se les hubiera pasado por alto a las personas que se implicaron en la empresa de reconstruir la galera de Juan de Austria. Y aún así, no deja de sorprenderme que toda una institución como es el Museo Marítimo de Barcelona nunca mencionara nada al respecto, o por lo menos que yo conozca, aunque debo de reconocer que ignoro si en algún momento han comentado algo. Un saludo”. Josep Lluis
Comentario 2, enviado por Roger Blume
“Ante todo, deseo felicitar a D. Pedro Fondevila por su gran conocimiento del tema de galeras, así como por su libro, que viene a llenar un espacio totalmente vacío en el léxico castellano.
Y ahora yendo al tema, y haciéndome eco de lo indicado por Josep Lluis, no puedo por menos de adherirme a lo indicado por mi contertulio respecto a lo que dice de la galera La Real, construida en Barcelona, y expuesta como joya inigualable en el Museo Marítimo de la Ciudad Condal. Abundando en el tema, si que puedo indicar que cuando ví esta reproducción a tamaño natural, algo me asombró: era exactamente igual a una maqueta de una galera francesa, concretamente La Royale, expuesta en el Musée de la Marine de Paris. Pero cuando adquirí los planos de La Real en Barcelona, y leí los folletos (editados en castellano y catalán), mi asombro llegó al límite. Casi la mayoría de los elementos de la galera no tienen nombre, y de los pocos que lo tienen en castellano, la equivalencia en catalán es mínima. ¿Quiere decir esto que en el Reino de Aragón no había palabras que designasen los elementos de constructivos las galeras? Me extraña que una población volcada al mar no tuviese vocablos que designasen los elementos de estos buques, máxime cuando se construían en las famosas Atarazanas de Barcelona. Pero es que en la misma Barcelona existe un cuadro representando una galera con la bandera de las barras que es una copia de un cuadro original francés, del que se han eliminado las flores de lis en el casco, se ha cambiado el pabellón, y, Voilá: Henos en presencia de una galera catalana. ¿Cómo es posible que se produzcan estas imposturas o errores de bulto tan grandes? ¿Es que no hay expertos en estos temas para que arreglen estos “desaguisados”?
Cerezo Martínez, en su obra “Años Cruciales en la historia del Mediterráneo (1570-1574)”, indica las dimensiones de una galera ordinaria en tiempos de la batalla de Lepando, e incluso llega a dar unas velocidades de las mismas, que son las siguientes: Velocidad máxima a remo durante 20 minutos 7 nudos; máxima a vela, en condiciones óptimas 10-12 nudos; y normal a remo 3 – 4 nudos. Muy altos valores me parecen los indicados, sobre todo el de la máxima velocidad a remo, que es casi tremebundo. ¿Cuál es su opinión D. Pedro sobre este particular?
El colmo de las imposturas o errores lo constituye el relato de la propia batalla de Lepanto, que ha hecho furor en la población. En uno de los párrafos, quizás de los más conocidos, se dice textualmente: “De acuerdo con el plan previsto, la galera Real disparó un cañonazo, al tiempo que izaba una bandera blanca, señal ejecutiva de iniciar el despliegue de la flota, pasando del dispositivo de marcha el de combate. La distancia al adversario era de unas 15 millas. Por orden del capitán general Juan de Austria se cortan los espolones y se despejan las tamboretas para que la artillería pueda disparar sin obstáculos, especialmente el cañón de crujía, el de mayor calibre.” Me extraña que se mandasen cortar los espolones porque el árbol de trinquete habría quedado sin sujeción a proa. Y me extraña también la distancia de 15 millas, porque, aún en pleno siglo XX era una distancia respetable para buques propulsados mecánicamente. Máxime en el siglo XVI en que el tiempo empleado en recorrer tal distancia, a la velocidad indicada por Cerezo Martínez, habría sido de casi cuatro horas, so pena de que los remeros llegasen cansados a la acción, que sería el momento en que se necesitaría más fuerza muscular de ellos para intentar evitar los abordajes enemigos y al mismo tiempo emplear su ariete contra los turcos. ¿Qué le parece D. Pedro?
En fin, gracias a Dios, que esta Cátedra se ha fundado y funciona. Esperemos que ello venga a desentrañar algunos “misterios” y a borrar muchas “leyendas” que han pervivido en base al desconocimiento”. Roger Blume.
RESPUESTA
Galera Capitana Real de D. Juan de Austria, por Pedro Fondevila Silva
Estimados Josep Lluís y Roger Blume:
El tema principal que Vds. me plantean, cómo era la galera de D. Juan de Austria y si la reproducción de la misma en las Atarazanas de Barcelona es fidedigna, requeriría un amplio artículo de corte académico, pero trataré de condensar la respuesta sin citas a pie de página.
Los aspectos definitorios de la Galera Real de D. Juan de Austria son:
1º. Las galeras del siglo XVI carecían de timonera, plataforma situada por encima del timón, desde donde gobernaban los timoneles. El gobierno de la galera se hacía desde dentro de la carroza o, más frecuentemente, desde una tabla exterior a la popa colocada sobre el dragante, manejando la caña del timón mediante aparejos.
Véanse: Frescos del Palacio del Viso; Sala de las Batallas (Toma de las islas Terceras) del Escorial; Grabado de la galera del Adelantado Mayor de Castilla (Biblioteca del Palacio Real); tapices de la Conquista de Túnez (Patrimonio Nacional); frescos de Tintoretto, Vicentino y Carpaccio, en el Palacio Ducal de Venecia; etc., ect., etc. V. “Tipología de las galeras españolas del siglo XVI” (Revista de Historia Naval nº 110/2010), en la que desarrollo todo lo referente a las galeras de ese siglo, con indicación de las fuentes.
2º. La galera de D. Juan de Austria estaba barnizada de negro. Es decir que iba lacada en negro, para contrastar con los dorados de las tallas y esculturas. Lujo impresionante, posiblemente realizado por artesanos italianos desplazados a Barcelona, si tenemos en cuenta que las galeras se pintaban con almagre desleído en “aceite de quelves” (hecho con los desechos de pescados). Este fasto fue imitado, posteriormente, por las capitanas de las diferentes escuadradas de galeras, motivando la aparición de las “galeras negras”, cuya última representante, la galera “Concepción”, fue desguazada en Cartagena en 1802.

La escuadra de galeras de Florencia atacando un caramuzal turco. La capitana va barnizada de negro. Dibujo del manuscrito “Impresse delle galere toscane (1597/1616). Erasmo Magno da Veletri. Biblioteca Riccardiana, Firenze
Véanse: Las citas de libro de Juan de Mal Lara y demás fuentes en la “Tipología de las galeras españolas del siglo XVI”; las pinturas de “galeras negras” presentadas en el artículo del blog, y la que acompaña a esta respuesta.
3º. Las galeras españolas y la Real de D. Juan de Austria, llevaban sin montar dos bancos en la banda diestra a la altura del árbol maestro, donde se montaba el esquife, y otros dos simétricos en la banda siniestra donde se colocaba el fogón.
Véanse: “Tipología de las galeras españolas del siglo XVI”, págs. 28/31; “Don Francisco de Benavides, cuatralvo de las galeras de España”. Bauer Landauer, Ignacio. Madrid: Jesús López, 1921. Pág. 347.
4º La galera de D. Juan era de 32 bancos por banda, bogando 30.
Véanse: “Tipología de las galeras españolas del siglo XVI”. Pág. 47; Plano del Orden de Batalla en Lepanto. Archivo Nacional de Simancas. Copiado, certificado y publicado en la “Colección de documentos inéditos relativos a la célebre Batalla de Lepanto”. Aparici, José. Madrid: Imprenta Nacional, 1847. Pág. 44. En este plano la galera Real de D. Juan aparece con un tamaño superior al de las otras galeras.
5º Las galeras españolas llevaban el árbol del trinquete a la banda diestra de la crujía. Otras naciones, como la francesa, lo llevaban a la banda siniestra.
En los dibujos y representaciones pictóricas es difícil de apreciar este detalle. Es necesaria una vista realizada desde la línea de crujía, posición que resulta muy poco atractiva para realizar un dibujo. Para distinguir esa particularidad es mejor un plano como el de la ilustración que se acompaña.
Dicho ésto, la pregunta que cabe hacerse es: ¿la galera de las Atarazanas tiene todas o alguna de las particularidades distintivas de la Galera Real, antes mencionadas? La respuesta es: ninguna. Por tanto, la conclusión es obvia.
Además, es oportuno destacar que en el siglo XVI, e incluso en épocas posteriores, las galeras no se construían con planos como los de hoy en día. Los llamados “planos” son croquis que presentan, bien divisiones de la galera, bien algún detalle, etc., pero no son suficientes para la construcción. El sistema constructivo era por “gálibo maestro”, unas tablillas con divisiones especiales, llamadas en España “gálibo de San Andrés”, que los maestros carpinteros mantenían en secreto, trasmitiéndolos de padres a hijos. Estas plantillas o bruscas se completaban con unas normas, también guardadas en secreto, sobre la proporción que debía existir entre las dimensiones de las diferentes partes del casco de la galera, y sobre la forma de trazar las diferentes piezas del armazón de la galera y de labrar a la brusca. Así, los maestros d’aja o carpinteros de ribera solamente necesitaban que les indicasen el número de bancos y de remeros por banco, para construir la galera.
Es cierto que algunos estudiosos y constructores de la época han trasladado algunas informaciones sobre estas normas, pero estas solo sirven para una galera concreta, y, en el mejor de los casos, carece de referencias sobre las prácticas del oficio: encastres de maderas; como se hacen los escarpes; forma de poner la clavazón y la pernería, etc.
¡Entonces! ¿si no existían planos, y no se conoce la existencia de un documento en el cual se recojan los procedimientos de construcción de la Galera Real, que de hallarse sería una fuente extraordinaria para la historia de la construcción naval mediterránea, cómo se pudo fabricar la galera?.
Entro ahora en otros temas planteados, pues me parece mejor incluirlos en esta respuesta, y no en varias entregas como les había adelantado.
Volviendo sobre las preguntas de Roger Blume, entremos en la correspondiente al Plano de la galera Royal francesa. El modelo (nº 3MG12) de la Real, que se supone que correspondería, caso de que fuera la reproducción real de una galera, a la Real de 1668. Ha sido medida, descrita y levantado su plano, por la Asociación de Amigos de los Museos de la Marina. La galera es de 31 bancos y mide, según plano, 54 m. de caperol a caperol. Si su pregunta es acerca de la posibilidad de que este plano se hubiese utilizado para la construcción de la galera Real de Barcelona, la respuesta es que cabe esa posibilidad, eliminando un banco de la francesa, pero no se puede afirmar sin un estudio exhaustivo.
En cuanto a la terminología de las galeras en lengua catalana, tengo que decir que ésta es riquísima, de extraordinaria importancia y, creemos, bastante conocida actualmente por los especialistas. ¿Por qué no se vertió en los folletos del Museo? Eso tendrían que explicarlo los autores.
Respecto al grabado iluminado, éste corresponde al “Alistamiento de las galeras en el puerto de Marsella”, de John Francis Rigaud, segunda mitad del siglo XVIII, cuyo original se conserva en el Museo de la Marina de la Cámara de Comercio de Marsella. La costumbre de la época era adquirir las láminas y luego encargar su iluminación a un pintor local. En mi opinión, si por error o exaltación, se ha producido un fallo histórico en su iluminación, no hay inconveniente en mostrar este interesante grabado, siempre que se advierta al público del error.
Tiene Vd. razón en cuanto al serrado de los espolones, es falso. Hay muchas razones, en relación con la estructura del espolón, su utilización para montar sobre la galera enemiga y el empleo de la artillería, amén de todo lo referente a la maniobra del árbol del trinquete, que harían disparatada esa decisión. Pero lo mejor es leer el documento titulado: “Relación de todo lo que hizo la armada de la Liga cristiana desde el 30 de Setiembre de 1571 años hasta 10 de Octubre después de la victoria que hubo a los 7 de este de la armada del Turco”, leg. 1134, Sec. Estado, Archivo General de Simancas. Este documento, recogido en la obra de Aparici citada, en la pág. 33, dice:
«… mandó el Sr. D. Juan al Cómitre Real que guiase su galera drecha a la Real del enemigo (como se hizo); la del Bafsâ no soltó pieza hasta estar cuanto medio cuerpo de galera apartada de la del Sr. D. Juan y soltaron tres cañones, uno llevó las arrumbadas y hirió algunos remeros y los mató, otro pasó el esquife en claro, la otra pasó por encima del fogón de la galera. La galera Real disparó también y hizo grandísimo daño en la contraria y se invistió la una con la otra, haciendo pedazos los espolones con grandísimo ímpetu y se aferraron«.
Creo que queda claro, y llamo la atención sobre la situación del esquife y fogón, de los cuales y de los soldados que los guarnecen, vuelve a hablar, más adelante, este documento.
En cuanto a las restantes cuestiones:
– Velocidad a la vela de las galeras del siglo XVI. La estimamos en unos 10 nudos con viento favorable, teniendo en cuenta que en la primera mitad del siglo XVIII, las galeras alcanzaban los 12 nudos, y el gran desarrollo de la vela y árbol del trinquete desde el s. XVI al XVIII.
– Velocidad al remo. Los valores citados por Vd. proceden de estudios técnicos teóricos realizados en el siglo XX. La velocidad de 7 nudos, supuesto que no soplase ningún viento, aunque pudiese alcanzarse, no es realista, porque agotaría rápidamente a la chusma. Estimo que la velocidad máxima de la galera, recién despalmada y con chusma “vieja” sería de 6 nudos, en tránsito de 5 nudos y bogando a cuarteles de 3,5 nudos.
– Asunto de la aproximación desde las 15 millas. Del ya citado documento, recogido por Aparici, se desprende:
1. Que los turcos salieron del puerto de Lepanto a las 6 horas (hora del lugar), navegando a la vela.
2. Que la armada cristiana llegó a la entrada del golfo a las 7 horas (h. l.).
3. Que el avistamiento mutuo de ambas escuadras fue a las 8 horas (h.l.). La distancia máxima de avistamiento, supuestas buenas condiciones de visibilidad, desde el calcés de las galeras era de unas 19 millas. Las 15 millas de avistamiento, que aparecen en otros documentos, no en éste, parecen razonables.
4. Que la armada cristiana avanzó muy poco después del avistamiento, dedicada a cerrar filas, desplegar a las galeotas y a esperar a fuerzas propias retrasadas.
5. Que en un momento no bien precisado, que estimamos sobre las 11 horas, ceso el viento, amainando las galeras turcas y comenzando a navegar a remo.
6. Que a las 12 horas comenzó el combate.
7. De todo lo expuesto resulta creíble, aunque hay que suponer que el viento no fuese fuerte, que las galeras turcas recorriesen a vela esas 16/12 millas en unas 3 horas, recorriendo el último tramó, que suponemos en 3 millas en una hora a remo. (He considerado el tiempo perdido en amainar, colocar sobre crujía la entena del árbol maestro y retirar la vela, durante el cual la chusma no boga, por estar ocupada en la maniobra de la vela).
Dentro de las limitaciones que impone el blog, he intentado dar respuesta a lo que Vds. me plantearon. Espero que les sirva.
P.D. Les informo que una vez puesto en marcha el primer Master de Historia y Patrimonio Naval, la Cátedra va a comenzar un Proyecto de Investigación para el desarrollo de los planos de construcción de una galera española de Lepanto.
[…] Debates […]
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En primer lugar, felicidades por este blog y en particular por las páginas dedicadas a la historia de las galeras.
Desde siempre he tenido una viva curiosidad por la historia de la navegación y ha sido una grata sorpresa descubrir aquí tan excelentes referencias sobre un tema tan mediterráneo como la navegación a remo en galeras.
Me han sorprendido los comentarios sobre la reproducción de la Galera Real de Barcelona, pues desconocía todos esos detalles y la tenía por fidedigna.
¿Para cuándo un artículo sobre los orígenes de las galeras mediterráneas en la Grecia clásica y Roma? Creo que el tema también suscitaría un gran interés.
Por otro lado, me gustaría saber si es posible adquirir una copia impresa del diccionario de la lengua franca marinera. Gracias.
Un saludo cordial desde Barcelona.
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Estimado Andrés, muchas gracias por tus comentarios.
Ya he pasado al especialista en galeras tu petición. Esperamos poder hacerlo realidad pronto, aunque ya te adelanto que es bastante complicado.
El Diccionario lo puedes adquirir en la Librería Diego Marín. Su dirección electrónica es http://www.diegomarin.com/
Dirección postal:
Diego Marín Librero Editor, S.L.
Calle Merced, 25.
30001 Murcia
Teléfono: 968 242 296
Saludos cordiales desde otra ciudad marítima.
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Hola, buen día. Encuentro este blog muy interesante.
Hablando de galeras, estoy realizando un trabajo acerca de las fustas y bergantines del siglo XVI, Quisiera saber mas al respecto. Cuantos palos tenían, 1 ó 2 ? Estas naves fueron las primeras construidas en Nueva España por el capitán Hernán Cortes. Habrá alguna imagen con la cual podría tener alguna idea?
Saludos desde Veracruz, Mexico.
Manuel Escudero
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Estimado señor Escudero, gracias por su comentario sobre el blog. Le hago llegar su pregunta a nuestro experto en galeras. En cuanto tenga la respuesta le contesto. Saludos cordiales desde el Mediterráneo, en un día precioso, pero de inmenso calor.
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Estimado Sr. D. Manuel Escudero, le hago llegar a través de este medio la contestación de nuestro experto en galeras: C.N. D. Pedro Fondevila Silva.
Si usted publica el trabajo una vez acabado, le ruego que mencione a la Cátedra de Historia Naval, y por supuesto a nuestro especialista, Fondevila.
Sobre galeras, nuestro grupo de investigación ha publicado ya varios artículos.
Aquí abajo aparece la respuesta:
Pregunta Vd. sobre fustas y bergantines; cuantos palos o árboles llevaban; y si existe algún dibujo de los bergantines que Hernán Cortés mando labrar para dominar la laguna de México o Méjico. Trataré de contestarle dentro de los límites que impone el blog:
1. Las voces fusta y bergantín pertenecen a la Lengua franca marinera mediterránea. Fusta, en las dos acepciones de aplicación a esta consulta, significaba:
– 1. Durante la Edad Media y hasta entrado el Renacimiento, era el nombre genérico de cualquier embarcación de tamaño suficiente para hacer navegaciones largas.
– 2. Embarcación de la familia de la galera, que armaba 16/15 bancos por banda, con dos remeros en cada banco. Montaba, según la época, uno o dos árboles, llevaban crujía y cubierta o sostre, y desaparecieron a lo largo del siglo XVII.
Bergantín era otra embarcación de la familia de la galera, más pequeña que la fusta. Llevaba crujía y, normalmente, cubierta. Armaba, uno o dos árboles, según el momento, y de 10/14 bancos por banda, con un único remero por banco.
2. No conozco, ni creo que haya, ninguna representación fidedigna de los “bergantines” de Cortés. Le estoy contestando desde una casa de campo donde paso el verano, y no puedo consultar la “Historia verdadera…” de Díaz del Castillo, pero, en mi opinión, no parece que las embarcaciones construidas fuesen bergantines mediterráneos. La construcción naval mediterránea era muy compleja y requería una gran maestría. Eran embarcaciones diseñadas para lograr un gran rendimiento rémico, lo que imponía cascos alargados, con una relacíón de 1/8 de manga/eslora. Este “afinamiento” de la embarcación, llevaba aparejado el riesgo de quebranto, lo cual se trataba de evitar con la crujía y un complejo sistema de ligazones. Dado que en la laguna de Méjico no existía el peligro del quebranto, y que lo que se pretendía era vencer a las canoas y piraguas aztecas. Considero que los “bergantines” eran en realidad barcas de construcción más sencilla, quizá de 10 o 12 bancos por banda, y, posiblemente con un palo para aprovechar el viento. Lo que si llevarían sería una empavesada, especie de serie de tablones verticales colocados sobre la borda, para proteger a los remeros, y en los cuales se abrían aspilleras para los arcabuceros. Uno o dos esmeriles o falconetes montados sobre horquilla completarían el armamento. Esta embarcación resultaría un arma formidable frente a las piraguas.
Espero haber contestado a su pregunta. Un cordial saludo.
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Don Pedro, mucho agradezco su pronta respuesta. Estuve un tiempo alejado de mi ordenador por eso mi comentario hasta ahora.
En la historia de Díaz del Castillo se mencionan pocos datos, es mas bien el el Trabajo de Harvey Gardiner «Naval power in the conquest of Mexico» donde podemos hallar un poco mas. menciona que median entre 40.5 a 42 pies de largo y la capitana 48 pies con 6 remeros por bando de los 25 tripulantes que llevaba cada bergantín y un ancho de entre 8-9 pies de acuerdo al ancho del canal que construyeron para llevarlos a la orilla de la laguna y calaban de 2-2.5 pies en el agua. Todas estas medidas son aproximadas y de acuerdo a los detalles que están escritos en las historias de la conquista.
De cualquier manera, no me he encontrado con alguna imagen de estas embarcaciones.
Un saludo y espero que sus vacaciones sean agradables.
Salud!
Manuel Escudero
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Señores soy un amante de todo lo que tiene que ver con la ingeniería (arquitectura) naval desde esas carracas de finales del s. XV amedia dos del XVII, tanto mancas como no. Fascinado por supuesto con los tercios y todo lo que le rodea. Mi amor a todo esto ha sido acompañadop de la compra de muchos libros que leí con gran entusiasmo. Mas son ustedes con este debate escrito, quiza de las cosas más interesantes para mi.
Mi relacción con todo esto es que soy un aficionado con cierto sentir enfermizo a convertirme en el mayor pintor al óleo en esta «reducida empresa»; lo amo tanyo y soy tan escrupuloso con el diseño de los barcdos, su escala respecto a galeotes, gentes de armasy demás. El tema de la heráldica en sus banderas; cuales y con respecto a que situación pinto y delato. Al mismo tiempo no soy un realista, pinto como siento.
Quizas me gustaría conocerles y regalarles un cuadro, solo yu tan solo por la Pasión que nos une. El Mar, la Mar….
Carlos Terán Barriobero.
stratoteran@hotmail.com
Un saludo a todos.
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Estimado amigo, muchas gracias por tu texto. Las horas que invertimos en llenar de contenidos este blog, que te aseguro que son muchas, cobran sentido cuando recibimos mensajes como el tuyo. Es una alegría que un artista nos escriba. Como verás, para nosotros la imagen es básica, porque con frecuencia transmite tanto o más que la palabra escrita. De hecho, creemos que la conjunción de ambas es uno de los elementos que otorgan éxito a este blog temático, que este verano ha llegado a tener mas de 1000 visitantes en un solo día.
Estaremos encantados de poder hablar contigo, y también de recibir uno de tus cuadros si nos crees merecedores de ello. Afortunadamente nos están llegando donaciones de diversos lugares, aunque es la primera vez que nos ofrecen una pintura.
Puedes escribirnos de forma mas personal al correo de la Cátedra (catedranaval@um.es) o al mio (chain@um.es) para acordar un encuentro.
Recibe un cordial saludo y nuestro agradecimiento por tus palabras.
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estimados amigos, he visto algunos modelos de galeras, incluido la de las atarazanas de barcelona y me resulta curioso que nadie haga ningun comentario sobre esos codastes curvos, esos timones no funcionan, estan bloqueados, el eje de giro de los pernos ha de ser recto y unico, un saludo
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Respuesta de D. Pedro Fondevila Silva, secretario de la Cátedra de Historia Naval
Estimado Sr.:
Como Vd. bien dice, el eje de giro de los pernos del timón debe ser único y todos los puntos de giro tienen que estar sobre una línea recta. En el sistema de construcción naval oceánico esta condición no planteaba problemas, dado que la parte exterior del codaste era una línea recta. Solamente había que asegurarse que los pernos (machos y hembras), cuando eran más de dos, estaban todos sobre una recta.
El caso de la construcción naval mediterránea, y especialmente en el de las galeras y demás embarcaciones de la familia (galeotas, fustas, bergantines y fragatas), la popa se formaba sobre la roda de popa, de forma curva. Para que el timón pudiera funcionar solamente hacían falta tres condiciones: 1º, que solo hubiese dos puntos de giro, los cuales necesariamente estarán sobre una recta; 2º, que las colocación de las hembras y machos estén distribuidas alternativamente sobre la roda de popa y sobre la pala del timón, de forma que el timón se pueda desmontar y montar; y 3º, que la cara interna de la pala del timón fuese paralela a la roda de popa.
En el dibujo que acompaña al texto, de una galera española de la primera mitad del s. XVIII, se puede ver el gran macho (llamado aguja, por obvias razones, en el lenguaje mediterráneo) afirmado a la roda de popa, en el cual entraba la hembra grande del timón, y el macho pequeño que estaba unido a la pala del timón. Para meter y sacar el timón se empleaba un molinete desmontable y un cabo guía que, pasando por el ojo de la aguja y la hembra grande, llevaba a esta a la cabeza de la aguja. El resalte de la cabeza de la aguja tenía la misión de dificultar que el timón se soltase por mal tiempo o por tocar el fondo del mar.
Más información sobre la estructura de las galeras la puede obtener del artículo que he publicado hace poco titulado “Una inspección técnica del casco de una galera en el s. XVIII”, en Estudios de Historia Naval, el nº 1 de la serie Cátedra de Historia Naval.
Esperando haber contestado a su pregunta, reciba un cordial saludo. Pedro Fondevila
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Mascarones de Proa. Tengo algunas dudas y gustaría saber más sobre los mascarones de proa con el león. ¿Una vez que los ingleses como los holandeses utilizaron por igual el león en la proa de los buques, desde cuando y por qué los españoles las habían utilizado? ¿Como se puede entonces distinguir un buque español de uno ingles? Hay en Lisboa el plano de un buque, designado como portugués, de los mediados del siglo XVIII, que tiene el león en la proa, que yo creo es español. ¿Como puedo descubrir cuál su origen – español, inglés, holandés? Si me pueden contestar, puedo enviar imágenes del Mascaron.
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CONTESTACIÓN A DON NUNO SALDANHA
Estimado Sr.:
Respecto a su pregunta sobre el uso del león como Mascarón de proa en los buques españoles, en los ingleses, en los holandeses y en los de otras naciones, y dentro de la brevedad que exige el blog, le traslado lo siguiente:
1. Los mascarones de proa aparecen en la segunda mitad del S. XVII, al modificarse las formas de la proa.
2. Como se indicaba en la publicación de Facebook, en 1753 se regula el diseño del león, que pasa a ser, desde esa fecha, la figura del mascarón de los buques de guerra españoles. Sin embargo, ya desde el S. XVII era corriente su uso en la proa de los barcos españoles, si bien no sujeto a ningún diseño concreto, aunque el lugar y la exigencia de simetría entre ambas bandas de la embarcación, llevaba a labras muy parecidas. Sin embargo, en esta época, y hasta la Real Orden de 1753, abundaban los mascarones con otras figuras, normalmente relacionadas con el nombre o la advocación (santo patrono) del navío. En 1793 otra R.O. autorizó a los buques de guerra a emplear mascarones alusivos al nombre de la embarcación, entendiéndose que podría ser relacionado tanto con el nombre como con la advocación.
3. El león fue, desde muy antiguo, el símbolo del Reino y de los reyes de León. El león formaba parte de la cimera (el adorno que se pone encima del yelmo) de las armas de los reyes de España, además de figurar en los cuarteles del escudo, por lo que resulta lógica la adopción del león empinado para distinguir a los navíos españoles.
4. Ahora bien, el león como figura heráldica ha sido ampliamente usado en muchos países. Así, Inglaterra lleva un león en la cimera real (para ser exactos un leopardo, que es como se nombra en heráldica al león pasante con la cabeza de frente), que también figura en los cuarteles de las armas reales. También en Holanda, territorio que formaba parte del ducado de Brabante, adoptaron el león del ducado como armas. Esto explica el uso de esta figura como mascarón de sus navíos.
5. Los ejemplos citados en el punto anterior no significan que el uso del león estuviese limitado a esas naciones. Se empleaba también en otras y, desde luego, cualquier buque mercante podía usar un león como figura de proa.
De cualquier forma, si usted quiere enviarnos alguna imagen para que la comentemos, estamos a su disposición.
Esperando haber contestado a su pregunta, reciba un atento saludo. Pedro Fondevila
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Estimado Pedro Fondevila. Muchas gracias por sus preciosas indicaciones, por la amabilidad, y por contestarme tan pronto. Saludos.
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Después de un largo paréntesis temporal, me pongo de nuevo en contacto con ustedes para informales de lo útil que me es este blog de cara a ser lo más correcto posible con mis pinturas( óleos sobre naves del siglo XVI y primera mitad del XVII) y agradecérselo.
Para mi, y desde un punto de vista artístico, existe una gran diferencia entre esta época ( s. XVI y mediados XVII) y los naves desarrolladas con posterioridad( esos últimos galeones del final del XVII tan próximos a los navios de línea y los navios de línea propiamente dichos). Encuentro que la mezcla del final de la Edad Media con el Renacimiento plasmada en el diseño de galeones( portugueses y luego españoles) como el San Mateo y San Martín o la la carraca La Regazzona, » castillos en el Mar», como me gusta llamarlos ,únidos a la decoración religiosa y heráldica de sus velas, como acontece en La Grande y Felicísima Armada en 1588, son los más bellos barcos de la Historia Naval.
Estos son los que pinto y me gustaría hacer una extensa y fiel obra ya que echo de menos. Cuadros al óleo de acontecimientos navales relevantes de la Historia Naval española del mitad y final del siglo XVI.
Después de este comentario gratuito que me he marcado, me gustaría,en medida de lo posible, que me contestaran ustedes ciertas preguntas.
¿ Se conoce concretamente que dibujos llevaban las velas de los galeones , urcas, naos pataches, zabras …etc de la Gran Armada en 1588?
¿ Qué diferencias notables habría entre una nao y un galeón de toneladas de arqueo similares( en su casco y velamen)?
¿De qué color estaban esmaltadas las galeras en el Desastre de la Herradura, se conoce las banderas y gallardetes que portaban?
¿ Podrían informarme del tamaño y forma de los diferentes espacios bajo cubierta de una galera ( estándar/ 24 bancos) española a mitad del siglo XVI, donde se trasportaba en ellos a las tropas?
¿Qué tipo de velamen fue utilizaron las galeazas de la Gran Armada en 1588?
Sé que son muchas preguntas pero con tener respuesta de alguna estaría muy agradecido, yo indagué por mi cuenta, más no encontré respuestas «claras», creo que ustedes son los más versados en dar las respuestas más cercanas a la realidad. He encontrado en la web muchas equivocaciones y errores e incluso anacronismos y tonterías .
De un fan sincero de lo riguroso de los temas tratados en su blog.
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Enhorabuena al Capitán de Navío Ilmo. Sr. D. Pedro Fondevila. Erudito en estas ciencias navales y un investigador incansable. Espero que pronto edite sus últimos trabajos.
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Cada día lamento más la falta del docto, culto y cortés Dr. Fontdevila
Construyo un modelo didáctico docente de una galeón desarmable, no decorativo de acuerdo a los planos de Gaztañeta en escala 1-10. (naturalmente su nombre, actual, es «Corona de la pasión») Tengo un cañón escala 1-10 de bronce pero su cureña es de artillería terrestre; es necesario hacer una cureña naval y necesito estar seguro de que deba ser de 4 ruedas.
Agradecería su docta respuesta.
Prof Dr. Félix Borrero Borrero.
Villeta. Colombia ,
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Estimado señor Borrero, nosotros nos acordamos diariamente de nuestro querido compañero Pedro Fondevila y, por supuesto, lo echamos mucho de menos. Por favor, haga esta misma pregunta (sólo tiene que copiar y pegar), pero en la sección de Consultas (que es una pestaña que aparece arriba en la página principal). Es la única forma que tenemos de evidenciar el servicio de consultas. Le responderemos lo antes posible. Muchas gracias por confiar en nosotros. Reciba un cordial saludo.
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