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Posts Tagged ‘Edad Moderrna’

El peltre es una aleación de plomo, estaño y cobre, muy utilizada durante los siglos XVII y XVIII para la fabricación de cuberterías, servicios de mesa, vajilla y otros utensilios de la vida cotidiana. En los barcos, como en las casas de la época, era usual encontrar este tipo de útiles, fáciles de producir y de adquirir, y con una resistencia apta para la vida en la mar. Sin embargo, apenas hay publicaciones científicas acerca de estos utensilios usados en las naves durante siglos y lo que más aparece son informes sobre las piezas halladas en los naufragios.

Platos de peltre de un pecio inglés del siglo XVI recuperado en la República Dominicana. Fuente

El peltre, sus inicios

Aunque tuvo su mayor uso durante la Edad Moderna, los romanos ya lo utilizaban para construir los acueductos, y también para hacer herramientas y útiles. En el continente europeo las primeras fuentes de estaño procedían de Cornualles, Devon, Bretaña y la Península Ibérica. Italia también extraía estaño de la Toscana hasta la época romana, pero, según Plinio el Viejo, la extracción se detuvo en el 80 d. C. por decreto senatorial. 

Durante la Edad Media, la producción de peltre fue limitada, debido a los conflictos en la Europa continental, que redujeron la producción de estaño, y el peltre se utilizó principalmente para la iconografía religiosa, pero también por los ricos comerciantes y la realeza. Se dice que en el año 1290 Eduardo I de Inglaterra tenía más de 300 platos de peltre, saleros y fuentes. A partir del siglo XIV, con el aumento del nivel de vida y el desarrollo cultural en toda Europa, este metal se volvió importante dentro de la evolución social y económica de los reinos, reemplazando gradualmente a la madera y la arcilla como los materiales básicos para artículos del hogar, como platos y cubiertos. 

En las excavaciones subacuáticas, la vajilla de peltre hallada se asocia normalmente con los oficiales de los buques, ya que los objetos de peltre eran de su uso exclusivo. Los marineros solían usar platos y vasos de madera.

Cucharas de peltre del s. XVIII

Platos hallados en pecios

Entre los artefactos recuperados en el pecio de Punta Restelos (Cabo Finisterre, Galicia), de finales del siglo XVI, se encontraron dos platos de peltre. Se cree que son los restos de uno de los barcos que formaban parte de la flota del Adelantado de Castilla, Martín de Padilla, que en 1596 se dirigía a Irlanda transportando un ejército expedicionario. Una tormenta hizo que varios naufragaran y que el resto se dispersara por el Cantábrico. La nave de Punta Restelos se corresponde posiblemente con uno de los buques que pudo llegar a las costas españolas, pero que allí se hundió.

Platillos de peltre de un pecio inglés recuperado en la República Dominicana. Fuente

En otro pecio, el de la Santa María de la Rosa, uno de los buques de la Gran Armada de 1588, también aparecieron platos de peltre. Éstos presentaban marcas con las iniciales de sus propietarios, una de las que ya se ha podido identificar correspondía al Capitán Matute, un oficial de las tropas de infantería que iban a bordo.

En el Mary Rose, el barco inglés, se encontraron varios juegos de platos y fuentes con marcas de propiedad. Probablemente uno de ellos era del cirujano embarcado, mientras que otro estaba reservado a los oficiales.

Platos de peltre del Mary Rose

Gremios artesanales

Los gremios se desarrollaron en toda Europa durante este tiempo, regulando la calidad del trabajo, incluyendo el Gremio de Peltreros en Nuremberg y la Venerable Compañía de Peltreros en Inglaterra. La península italiana ofreció un paisaje de experiencias muy rico y variado, comenzando con el nombre de estas instituciones de ciudad en ciudad: denominadas Artes, Órdenes, Colegios, Scuoles o Fraglie en Venecia (el centro de la industria italiana del peltre) y Paratici en Brescia.

Platillo de peltre de un naufragio del siglo XVII, encontrado en Portugal (Castro 2000)

Las insignias de peregrino

Los peregrinos que se desplazaban a los santuarios sagrados en Inglaterra y Europa continental entre los siglos XIII y XV solían llevar unas insignias específicas de la peregrinación hechas de peltre que representaban al santo. Iban cosidas o prendidas a la ropa, pero también se usaban como colgantes. Al final del viaje muchos peregrinos arrojaban sus insignias, muchas de las cuales se han encontrado en las orillas de los ríos Támesis y Sena.

Peltre encontrado bajo el agua

Para eliminar las incrustaciones calcáreas de los objetos recuperados del lecho marino se usa habitualmente el ácido clorhídrico, pero no debe usarse con el peltre, según recomiendan los expertos. Esto se debe a la acción destructiva de los cloruros sobre el estaño, que puede continuar, a pesar de los esfuerzos realizados para eliminar el ácido tras el tratamiento. En su lugar, debe usarse ácido nítrico diluido (una solución al 5-10%). 

Para concluir

Además de platos, vasos, jarras y cubiertos, el peltre, este material maleable e irrompible, se usaba para hacer botones, hebillas, tinteros, candelabros, moldes, ollas, cuencos, soperas, embudos y silbatos, entre otros. En las naves hundidas la mayor parte de los objetos hallados eran vajillas y cubiertos, muchos con marcas de propiedad que facilitan la identificación de sus propietarios.

Más información

BEAGRIE, Neil. The Romano-British pewter industryBritannia, 1989, 20, p. 169-191.

COWARD, M. I. E., et al. Technical note Investigation into tarnishing of pewter artefacts recovered from the ‘Mary Rose’. British Corrosion Journal, 1997, 32, 3, p. 223-224.

DUNKLE, Stacie E.; CRAIG, James R. & LUSARDI, Wayne R. Romarchite and associated phases as common corrosion products on pewter artifacts from marine archaeological sites. Geoarchaeology: An International Journal, 2004, 19, 6, p. 531-552.

GONZÁLEZ BELTRÁN, Jesús M. Interiores domésticos en el siglo XVIII: del decoro inexcusable a la ostentación suntuaria. El ejemplo de Jerez de la Frontera. En: Comercio y Cultura en la Edad Moderna. Universidad de Sevilla, 2015.

PEDERSEN, Unn, et al. Lead isotope analysis of pewter mounts from the Viking ship burial at Gokstad: on the origin and use of raw materials. Archaeometry, 2016, 58, p. 148-163.

Peltre, un material poco conocido. Mundolatas, s.f.

VOLPE, Soccorso. De ollas y cocina. El Rosario criollo, Argentina Siglos XVIII-XIXTeoría y Práctica de la Arqueología Histórica Latinoamericana, 2020, 11, p. 9-16.


Cuchara de peltre encontrada en un barco de esclavos, el Henrietta Marie, s. XVIII. Fuente
Jarrón francés, que lleva esculpida una flor, hecho por L. Houzeaux

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El término hace referencia a la celebración de una misa, que a lo largo de la Historia ha tenido dos significados diferentes, aunque siempre ha sido sin la consagración.

Una nave cerca de Madagascar en el globo de M. Behaim (S. XV). Fuente

La misa seca en la Edad Media

En época medieval se hacía de manera “dialogada,” es decir, era una misa que introdujeron los benedictinos para ser explicada paso a paso a los fieles y que carecía de consagración, de ahí el adjetivo de “seca.” Por lo general, eran presentadas en parroquias, salones, casas religiosas, escuelas y “resultaron medios muy eficaces para hacer comprender y estimar la Santa Misa, explicada detalle por detalle al paso que un sacerdote ejecutaba la ceremonia de cara a los concurrentes».

Bernardo de Claraval
Bernardo de Claraval, fundador de la orden benedictina, enseñando a sus monjes. Fuente: La Vanguardia

La misa seca en los largos trayectos

Durante la Edad Moderna la religión tenía una importancia espiritual especial para la «gente de mar y guerra» en las largas y peligrosas travesías atlánticas, especialmente en los viajes a América.

barco en carta J Martinez
Un buque navegando en el portulano de Joan Martinez

La celebración de la misa en un barco había sido desde el inicio un problema por diversos factores. Unos atendían a que en la nave, especialmente en las galeras, iban embarcados muchos «infieles» y además se pensaba que era un lugar poco idóneo para el sacramento de la eucaristía. Otros inconvenientes para poder llevarla a cabo era que la embarcación, evidentemente, era inestable y con los bruscos movimientos podían caerse tanto el pan como el vino ya consagrados, lo que se interpretaba como un sacrilegio.

San_Telmo_representacion_con_cirio_y_barco
San Telmo. Alcázar de Sevilla

En un informe dirigido por el ministro Colbert al rey de Francia en el siglo XVII, tratando de las galeras, escribe:

«La misa se dice en las galeras cuando están fondeadas, pero no se dice cuando navegan. Sólo se hace esta celebración en las galeras de Francia, porque si bien se dice misa en las de España y Malta, no se hace la consagración. Es necesario que las galeras estén próximas á tierra para que las tripulaciones oigan misa ordinaria, pues entonces se alza un altar en la playa. Antes de empezar la misa se obliga á los turcos á bajarse, y ordinariamente se acuestan en sus capotes»

Ante este panorama las tripulaciones tenían que buscar soluciones. Así que en las galeras que surcaban el Mediterráneo se empezó a usar la denominada «misa seca», luego conocida como «misa náutica», que consistía en una celebración, pero sin consagración. En el Mare Nostrum era más fácil fondear y poder celebrar una misa en tierra, pero en los largos recorridos a las Indias no era posible, por lo que esta misa náutica podía ser una solución. Sin embargo, muchos obispos no la aceptaban como tal.

barcos

Con cierta frecuencia estas celebraciones levantaban asombro en otras culturas, como ocurrió en el segundo viaje de Colon, cuando los religiosos que iban a bordo llegaron a tierras americanas:

«impulsados por el celo evangélico, apenas llegados a una playa, elevaban en ella el signo de la redención, improvisaban a su pié un altar, y con asistencia de caudillos, soldados y marineros vestidos de gala, alzaban la hostia consagrada a vista de los indios, atónitos con el estruendo de las armas, el toque de las trompetas, el abatir las banderas y el prosternarse toda aquella gente aparecida»

Fernández Duro, C. Disquisiciones náuticas.
Misa en maerica

Tanto en el Puerto de Santa María primero, como después en Cartagena, bases de las galeras de la Monarquía Hispánica, la misa se decía en las capillas que se habían edificado ex profeso en el muelle.

Cartagena_1634
El puerto de Cartagena en 1634 segun P. Teixeira. La base de galeras aparece a la izquierda

Así que durante años la misa, la confesión y la comunión se celebraban a la salida de la flota y, por supuesto, a su arribada.

galeon S. XVI. Mn., Coleccion Breghel el Viejo

Ornamentos en las capillas de los buques

Desde que las grandes embarcaciones surcaban el Mediterráneo y posteriormente el Atlántico, los monarcas españoles estuvieron atentos a la decoración del interior de los navíos. La capilla no iba a ser menos y contaba con cuadros, pilas, mesas, altar y toda clase de ornamentos necesarios, tal y como puede verse en la lámina inferior del Marqués de la Victoria:

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Lámina del Marqués de la Victoria, donde aparecen dibujados los utensilios de la capilla

Más información

AZCÁRATE, Andrés. La flor de la liturgia renovada: manual de cultura y espiritualidad litúrgicas. Buenos Aires, 1951.

GARCÍA GARRALÓN, Marta. Trabajos y penalidades de la vida a bordo: la gente de mar en los navíos de la Edad ModernaLa Armada española en el siglo XVIII: ciencia, hombres y barcos. Madrid: Sillex, 2012.

GIL MUÑOZ, Margarita. La vida religiosa de los mareantes. Devociones y prácticas. Madrid: Ministerio de Defensa, 2005.

HERNÁNDEZ DÍAZ, Concepción, et al. Asistencia espiritual en las flotas de Indias. Actas de las IX Jornadas de Andalucía y América. Junta de Andalucía, 1991, p- 271-286.

MARTÍN DE LA HOZ, José Carlos. Las crónicas de Indias como fuente de la historia de la evangelización americana. XVI Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra. Navarra: Servicio de Publicaciones, 1996, p. 347-358.

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