La idea de hacer esta biblioteca surgió en 1792, para servir de apoyo a la formación de los oficiales de la Armada, aunque realmente la Biblioteca se creó mucho después, y como una sección del Museo Naval en 1856, con la idea de reunir en ella todos los manuscritos, cartas y planos que existían “en el Ministerio del ramo, en el Depósito Hidrográfico, Observatorio Astronómico de San Fernando, y demás establecimientos marítimos, exceptuando los que sean necesarios para el uso y especial servicio de los mismos”.
Con traslados sucesivos de libros de otras dependencias, y en especial de los procedentes de la Dirección de Hidrografía, se formó una colección especializada en Historia marítima con ejemplares de navegación y náutica, astronomía, cartografía, construcción naval y viajes de los tratadistas más destacados en estas materias.
Según Blanca Rodríguez Amunátegui, la encargada, esta Biblioteca tiene, entre sus 25000 ejemplares, una impresionante colección de incunables, entre los que destacan el Libellus isagogicus de 1482, de Alchabitius, el Kalendarium (1489) de Regiomontanus y el Astrolabum (1494) de Johannes.
De toda la colección, 5000 libros son anteriores al siglo XIX y poseen hasta 200 ejemplares del siglo XVI.
Su impresionante fondo se puede consultar a través de la Red de Bibliotecas de Defensa (Catálogo Bibliodef).
He estado revisando el blog; es excelente por los variado e interesante de la información. Yo soy historiador naval y hace años escribí algunos artículos sobre las construcciones navales españolas en astilleros emplazados en la Isla de Cuba. Desde hace ya bastante tiempo sólo investigo sobre historia naval de la 2ª guerra mundial. Soy autor del libro «U-boats del III Reich en Cuba». Mi blog
u-boatsenelmarcaribe.blogspot.com
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