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Posts Tagged ‘Monarcas españoles’

Es difícil hallar ilustraciones sobre temas navales y marítimos fuera de este ámbito concreto. En los textos medievales y modernos suelen aparecer animales reales o fantásticos, pero raramente encontramos alguna nave o símbolo acuático. Sólo se dibujan cuando los protagonistas tuvieron un vínculo muy fuerte con el mar, participaron en batallas navales, navegaron frecuentemente o nacieron y vivieron en lugares costeros prominentes. 

Detalle que representa al rey Sancho y a sus dos esposas

Y este es el caso de una genealogía de los reyes de España y de Portugal, del siglo XVI, que aparte de las magníficas ilustraciones sobre estos insignes personajes, como las que se pueden ver en la figura superior, se añaden viñetas alusivas a sus hechos más destacados, entre los que se encuentran batallas navales, grandes viajes por mar, así como vistas de puertos y ciudades costeras. Lisboa es la gran protagonista de las imágenes, una ciudad que durante el siglo XVI se enriqueció gracias a las mercancías que llegaban a su puerto procedentes de multitud de puntos del globo.

Panorámica del puerto lisboeta

Lisboa durante el siglo XVI

En la primera mitad del siglo XVI Lisboa se había convertido posiblemente en una de las ciudades más ricas del mundo. Era ya un mercado de productos de lujo para las elites de toda Europa. El dominio portugués de los mares lejanos le permitió alcanzar nuevos géneros que se intercambiaban con el resto de naciones; además de los productos africanos, llegaban a su puerto especias (pimienta, canela, jengibre y nuez moscada), plantas medicinales, tejidos de algodón y diamantes por la ruta de las naos de la India; las porcelanas Ming y la seda de China, los esclavos de Mozambique y el azúcar brasileño. Además, continuaba el comercio de bacalao con Terranova, los frutos secos y el vino.

Para organizar todo el intercambio y recaudar los correspondientes impuestos, se crearon las casas portuguesas de comercio, como la Casa de la Mina, la de Arguim, la de los Esclavos, la de Flandes y la de la India. Los enormes beneficios sirvieron, entre otros, para la construcción de la torre de Belém y el monasterio de los Jerónimos (que se pueden apreciar en la ilustración inferior).

Galeones y galeras en Lisboa

Los reyes ibéricos, su genealogía

En las hojas de esta obra se dejó espacio para los escudos de cada uno de los personajes que aparecen, aunque muchos están vacíos, sin completar, como los que se pueden observar a la derecha y a la izquierda de los dos personajes principales de la figura siguiente.

Detalle de una de las láminas en la que aparece los reyes de Portugal Alfonso Enríquez y Mafalda. Se pueden apreciar espacios en blanco destinados a miniaturas que no se rellenaron

La obra

Este álbum de reyes, datado en los años treinta del siglo XVI, fue una colaboración entre un autor portugués, Antonio de Holanda, y un vecino de Brujas, Simon Bening. Está formado por 13 hojas separadas, que contienen una genealogía real a página completa cada una, con unas 10 miniaturas y bordes historiados.

Otro detalle del puerto de Lisboa

No está digitalizado todo el manuscrito, así que sólo podemos incluir aquí imágenes de las que se ofrecen en la web de la Biblioteca Británica, institución en la que está custodiado (Londres, British Library, Leaves from the Genealogy of the Royal Houses of Spain and Portugal (the ‘Portuguese Genealogy’) Ms.12531). De cualquier forma, al final aparece el inventario completo.

Los autores

Durante este período los talleres flamencos estaban en plena producción y a la Península llegaban desde allí. En su mayoría iban destinados al rezo, eran de pequeño tamaño y estaban ricamente decorados, como breviarios y libros de horas, pero también para las familias más poderosas se creaban genealogías, con la posibilidad de incluir miniaturas (retratos, escudos y emblemas) a gusto del cliente, dejando espacios en blanco para ello. Era frecuente que estos encargos se realizaran en el taller de Simon Bening, cuya abundante obra le convirtió en el pintor de libros flamenco más importante del siglo XVI. El otro autor, Antonio de Holanda, fue el fundador de la escuela miniaturista desarrollada en Portugal durante la primera mitad del siglo XVI.

Galera de fanal. Probablemente se representa al rey de Portugal, portando sus armas, hacia Tierra Santa, para ayudar a Balduino, rey de Jerusalén

Para concluir

Esta obra, una joya genealógica, es la más importante de los encargos realizados en el taller de Bening. Era para el hermano del rey Juan III de Portugal y posiblemente estuvo en manos de Felipe II de España. Además, posee unas ilustraciones magníficas, algunas de las cuales vinculan a los reyes españoles y portugueses con actividades marítimas, representan puertos, galeras, galeones y una ciudad costera atlántica clave en ese momento: Lisboa. Dibujan el poder naval de las monarquías ibéricas en los inicios de la edad Moderna, cuando tanto España como Portugal lideraban los grandes viajes marítimos interoceánicos. Por lo tanto, es también es una joya patrimonial naval y marítima.

Más información

NOGALES RINCÓN, David. Cultura visual y genealogía en la corte regia de Castilla durante la segunda mitad del siglo XV. e-Spania, 2011.

RAMOS, João. Genealogia dos Reis de Portugal. Biblos (Coimbra), 1934, 10, p. 331.

RODRÍGUEZ VILLA, Antonio, et al. Historia genealógica y heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandes de España. 1898.

VILAR, Luis, et alDiccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española. F. Sánchez à cargo de A. Espinosa, 1859.

Inventario de las hojas que contiene la genealogía de las casas reales de España y Portugal

  • F. 1: Espacio dejado para prólogo. Contiene personajes mitológicos.
  • F. 2: Espacio dejado para el árbol genealógico de Magog. El borde contiene once gigantes de la mitología, con descenso de Unor a Bofind.
  • F. 3: Árbol genealógico de los reyes de León y Castilla.
  • F. 4 y 5: Árbol genealógico de los reyes de Aragón.
  • F. 6: Árbol genealógico que muestra la descendencia de Don Enrique de Portugal de Esteban, rey de Hungría;
  • F. 7 y 8: Árbol genealógico de los reyes de Portugal desde Alfonso Enríquez hasta Alfonso II.
  • F. 9: Árbol genealógico de los reyes de Portugal, que muestra la ascendencia de Sancho Capello y Alfonso III;
  • F. 10: Árbol genealógico de John, duque de Lancaster.
  • F. 11: Árbol genealógico de los reyes de Inglaterra y Castilla.

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Ya hemos visto en varias ocasiones que la cartografía era tan apreciada en la Edad Moderna que los reyes utilizaban portulanos y cartas náuticas como regalo o para adornar sus suntuosos palacios. Detrás del atlas que hoy mostramos se esconde una historia: la reina católica inglesa María I (1554-1558) lo encargó como regalo para su marido, el todopoderoso rey español Felipe II, meses después de su matrimonio, pero parece que no llegaron a verlo terminado ninguno de los dos.

Mary_I_by_Master_John
Reina María de Inglaterra. Fuente

En su realización se puede ver el progreso de los marinos portugueses, que desde 1415 habían navegado por la costa occidental de África, en busca de especias y esclavos. Un siglo después llegaron a Brasil e India. Y estos mapas proporcionan algunas de las descripciones más precisas de estas regiones (evidentemente según lo que en ese momento se conocía).

X_P Iberica

El autor

Diogo Homem (1521–1576) era miembro de una prolífica familia portuguesa de cartógrafos, cuyas habilidades y conocimientos fueron ampliamente reconocidos. Tuvo que huir de su tierra natal porque fue acusado de formar parte de la confabulación para llevar a cabo un asesinato. Primero fue a Londres y posteriormente a Venecia.

Guirnalda Sur

Es el cartógrafo portugués de quien se conservan más trabajos, y cuya producción conocida está situada entre los años 1557 y 1576. Las etapas creativas por las que pasó están recogidas en el artículo de Destombes abajo citado.

El atlas

Parece que Homen trabajó en el atlas desde principios de 1554, pero no lo terminó hasta fines de 1558. Los doce mapas y tablas del atlas están a doble página (abarcan verso y anverso). Vamos a conocer las que se han conservado.

X_galera medit
Una bonita galera
  • a) El mapa mundi

El gran mapa del mundo es el más sobrio y técnicamente realizado del conjunto. Lleva su firma y está fechado en el año 1558.

X_mapa mundi
El mapa mundi inicial
  • b) El resto de las cartas

Además el atlas contiene tablas lunares y solares, un mapa zonal circular, mapas del noroeste de Europa y el Mediterráneo, dos de África occidental y oriental, uno de las Indias orientales y tres acerca del norte y el sur de América.

X_O Atlántico
El Océano Atlántico, parte norte

Todas están decoradas y adornadas con el mejor estilo de una carta portulana, con líneas entrecruzadas que irradian de elaboradas rosas de los vientos, señalando puertos y otras localidades costeras. Tiene dibujada la heráldica de los países colonizadores. Igualmente hay ricas ilustraciones de gobernantes locales, sus estandartes, animales (incluso un rinoceronte) y algunas escenas, como un campamento beduino ubicado en el norte de África, todas ellas basadas en el conocimiento que en Europa se tenía de estos lugares.

Costa este de África

Los monstruos marinos y los barcos animan el mar abierto. Es poco probable que el propio Diego Homem pintara todos estos detalles, por lo que se cree que se contrataron miniaturistas profesionales para llevar a cabo tales escenas.

X_Nao

Por sus detalles pictóricos y su ornamentación, este atlas se encuentra entre los más grandiosos de su época.

X_Roma
Una ilustración en la carta donde aparece la ciudad de Roma

También son destacables las numerosas embarcaciones que dibuja, así como las magníficas rosas de los vientos.

X_Rosa vientos II

El continente americano

Los mapas de América muestran una asombrosa cantidad de detalles costeros, resultado de los numerosos viajes marítimos transcurridos desde el descubrimiento del Nuevo Mundo en 1492. El nombre del continente varía y se denomina Mundus Novus (Nuevo Mundo), Quarta orbis pars (Cuarto Continente) y también América.

X_america sur- Brasil
Una parte del subcontinente americano

En la región amazónica aparecen el caudaloso río representado como una serpiente, algunos caníbales («Canibales carnibus umanis»), el campamento del ejército de Pizarro y los gigantes (los patagones) supuestamente vistos por la flota de Magallanes en 1521. En el extremo sur también se representa la tierra firme Incognita y el mítico Gran Continente Sur.

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La ciudad de Cuzco

Epílogo

A pesar de todos los esfuerzos, Felipe II nunca recibió el atlas, uno de los mejores ejemplos de la cartografía portuguesa, que además, parece que se terminó después de la muerte de María, en noviembre de 1558.

El mapa del noroeste de Europa tiene una característica singular, el gran escudo que une las armas de Felipe II de España y María de Inglaterra. Sin embargo, se puede ver que las armas del rey español han sido eliminadas airadamente, Parece que cuando la reina María murió, el atlas fue presentado a la nueva monarca, Isabel I, por lo que no es extraño que la reciente reina hiciera, o mandara hacer, este descalabro. Algunos lo ven como un presagio de la posterior batalla del Canal de la Mancha, conocida como la Armada Invencible.

Son escasos las obras que se relacionan con la reina María I y este atlas es una de ellas. Ignoramos el motivo por el que apenas se conoce y sobre todo la causa de que se haya estudiado tan poco.

Existe un ejemplar en la Biblioteca Británica, que está digitalizado y accesible (The Queen Mary Atlas). En el Museo Naval de Madrid hay un atlas de este autor, pero es posterior (Atlas del Mediterráneo atribuido a Diego Homen ca. 1561).

escudo desfigurado
El escudo de Felipe II y María de Inglaterra, donde se puede ver que las armas del rey han sido eliminadas

Más información

Atlas de Diego Homen, 1561. Patronato del Mar, Fundación General Mediterránea, 1975. 24 p. 

Atlas de Diego Homen, c. 1559. Estudio de L. Martín-Merás. Museo Naval, 2006, 103 p.

DESTOMBES, Marcel. Une carte inédite de Diogo Homem, circa 1566. Revista Universidade de Coimbra, 1970, 24, p. 5-15 . 

LOADES, David. The Queen Mary Atlas. Facsimile with commentary by Peter Barber. London: Folio Society, 2005. 

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Las islas suelen tener historias realmente interesantes y su situación geográfica las lleva a formar parte de acontecimientos importantes. Éste es el caso de una que ha actuado a modo de puente entre España y Francia durante la Edad Moderna. Es la isla de los Faisanes, un pequeño territorio situado en el río Bidasoa, que actualmente es un condominio que comparten ambos países. Ocupa un espacio de 114 por 25 m. y se encuentra en la frontera, de modo que una orilla es española y la otra es gala.

condominio

Aparte de ser el condominio más pequeño del mundo y de haber estado poblado desde la prehistoria, formó parte de grandes imperios e importantes reinos. Actualmente está administrado durante 6 meses por España (de febrero a julio) y otros 6 por Francia (de agosto a enero). Su nombre, por cierto, no se debe a que en ella hubieran vivido faisanes alguna vez, sino a que era conocida como isla de paso y de ahí se llegó, con los siglos y con las múltiples traducciones, a su actual denominación.

Isal faisanes de J Salis s XX

La isla de los Faisanes en una pintura de J. Salis (siglo XX)

Aunque ha sido testigo de numerosos acontecimientos históricos, los que más se recuerdan son las firmas de varios tratados franco-españoles. El primero se ratificó en 1615, sellándose con la boda del rey francés Luis XIII y la princesa española Ana de Austria, hija de Felipe III. Paralelamente los hermanos de ambos (Isabel de Borbón y el futuro Felipe IV) también contrajeron matrimonio en este enclave.

ana-de-austria

Ana de Austria, reina de Francia, pintada por Rubens. Museo del Louvre

Casi cincuenta años después allí se firmó la Paz de los Pirineos (1659). El tratado ponía fin a una etapa llena de hostilidades entre ambas naciones, iniciadas en 1620, cuando Francia entró en la Guerra de los Treinta Años, tras la victoria de las tropas españolas contra los rebeldes holandeses y los suecos en Nördlingen. Acabada esta guerra en 1648, ambos reinos prolongaron su lucha hasta la firma de la paz. Los representantes de Felipe IV y de Luis XIV (Luis de Haro y el cardenal Mazarino, respectivamente), reunidos en la isla de los Faisanes, debatieron durante meses los términos del acuerdo.

Comitiva segun P Castillo

Llegada de las comitivas española y francesa al pabellón de la isla de los Faisanes,  en un dibujo de Pedro de Villafranca. BNE Fuente

En este tratado también se acordó otra boda, esta vez entre el rey de Francia Luis XIV  y la infanta española María Teresa de Austria (ambos hijos de los contrayentes anteriores). Este segundo encuentro es el que se recoge en las ilustraciones.

Pabellon rey

El pabellón del rey de España y la pasarela para llegar a la isla

La firma el tratado

Se hicieron varias representaciones del encuentro franco-español (Chavarría 2010). Aquí recogemos dos que ilustran este acuerdo de paz. En el primero se detallan muchos de los preparativos (que son la mayoría de las imágenes aquí incluidas) y en el segundo se representa, además, la comitiva real.

vision global

Isla de los Faisanes, llamada aquí «de la Conferencia»,  por ser el centro de reunión franco-español para la firma de los tratados de paz. Obra de S.P. de Beaulieu. Fuente: Gallica

El autor del primero fue Sébastien Pontault de Beaulieu (1612-1674), un ingeniero, militar y dibujante francés. Recoge con enorme detalle la disposición de las tropas de ambos reinos, el camino a recorrer por los monarcas y dónde se debían situar para firmar el tratado.

Distribucion isla

Distribución de la isla durante la firma del tratado. Se puede apreciar la línea divisoria y a la izquierda un espacio común

Para la firma debían cruzar desde la orilla, por lo que para que fuera más fácil y no tuvieran que embarcar, se creó un pontón con barcas.

Ponton con barcas

Pontón con barcas

Entre las tropas dibujadas destaca la infantería española y los caballeros de Luis de Haro (sobrino del Duque de Olivares). Por parte francesa también aparecen los conocidos mosqueteros, aunque en el dibujo se les llama guardias de Mazarino. Éstos inspiraron al autor Alejandro Dumas, que escribió la famosa novela sobre «Los Tres Mosqueteros». La reina que aparece en dicha obra es Ana de Austria, la infanta española hija de Felipe III, que se había casado con Luis XIII, y a la que Dumas atribuye la relación amorosa con el Duque de Buckingham.

Mosqueteros de Mazarino

Los famosos mosqueteros

El autor del segundo dibujo fue Adam Perrelle, que trabajó con el primero. En su ilustración aparece el séquito desfilando por la pasarela creada para la firma de la paz.

Comitivas

Detalla del dibujo de A. Perrelle en el que aparecen dibujadas las comitivas pasando por el pontón.

Síntesis

Una pequeñísima isla que gracias a su situación estratégica ha sido teatro de operaciones diplomáticas, así como lugar de acuerdo de importante bodas entre la realeza de la casa de Austria española y la de Borbón francesa. Por ello ha quedado inmortalizada en diferentes representaciones, lo que nos permite apreciar importantes detalles de acontecimientos del siglo XVII, como la disposición de las tropas o la división establecida para la firma de la paz, así como poder ver dibujados a los famosos mosqueteros.

Nota: ambas ilustraciones se pueden encontrar en la Biblioteca Digital Hispánica. La primera está en un libro, acompañada de otras imágenes, con los textos y los asistentes al acto de la firma del tratado de paz: Les Plans, et Profils des principales Villes, et lieux considerables de la Principauté de Catalogne (p. 89 y ss). La segunda en la obra titulada L’Isle de la Conference: ou la Paix generalle a esté conclue entre la France et l’Espagne le 7 Novemb. 1659. El repositorio digital de la Biblioteca Nacional francesa tiene la primera ilustración (Plan de l’Isle des Faisans à présent…), aunque no se incluye el autor.

Más información

COLOMER, José Luis (ed.). Arte y diplomacia de la Monarquía Hispánica en el siglo XVII. Madrid: CEEH, 2003.

CHAVARRÍA MÚGICA, Fernando. La frontera ceremonial y la frontera real: el Tratado de los Pirineos y la reavivación del conflicto por el dominio del río Bidasoa (1659-1668). Del tractat dels Pirineus a l’Europa del segle XXI: un model en construcció?: actes del congrés; Barcelona-Perpinyà, 2010.

DE CÁRDENAS, Juan F. La misión de D. Antonio Pimentel… y el Cardenal Mazarino y D. Luis de Haro frente a frente en la isla de los Faisanes. Patronato de la Universidad de Deusto (s.f.).

GARCÍA PIQUER, Deborah. La paz en la emblemática y el arte en el contexto de la Paz de los Pirineos (1659). Imágenes nupciales y festivas. Fòrum de Recerca, 2016, 21, p. 119-136.

PANCORBO, Luis. La isla de los Faisanes. Viajar: la primera revista española de viajes, 2016, 445, p. 96.

SÁINZ, Luis Ignacio. La isla de los faisanes: Diego de Velázquez y Felipe IV,  Reflexiones sobre las representaciones políticasArgumentos, 2006, 19, 51, p. 147-167.

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La localización y posible recuperación de un nuevo pecio de un buque de estado español, hundido por Inglaterra a comienzos del siglo XVIII, sitúa al patrimonio cultural subacúatico, otra vez, en primera línea. Dos aspectos vuelven a ser fundamentales, la defensa y recuperación de un patrimonio cultural para la humanidad y la obligación de ofrecer el debido respeto a las 600 víctimas del naufragio.

La Cátedra, a través de uno de sus miembros, que es un reconocido experto a nivel nacional e internacional, quiere proporcionar luz sobre el tema, ofreciendo algunas consideraciones jurídicas, acompañándolas de imágenes referidas al galeón hundido en aguas del Caribe.

El Galeón español San José fue construido en Guipúzcoa en 1698 y formaba parte de la flota de la Carrera de Indias. Fue hundido por los ingleses el 8 de junio de 1708 cerca de las costa de Cartagena de Indias (Colombia), siendo su comandante José Fernández de Santillán. Más datos sobre el San José se pueden encontrar aquí.

Consideraciones sobre el pecio del buque de estado San José

por el Dr. Rafael Ruiz Manteca, experto en Derecho del Patrimonio Cultural Subacuático.

Ante el anuncio hecho recientemente por el Gobierno de Colombia de haber sido encontrado el pecio del galeón San José en aguas próximas a Cartagena de Indias, y como quiera que este anuncio y las posteriores manifestaciones que le han seguido, procedentes de diversas fuentes, han provocado una verdadera avalancha de opiniones e informaciones, creemos que interesa dejar constancia de las siguientes consideraciones de tipo jurídico:

UNESCO

a) La Convención de la UNESCO de 2001 sobre la protección del patrimonio cultural subacuático no trata de cuestiones de propiedad ni las resuelve, pues su única finalidad (que no es poca) es facilitar a los Estados la puesta en marcha de mecanismos de cooperación en orden a la protección del patrimonio cultural subacuático ubicado en los distintos espacios marinos, así como poner a su disposición unas reglas técnico-arqueológicas que permitan que dicho patrimonio sea tratado de manera científica, con abandono de prácticas espurias, como las comerciales. Y téngase en cuenta que la Convención ha sido ratificada por España pero no por Colombia.

El Galeón, con sus secciones principales. Fuente

El Galeón, con sus secciones principales. Fuente

b) Por otro lado, esta Convención es respetuosa con las normas de derecho internacional y con la práctica de los Estados (es decir, su posicionamiento respecto a cuestiones controvertidas y/o faltas de regulación internacional) relativas a las inmunidades soberanas o cualquiera de los derechos de un Estado respecto de sus buques o aeronaves de Estado. En este sentido, ocioso es recordar que desde siempre el derecho internacional ha reconocido inmunidad a los buques de guerra y otros buques de Estado operativos, siempre que los mismos sean utilizados únicamente para un servicio público no comercial (como es el caso paradigmático de la defensa nacional). Sin embargo, la Convención da un paso más y considera buques de Estado a los de guerra y otros buques de Estado que, en el momento de su hundimiento, fueran utilizados únicamente para un servicio público no comercial, de lo que se desprende que los buques de guerra hundidos (que naturalmente ya no están operativos) conservan la inmunidad de que disfrutaban cuando prestaban servicio. En este orden de cosas, la Convención no hace sino seguir la práctica reciente de bastantes Estados que se están pronunciando por atribuir a sus buques de guerra hundidos inmunidad soberana.

c) Entre estos Estados está España, que en la reciente Ley de Navegación Marítima de 2014 dispone que los buques y embarcaciones de Estado españoles naufragados o hundidos, sus restos y los de sus equipos y carga, son bienes de dominio público estatal (es decir, de España), inalienables, imprescriptibles e inembargables y gozan de inmunidad, cualquiera que sea el momento en que se produjo su pérdida y el lugar en que se encuentren.

Lugar aproximado donde se ha encontrado el pecio

Lugar aproximado donde se ha encontrado el pecio

d) En Colombia ha sido aprobada recientemente una ley (1675 de 2013, de 30 de julio) dedicada al patrimonio cultural sumergido, que ha tenido un largo proceso de elaboración. Conforme a esta ley, el patrimonio cultural sumergido (que se reconoce que forma parte del patrimonio arqueológico y que, como tal, es propiedad de la Nación) está integrado por los bienes productos de la actividad humana, representativos de la cultura y que se encuentren sumergidos en todo tipo de aguas, continentales y marinas, colombianas. Además, es necesario que lleven más de 100 años sumergidos. Pero, sin embargo, hay determinados bienes sumergidos que no se consideran patrimonio cultural subacuático, tales como los cargamentos de buques siempre que estén constituidos por materiales brutos o sean bienes muebles “seriados” que hubiesen tenido un valor de cambio o fiscal (monedas, lingotes) o sean “cargas industriales” (sic).

Ruta del San José. Fuente.

Ruta seguida por el San José. Fuente.

e) Esta ley colombiana permite la posibilidad de que el Ministerio de Cultura contrate con “entidades expertas” la realización de cualquiera de las actividades sobre el patrimonio cultural sumergido, tales como las de exploración, intervención, aprovechamiento económico y preservación. En virtud de dicho contrato, el contratista adquiere un derecho al aprovechamiento económico por la actividad que le encarga el Estado. En fin, se trata simplemente de una consecuencia del contrato, que claramente reviste naturaleza económica. Ese aprovechamiento (que sin embargo no existe cuando la actividad es meramente una prospección o exploración) puede llegar hasta el 50% del valor de los bienes encontrados o rescatados, cuando no formen parte del patrimonio sumergido, como ocurre con las monedas y lingotes, según hemos dicho.

f) En consecuencia, no hay duda de que si el galeón San José se encuentra, como parece, en el mar territorial colombiano, conforme a la ley citada últimamente sus restos son propiedad de la Nación colombiana, regulación que choca en este aspecto (el de la propiedad) con lo dispuesto en la ley española mencionada. Sin embargo, la consideración de los aspectos relativos a la inmunidad del pecio podrían ser determinantes, pues téngase en cuenta que los mismos están indisolublemente unidos a los de la propiedad. En este sentido, según sea el foro (el tribunal) elegido que conozca de un pleito de estas características (nacional de España o de Colombia o incluso un tribunal internacional), la normativa aplicada sería una u otra y la balanza podría acabar inclinándose a favor de uno u otro país.

Galeón-San-José. Fuente

Galeón San José. Fuente

g) Colombia y España mantienen en estos momentos excelentes relaciones y entendemos que deben aproximar sus intereses en este asunto, pues si bien los mismos ciertamente son contrapuestos en lo que concierne a la propiedad, sin duda son coincidentes en lo más importante, como es la preservación de unos restos que pueden ayudar de manera muy importante al avance del conocimiento histórico de la época en que el galeón se hundió. Y no se olvide que los objetos que componen el patrimonio cultural subacuático deben ser preservados o conservados en beneficio de la humanidad (Convención UN sobre el Derecho del Mar, Convención UNESCO sobre protección del patrimonio cultural subacuático), por lo que ambos países deben al mundo entero una solución de amplias miras, más allá de posturas cerradas e individualistas, huyendo de tesis decimonónicas y atrasadas. R.R.M.

Pecios en el CRIBE. fUENTE

Pecios en el Caribe.

Desde el blog «Espejo de navegantes«, el periodista Jesús García Calero ha lanzado una campaña para recoger firmas, en la que solicita a los más prestigiosos especialistas del mundo que unan su voz para pedir respeto al método científico, para que prime la Arqueología frente al negocio, para que el rescate del pecio San José sea un ejemplo de la aplicación de la mejor práctica científica sobre un buque que es Patrimonio de la Humanidad.

Lea las últimas opiniones de expertos sobre esta materia:

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La Cátedra de Historia Naval (Armada/Universidad de Murcia) ha llevado a cabo las tareas de investigación, diseño y dirección de la fábrica de una cureña (soporte) de cañón “a la española”, la cual creemos que es la primera que se hace en los dos últimos siglos.

Dos sistemas de construcción

En el siglo XVIII la Real Armada fabricaba en sus arsenales dos tipos de cureñas para la artillería naval: “a la inglesa” y “a la española”. Estos dos modelos se siguieron construyendo, al menos, hasta la mitad del siglo XIX, a partir de cuyo momento los rápidos avances de la artillería (el rallado del ánima y la retrocarga) modificaron los afustes de las piezas.

Partes básicas de un cañón

Partes básicas de un cañón

Cureñas construidas con el sistema»a la española»

Por motivos desconocidos, las reproducciones de cureñas que se realizaron a lo largo del siglo XX y del actual, han sido siempre a “la inglesa”. La Cátedra creyó que ya era hora de que se realizase algún modelo “a la española”. Con documentación del Museo Naval de Madrid se realizó el estudio y se diseñaron los planos de la cureña. Con la autorización del Almirante del Arsenal de Cartagena y empleando restos de madera se realizó, sin coste alguno, en los talleres del Arsenal, al igual que en el siglo XVIII, dos cureñas por la maestranza y personal militar.

Situando las cureñas

Situando las cureñas

Las personas, que con el mayor entusiasmo han realizado este trabajo son:

  • Stte. Contamaestre D. Roberto García González.
  • Stte. Maquinista. D. Manuel Grela Picón.
  • Maestro de Arsenal. D. Eliseo García López.
  • Oficial de Arsenal. (Carpintero). D. Julián Larios Pagán.
  • Técnico Superior Actividades Técnicas. (Pintor). D. Julio García Zamora.

Los cañones del siglo XVIII

Para colocar en estas cureñas la Cátedra localizó e identificó dos de los 47 cañones, los números 18 y 24, que juntamente con tres morteros formaban la defensa del Arsenal. Estos cañones y morteros estaban servidos con personal de la Maestranza, la cual pertenecía al fuero militar. Estas piezas defendían la “cortina del arsenal”, batería situada en el paramento marítimo del Cuartel de Prisioneros y Esclavos (más tarde Cuartel de Instrucción de Marinería), que defendía la entrada por el mar, y la muralla del Arsenal desde la parte norte de la calle Real, en la que se unía a la muralla de la ciudad, siguiendo el frente de la rambla de Benipilia, y girando posteriormente a la izquierda para cerrar el contorno del recinto hasta el mar.

Las dos cureñas construidas situadas en su emplazamiento actual

Las dos cureñas construidas situadas en su emplazamiento actual

Las murallas de Cartagena y del Arsenal fueron en 1808 un obstáculo para el ejército francés. La plaza no fue ocupada y su puerto se mantuvo abierto, permitiendo la llegada de refuerzos y material durante toda la guerra.

Las cureñas sosteniendo los dos cañones, tal y como el público puede contemplarlas

Las cureñas sosteniendo los dos cañones, tal y como el público puede contemplarlas

En 1808 el personal de maestranza que dotaba los citados cañones era:

Cañón nº 18

4ª Brigada ordinaria de Rivera (Carpinteros de Ribera).

José Díaz operario
Francisco Alvadalejo operario
Manuel Méndez operario
Jaime García operario
Gaspar Riera operario
José Balanza operario
Pedro Cervantes Canteli operario
Antonio Munera operario
Juan Cervantes operario
José Sánchez Casanova operario
Mariano Romero operario
Ildefonso Sánchez operario

Cañón nº 24

1ª Brigada ordinaria de Calafates.

Fulgencio Ros Díaz capataz
Juan Andrés Castillo cabo
José Cotanda operario
Juan Romero operario
Francisco Heredia operario
Ventura Payán operario
José Jordar operario
Andrés Rovira operario
Juan Requena operario
Ginés Huertas operario
Francisco Pérez Gómez operario

Nota: Los nombres propios se han escrito con la ortografía actual. Los apellidos se han mantenido con la ortografía original, pero acentuados.

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¿Quién pilotaba los barcos que navegaban a América en el siglo XVIII? El Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla (1681-1847) se fundó para dar respuesta a la imperiosa necesidad de pilotos y marineros de las flotas ultramarinas americanas. El centro de náutica sevillano fue una de las instituciones más importantes de enseñanza de la navegación de la Monarquía hispana. Su desarrollo se halla estrechamente ligado a la Carrera de Indias y, a partir de 1787, a la jurisdicción de la secretaría de Marina.

Por Marta García Garralón, Dra. en Historia

El Colegio de San Telmo

A orillas del río Guadalquivir, más allá de la puerta de Jerez y extramuros de la ciudad de Sevilla, se yergue imponente y lleno de historia el Palacio de San Telmo, sede de la actual Presidencia de la Junta de Andalucía. Sin embargo, pocos saben que ese gran edificio barroco con cuatro torres, capilla y jardines fue construido por orden real para formar en el arte de la navegación a niños huérfanos, expósitos, o desamparados, y a los hijos de la gente de mar. La institución cumplió con una doble función, primero educativa, pero también caritativo-asistencial, consiguiendo apartar de la pobreza, la delincuencia y el analfabetismo a más de tres mil quinientos chicos, que pasaron por sus aulas durante sus ciento sesenta y seis años de existencia.

Portada del Palacio de San Telmo

Portada del Colegio de San Telmo, grabado de Pedro de Tortolero, 1738.

El modelo docente acogía a los muchachos bajo un régimen de internado, y les instruía en las profesiones de la mar. Aquellos que mostraban mayor talento ejercían la carrera del pilotaje, mientras que el resto se empleaba en las plazas destinadas a los oficiales de mar, como las de guardián o contramaestre.

AGMAB_ CST, LEG 986_ AÑO 1817

Uniformes. Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán. CST, Leg. 986. Año 1817

Durante su primera etapa de estancia colegial, los santelmistas aprendían la lectura y la escritura, junto a unas imprescindibles nociones de doctrina cristiana. Con posterioridad, se adentraban en las disciplinas náuticas, entre las que se incluían las matemáticas, la cosmografía, la artillería, la maniobra, la navegación, el dibujo o el uso de los instrumentos náuticos y cartas de navegación. La enseñanza de la náutica se desarrolló considerablemente a lo largo del siglo XVIII en las aulas de San Telmo, incrementándose el nivel de matematización y tecnificación, sobre todo a partir de la segunda mitad de la centuria.

Ordenanzas 1752. BUS 52 62

Ordenanzas del Colegio de San Telmo de1786. Biblioteca de la Universidad de Sevilla, 52/62

Una vez adquiridos los conocimientos teóricos suficientes, los muchachos de San Telmo iniciaban la etapa de prácticas trasladándose al puerto de Cádiz, en donde se embarcaban por cuenta del Colegio en los navíos mercantes que surcaban las rutas americanas. A bordo de aquellos bajeles los inexpertos seminaristas se iniciaban en la dura vida de la mar, inmersos en salitre y sudor. Sus navegaciones a bordo de navíos, urcas, fragatas o pataches les permitieron aprender desde las labores más sencillas, como la limpieza del barco, la vigilancia en las guardias, las subidas a las cofas, el remo de bateles y chalupas o el manejo del timón y los aparejos, hasta otras más exigentes, como el uso del cañón, la práctica de observaciones astronómicas o la redacción de los diarios de navegación.

MINISTERIO CULTURA. ARCHIVO GENERAL INDIAS. ESTAMPAS, II. ROLLO 16. GRABADO SAN PEDRO GLEZ TELMO, 1752

Grabado San Pedro Glez Telmo, 1752. Ministerio de Cultura. Archivo General de Indias. Estampas, II, rollo 16.

La formación impartida en el Colegio de San Telmo en materia de pilotaje sirvió sobre todo a pilotos destinados en su gran mayoría a la navegación mercante, aunque una parte de ellos también trabajó en la Marina militar, cubriendo las necesidades de una Armada en proceso de crecimiento. La abundancia de conflictos bélicos y la proliferación de actividades protagonizadas por la Marina de guerra, como fueron las comisiones hidrográficas o las exploraciones científicas, favorecieron la integración de un grupo selecto de santelmistas en el Cuerpo de Pilotos de la Armada.

Libor de cuentas. 19. AÑO 1721. US

Libro nº 19 de cuentas del Colegio de San Telmo, año 1721. Archivo Histórico Universitario de Sevilla

De la institución sevillana salieron conocidos maestros de matemáticas y navegación, así como un nutrido grupo de capitanes y pilotos que participaron activamente en el tráfico de la Carrera de Indias. Hacia la segunda mitad de siglo San Telmo fue objeto de importantes reformas estructurales que le permitieron situarse en la primera línea de las instituciones de corte ilustrado. Importantes marinos con ideas renovadoras, como Antonio de Valdés y Bazán, y estrechos colaboradores como los ilustres oficiales Francisco de Winthuysen y Pineda, Antonio de Ulloa o José de Mazarredo, impulsaron al centro docente hacia sus mejores años.

BIB UNIV SEVILLA. AHUS. LIBRO CTAS DEL CST 36. AÑO 1738 (1)

Portada del libro 36 de cuentas, del año 1738. Es una de las pocas ilustraciones en las que se representan santelmistas con su típico atuendo. Archivo Histórico Universitario de Sevilla

El Real Colegio de San Telmo cumplió un objetivo de gran importancia para “un negocio tan del servicio de Dios y de Su Majestad”, como fue el de proveer de pilotos hábiles a la Marina Real y al comercio de Indias.

Palacio de San Telmo

Palacio de San Telmo

Para más información: Marta García Garralón. Taller de Mareantes: el Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla (1681-1847). Sevilla: Fundación Cajasol, 2007.

Se puede acceder a la base de datos que contiene la identificación de todos los chicos que estudiaron en el Real Colegio de San Telmo, así como a cada uno de los embarques realizados durante su estancia en la institución docente.

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