La Historia general de las cosas de Nueva España es una obra enciclopédica sobre la población y la cultura de la zona central del actual México, compilada por fray Bernardino de Sahagún (1499-1590), un misionero franciscano que llegó a México en 1529. Es un texto bilingüe, escrito en español y en nahuatl. El hecho de que en una fecha tan temprana se recogiera la lengua hablada por los nativos y que éstos aparecieran como informantes, nos da una idea de la modernidad de la obra. En él hemos encontrado numerosas referencias e imágenes de animales acuáticos.

Armadillo
El autor
Sahagún era un eclesiástico que había estudiado en la prestigiosa Universidad de Salamanca. En 1529 se desplazó a América e inició el estudio de la lengua, costumbres y vida de los indígenas mexicanos.
La obra
El manuscrito consta de 12 libros dedicados a diferentes temas. Siguiendo la división tradicional del conocimiento, común en muchas obras enciclopédicas europeas, trata sobre «todo lo divino, humano y natural de Nueva España». Por lo tanto, después haber descrito a dioses y a hombres, Sahagún estudia los animales, las plantas y los minerales. El libro XI, sobre el que nos detenemos aquí, el más largo, es un tratado de historia natural.

Aves acuáticas
Para el análisis de las hierbas medicinales y los minerales, Sahagún se basó en el conocimiento indígena, y creó lo que León-Portilla ha llamado una «especie de farmacología prehispánica». Contiene numerosas ilustraciones de animales, incluidos mamíferos (el jaguar y el armadillo), aves, reptiles, anfibios, peces e insectos. El estudio se acompaña con leyendas aztecas, como veremos en la descripción de los animales acuáticos.

Artrópodos
Los animales acuáticos
Dentro de este denominación incluye iguanas, armadillos, patos, tortugas de agua, peces de río y de lago, caimanes, iguanas, nutrias, gusanos de mar, ranas, sapos, moluscos, bivalvos, mariscos, lagartos, serpientes y multitud de culebras. Entre los peces nombrados están los conocidos sargos, avepez, pez mariposa, pez tigre y pez águila. Igualmente se ocupa del axolote.
Destacamos algunos de los más característicos.
a) Axolote o ajolote
El axolote, uno de los animales más excepcionales que viven hoy en la tierra, es endémico de México. Aunque está en peligro de extinción, en situación crítica, se sabe que en tiempos pasados fue de gran importancia para los aztecas, que parece que lo consideraban la reencarnación de Xólotl (el dios del relámpago, la muerte, el ocaso y las monstruosidades). Pertenece a la familia de las salamandras y los tritones, pero se diferencia por dos aspectos únicos: por un lado, mantiene características de la etapa larvaria aunque sea adulto (lo que le confiere ese aspecto tan extraordinario), y por otro tiene la extraordinaria capacidad de regenerar partes de su cuerpo, en caso de perderlas.

Axolote o ajolote
En el libro se le describe de esta forma:
«Hay unos animalejos en el agua que se llaman axólotl, (que) tienen la cola como lagartillas y como anguila, y el cuerpo también; tienen muy ancha la boca y barbas en el pescuezo. Es muy bueno de comer; es comida de los señores» . (Lib. XI, cap. iii, fragmentos).

Axolote
b) Tortugas marinas
Se presenta su morfología y la característica puesta de huevos, de los que el autor comenta que son más ricos que los de las gallinas.

Tortuga marina
c) Caimanes
Los caimanes son unos «grandísimos lagartos que ellos llaman acuetzpalin (y) los españoles los llaman caimanes; son largos y gruesos, tienen pies y manos, y colas largas y dividida la punta en tres o cuatro; tienen la boca muy ancha, y muy ancho tragadero; los grandes de ellos traganse un hombre entero».
d) Iguanas
«Hay otro animal en esta tierra que se llama quauhcuetzpalin, y los españoles le llaman iguana; es espantable a la vista, parece dragón; tiene escamas, es tan largo como un brazo, es pintado de negro y amarillo, come tierra y moscas y otros coquillos; a tiempos anda en los árboles, a tiempos en el agua; no tiene ponzoña, ni hace mal».

Iguanas
Epílogo
Lo más destacable del tratado que escribió es el método de investigación empleado, precursor del que hoy aplican los etnólogos, ya que confeccionó un cuestionario previo, seleccionó a los informadores y recurrió a intérpretes nativos que escribían al dictado náhuatl. Tardó casi cuarenta años en acabarla. En su día, la Iglesia confiscó la obra, al considerar que se oponía a la labor misionera.
Por todas las razones expuestas anteriormente, el libro es una fuente de especial importancia para comprender cómo los mesoamericanos usaban los recursos naturales antes de la llegada de los europeos y cómo entendían el mar, la tierra y sus recursos. Muy metódica y de importancia excepcional, representa un tesoro de conocimientos etnográficos, arqueológicos e históricos. Por lo tanto, es de gran interés conocer y difundir su existencia. Actualmente esta obra está depositada en la Biblioteca Laurenciana de Florencia, por lo que es conocido como Códice Florentino, aunque sabemos que se conservan varias copias en otras instituciones documentales.
Más información
Fray Bernardino de Sahagún. Biografías y Vidas.
GARCÍA QUINTANA, Mª José. Historia de una historia. Las ediciones de la Historia General de las Cosas de Nueva España de fray Bernandino de Sahagún. Estudios de Cultura Náhuatl, 1999, vol. 29, nº 29.
LEÓN-PORTILLA, Miguel. Significado de la obra de fray Bernardino de Sahagún. Estudios de Historia Novohispana, 1966, vol. 1, nº 1.
LÓPEZ AUSTIN, Alfredo. Estudio acerca del método de investigación de fray Bernardino de Sahagún. Estudios de Cultura Náhuatl, 2011, vol. 42, p. 353-400.
[…] la esposa de Tláloc, el dios de la lluvia, deidad de los cerros, del agua y de la fertilidad. Bernardino de Sahagún cuenta que en esta diosa, ya incorporada en el panteón mexica, se depositaba el poder de generar […]
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