Un emblema marítimo surgido en la antigua Roma

Introducción

Nuestros amigos del blog de numismática, en concreto Diego Márquez Robledo, colgaron hace poco una curiosa entrada relacionada con la Historia marítima que hemos considerado de interés y resumido aquí. Las marcas en las monedas antiguas son uno de los temas que estudia la numismática. La aparición de monedas o el descubrimiento de nuevos símbolos siempre contribuyen a dar más trabajo a los investigadores y a abrir nuevos horizontes científicos.

En este caso se ha encontrado una marca peculiar en una moneda romana: un ancla y un delfín, motivos marineros por los que hemos decidido dar difusión al tema. El hallazgo suponía que esa marca, el ancla y el delfín eran bastante más antiguos de lo que hasta el momento parecía. Para ello vamos a presentar la moneda más antigua, la que hasta ahora ostentaba ese título y la marca que luego muchos siglos después hizo famoso el emblema como símbolo de uno de los mejores impresores del mundo: Aldo Manuzio.

La primera vez que aparece en una moneda

La moneda romana que ha dado origen al cambio es un denario de la Gens Papia del año 80 a.C., donde el símbolo, aunque aparece como marca de control (a la izquierda), ya se halla en absoluta madurez de representación y concepción. Este descubrimiento atrasa en 160 años el uso de los símbolos marinos en la numismática romana.

Denario romano con la marca del ancla y del delfín. Año 79 a.C.

Más monedas romanas con motivos navales

La siguiente moneda que lleva este logotipo es un denario del tiempo de Tito, del 80 d. C.:

Denario romano de la época de Tito. Año 80 d.C.

Comparación del ancla y el delfín de ambas monedas

Comparación de los dibujos que aparecen en las dos monedas anteriores.

El más famoso, el de Aldo Manuzio

El emblema de Manuzio acabó siendo uno de los más reconocidos del Renacimiento, aunque esta vez no aparecía en monedas, sino en papel, y en el que aconseja energía en los proyectos pero sin apresuramiento, por eso el delfín, símbolo de la velocidad, está entrelazado a un ancla, símbolo de la prudencia y la lentitud propias de la reflexión.

Aquí podemos ver el colofón de una edición de Aldo Manuzio, que adopta el jeroglífico como propio desde 1501:

Colofón en un libro impreso por Aldo Manuzio

Fuente: Blog de numismática

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