La cartografía, especialmente la aprendida en la infancia, nos ha dejado una visión del mundo muy homogénea, en la que a la derecha aparecen dos continentes, primero el europeo y luego el asiático, y a la izquierda el americano. Es una forma de entender cómo están distribuidas las grandes masas terrestres y acuáticas del planeta.
Sin embargo, aunque ésta sea la más utilizada en Europa (y, por tradición, en muchos países americanos), existen otras visiones, tanto actuales como pasadas. Hay veces que a lo largo de la Historia se han cambiado los dos hemisferios, y el que habitualmente está al norte, aparecía al sur. Por lo tanto, en la parte superior del mapa se localizaba el hemisferio sur. Esto sucedía con mucha frecuencia en los mapas medievales, especialmente en los islámicos, como el de Al-Idrisi.

El mapa del mundo de Al-Idrisi. Fuente
En la Edad Media surgieron los mapas conceptuales conocidos como «T en O» (como el que se puede ver tras este párrafo), en los que eran más importante situar los preceptos religiosos que la propia geografía, por lo que también se varió la forma de presentar los continentes y los océanos. Parece que quien inició esta forma de ver la Tierra fue San Isidoro de Sevilla, y desde España se transmitió a otros lugares de Europa. Asia aparece arriba y en la parte inferior Europa y África. Entre ellos está el Mar Mediterráneo y, rodeando el conjunto, un gran océano. Nótese, no obstante de cómo se representa, que a pesar de parecer que está orientado de forma distinta, lo que está es girado -90º, ya que en el norte (septentrio), que se puede ver en la zona oeste del mapa, están Europa y Asia.

Mapa T en O de San Isidoro
Otras formas de ver el mundo
Si nos trasladamos a la parte asiática, la visión de tierras y continentes puede variar. El centro, o la parte desde la que se distribuyen el resto de los países, también suele ser distinto. Cuando se trata de países del lejano oriente, a veces Asia aparece en el centro, dejando Europa en la izquierda y América en la derecha. Por lo tanto, los océanos que las circundan también se ven trasladados. Sólo el gran Océano Pacífico, el que ocupa un tercio de la superficie de la Tierra, permanece en el centro.
De hecho, esta forma distinta se recoge en algunos atlas europeos como el de Waldseemüller, que la dibuja en la parte superior de su mapa.

Detalle del mapa de Waldseemüller (S. XVI)
Dentro de Asia, ha habido culturas cuya representación de la Tierra ha sido distinta, o han introducido variaciones en las ya conocidas. Algunas nos recuerdan en cierta forma la cartografía medieval europea, porque utilizan la forma circular. Por ejemplo, este mapa coreano, en el que China ocupa un lugar privilegiado, y a partir de ella se van incluyendo, en los lados, el resto de los continentes y mares.

Mapa coreano del siglo XIX. Fuente: Biblioteca del Congreso de Washington
También desde el subcontinente indio nos llegan versiones del mundo, como la procedente del jainismo. Es un diagrama cosmológico del siglo XIX, que muestra los dos continentes «y medio» habitados por los mortales, formando círculos concéntricos rodeados de océanos en forma de anillo, con nadadores y peces, redes complejas de ríos y lagos, además de cordilleras. Los pabellones en las esquinas del gráfico representan a los guardianes celestiales.

Una visión del mundo desde la religión jainista. Fuente: Biblioteca del Congreso de Washington
Otras, como la japonesa, a partir de patrones muy similares a los europeos, incluyen su propia interpretación, como este mapa del mundo que aparece abajo, en el que la representación cartográfica, a la derecha, lleva en las cuatro esquinas dibujos de barcos, y a la izquierda se acompaña con ilustraciones sobre distintos tipos humanos.

Versión actual de un mapa japonés del S. XVII. Fuente Biblioteca Nacional de la Dieta (Japón)
Síntesis
Son otras formas de ver el globo terrestre, aunque no son las únicas, ya que hay muchas más. Al tener forma esférica, la Tierra permite que se encuadre desde muy distintas perspectivas, y que el enfoque sea habitualmente el del país de origen de quienes levantan los mapas. Son de una riqueza cultural heterogénea, que nos transmite las diversas formas de entender el planeta en el que vivimos y los mares que navegamos.
Más información
ÁLVAREZ SUÁREZ, Salvador A. Tierras imaginadas, tierras en imágenes: la geografía asiática del Nuevo Mundo en la Cartografía del Descubrimiento. Relaciones. Estudio de Historia y Sociedad, 1998, 19, 75, p. 60-109.
HARLEY, John Brian. The new nature of maps: essays in the history of cartography. JHU Press, 2002.
HARLEY, John Brian; LAXTON, Paul & ANDREWS, J. H. La nueva naturaleza de los mapas: ensayos sobre la historia de la cartografía. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2005.