“La segunda mitad del siglo XVIII supuso la puesta en práctica de las ideas de control y modernización preconizadas por la nueva filosofía ilustrada; procedente de Francia. España poseedora de un gigantesco imperio, trató de potenciarlo hasta el máximo con la mejora de las comunicaciones y el desarrollo de su comercio; las fuentes de riqueza se habían diversificado y la lucha política escondía intereses coloniales muy claros por parte de todas las potencias europeas. Además los nuevos tiempos venían acompañados de avances tecnológicos en todos los órdenes (agricultura, ingeniería, navegación, cartografía, etc.) por lo que la realización de expediciones denominadas ilustradas; que recorrieron los confines de los imperios, fueron el modo de ensayar los más recientes métodos.
España a la par que enviaba comisiones destinadas a conocer la riqueza natural de los territorios americanos y oceánicos, potenciadas desde distintas instituciones civiles, intentó no descuidar el estudio de las ciencias teóricas y matemáticas. Éstas eran entonces fundamentales para hacer progresar uno de los motores básicos de los gobiernos ilustrados: el ejército, y en particular la Marina.”
Frase extraída de la obra:
RIPOLL NAVARRO, Mª Dolores. A las órdenes de las estrellas: La vida del marino Cosme de Churruca y sus expediciones a América. Madrid: CSIC-Dpto. de Publicaciones, 1995. ISBN 8400074580.
Dolores González-Ripoll Navarro es investigadora contratada del programa Ramón y Cajal en el Instituto de Historia del CSIC desde el año 2004.