En nuestro mundo actual existen lugares que son como laboratorios naturales, que sirven a los científicos para conocer qué pasó en tiempos muy remotos o cómo va a evolucionar el planeta en los próximos milenios. Además, de sus recursos se están extrayendo elementos que pueden paliar y curar ciertas dolencias. Muchos de estos parajes son de naturaleza acuática, y dado el desconocimiento que existe sobre este medio, del que algunos investigadores sostienen que apenas conocemos el 5%, es muy recomendable saber más de estos espacios.
Uno de ellos es el lago Baikal, en Rusia, que durante millones de años ha facilitado la vida a los pobladores de sus orillas, ha proporcionado alimento y curas para ciertas enfermedades, y se convertía en vía de comunicación cuando se helaba. Ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1996.
Hoy la Ciencia tiene una deuda con esta extensión de agua dulce, que permite entender cómo fue la vida hace milenios, pero que también está proporcionando datos sobre cómo se formaron los océanos y parece que también es el embrión de uno nuevo.
El Lago Baikal
Este gran lago está ubicado en un lugar remoto de Rusia, cerca de Mongolia, en el sureste de Siberia y mide unas 3.15 millones de hectáreas. Tiene varios récords, como el de ser el más antiguo (25 millones de años) y el más profundo del mundo (alcanza los 1.637 m.). Su lecho está cubierto de sedimentos acumulados durante todo este tiempo, por lo que se calcula que tiene una capa de un espesor cercano a los 7 kilómetros.

Comparación de la profundidad de tres grandes lagos
Contiene el 20% de la reserva total de agua dulce no congelada del mundo. En invierno se convierte en una llanura blanca moteada de espectaculares montículos de hielo, cuya transparencia insólita se debe a la pureza de sus aguas.
Tiene una de las faunas más ricas e inusuales de la Tierra, debido a su edad y al aislamiento geográfico. Alberga 848 especies únicas de animales que no se pueden encontrar en ningún otro lugar.

Foca del Lago Baikal (Pusa sibirica) llamada también nerpa. Fuente.
Ha sido considerado un lugar sagrado y, de hecho, aún se pueden hallar en sus orillas algunas de las tallas que ciertas tribus levantaron allí. Entre las divinidades vinculadas con el agua destaca Uha Loson (o Usan Khan), el señor de los espíritus del lago (Sarengerel, 2000).

Golomianka (Comephorus). Este pez habita en el lago Baikal, tiene una piel transparente, sin escamas ni vejiga natatoria. Fuente.
La Ciencia estudia el lago Baikal
Una de sus ventajas, especialmente para quienes viven cerca, es que el agua es tan transparente y posee tanta calidad que se considera potable gracias a la concienzuda limpieza que efectúan los microorganismos que habitan en ella (incluso se estudia el uso de algunos de ellos para limpiar derrames de petróleo en otras aguas). Hay un pequeño cangrejo llamado epishura que filtra el agua a través de su organismo y contribuye a mejorar la calidad de ésta. De hecho, se puede ver el fondo a 50 metros de profundidad.
Además de la riqueza biológica, que es de un valor excepcional para la ciencia evolutiva, se sabe que su agua tiene propiedades curativas, y de hecho todavía hoy se usa para algunos tratamientos de salud.
El lago también resulta apropiado para capturar neutrinos, unas partículas muy esquivas que pueden suministrar datos de la estructura del espacio y de lo que sucede en otras galaxias, así como en la nuestra. Por ello se ha instalado en él un inmenso telescopio.
Está naciendo un nuevo océano
Pero el lago Baikal no es sólo importante por sus cristalinas y medicinales aguas y su riqueza biológica para estudiar el pasado, o para conseguir remedios para recobrar la salud, sino que recientes estudios de científicos rusos parecen mostrar que su crecimiento anual es la prueba de que se está formando un nuevo océano en su fondo.
El geólogo Dr. Sergey Krivonogov ha coordinado un importante estudio sobre la región, y concluyó que Baikal es un océano embrionario. Aunque admite que todavía faltan análisis, tras revisar los procesos tectónicos acaecidos en los últimos 700.000 años en la placa terrestre donde se asienta el Baikal, se ha comprobado que las orillas del lago se separan unos 2 milímetros al año, mientras que las montañas circundantes aumentan cada año entre 5 y 6 milímetros, lo que hace pensar que se está formando un océano y que, sino hay variaciones, éste emergerá dentro de unos millones de años.

Lago Baikal en un mapa del s. XVIII. Fuente: Biblioteca Nacional de España
Así que esta extensión de agua que ya ostenta varios records (la más grande, la más profunda y la más antigua), parece ser que también es el origen del futuro océano que en unos cientos de miles de años va a surgir.
Más información
COSTLOW, J. & ROSENHOLM, A. Meanings and Values of Water in Russian Culture. London: Routledge, 2016.
Lake Baikal to become a new ocean – but not for 20 million years, say scientists. The Siberian Times, 2017.
The Old Man or The Sea. Volcano Cafe, 2016.
Video. 2′
[…] del conocimiento de nuevas especies marinas y del nacimiento de nuevos océanos, como el que se está formando en el lago Baikal (Rusia) o el que está surgiendo en el cuerno de África. Sigue siendo necesario realizar grandes […]
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