Este impresionante atlas del siglo XVI pertenece a la escuela de Dieppe, un centro de formación renacentista francés que se caracterizó por su magnífica decoración en los márgenes de las cartas, llenas de color y porque en el interior de ellas incluye también escenas de la época. Es muy desconocido, a pesar de que es de gran utilidad para saber los conocimientos geográficos del momento.

Una embarcación manca dibujada en las aguas del O. Atlántico. Atlas Vallard
Los contenidos
Al comienzo de la obra trata el ciclo solar y añade un calendario. La parte cartográfica propiamente dicha se compone de 15 portulanos sobre pergamino, en los que el sur se halla en la parte superior, como ocurre muy frecuentemente con la cartografía medieval, especialmente en la tradición musulmana.

Carta de África oriental. Está orientado al sur. Atlas Vallard.
Las tres primeras cartas recogen una parte de la costa de Asia y posiblemente de lo que hoy es Oceanía. Las siguientes representan territorios africanos, americanos y europeos.

La Península Ibérica. Originariamente esta imagen aparece girada 180º (orientada al sur), pero la hemos vuelto para que se pueda apreciar mejor. Si se observa detenidamente, las figuras están cabeza abajo por la orientación original.
Por supuesto, en este atlas están cartografiados algunos mares, como el Océano Atlántico, el Adriático o el Mar Egeo.

Carta del Océano Atlántico
La nomenclatura aparece en letras minúsculas, con tinta de colores negro y rojo, y en dorado para las áreas geográficas.

Carta de Java. Detalle de la escena. Atlas Vallard.
La autoría
Se suele atribuir al navegante y cartógrafo francés N. Vallard (que lo firmó en 1547). A pesar de que es de la escuela franca, tiene un fuerte componente luso, y ésto puede ser porque su autor se inspiró en cartografía procedente de este reino.

Portada del atlas, en la que aparece el nombre de Nicolás Vallard bajo la esfera armilar
Peculiaridades e innovaciones
Un rasgo muy destacable de esta obra es que parece que muestra una parte de la costa de Australia más de 200 años antes de que algunos marinos peninsulares y Cook llegaran al continente austral. En la escuela de Dieppe se representaba a menudo este territorio, entonces desconocido, pero del que posiblemente tenían noticias por viajes previos, crónicas indígenas o textos antiguos.

Parte sur del este del continente asiático (Indias orientales y «la Java»). Se puede apreciar en la parte inferior la costa que algunos autores atribuyen a Australia. La carta se ha girado 180º para que se pueda apreciar bien el territorio cartografiado. Atlas Vallard.
También en él encontramos una de las primeras representaciones del territorio canadiense, de sus habitantes, de su fauna y flora.

Detalle de la carta de América del Norte. Escena del Atlas Vallard
Variaciones
Las cartas numeradas como 14 (Mar Adriático) y 15 (Mar Egeo) parecen ser obra de otro autor, ya que cambia la técnica cartográfica y estilo artístico. Hay variaciones muy visibles, como en la del Mar Egeo, en la que la orientación no es al sur, sino al este.

Detalle del Mar Egeo. La carta está orientada al este. Atlas Vallard.
Aparte del carácter técnico, lo más destacable son sus escenas de la vida cotidiana de los habitantes de los lugares cartografiados, tanto las que aparecen en las cartas como las que incluye en los márgenes. Sin que sean demasiado realistas, ya que tienen cierto carácter bucólico y fantástico (por ejemplo, la presencia del Preste Juan en África responde a un mito medieval), son de una gran belleza y estética.

El supuesto reino del Preste Juan en África. Escena del Atlas Vallard
Otro aspecto muy visible son las magníficas rosas náuticas (numerosas en cada carta, con las habituales 32 líneas de rumbo en negro, rojo y verde para las direcciones principales), las embarcaciones y los monstruos marinos que aparecen dibujados.

Carta de Java. Detalle. Atlas Vallard
Hay varias copias de este atlas, una en la Universidad de Berkeley (de la que hemos tomado estás imágenes, agradeciendo la cortesía) y otra en la colección Huntington (California, EE.UU.), de la que la editorial Moleiro ha hecho un facsímil.
En síntesis, el desconocido atlas Vallard suma al interés como fuente y como documento básico para entender las geografía más avanzada de la época, las escenas dibujadas, tanto dentro como en el margen de las cartas, además de su increíble belleza.
Más información
HERVÉ, R. Découverte fortuite de l’Australie et de la Nouvelle-Zélande par des navigateurs portugais et espagnols entre 1521 et 1528. Paris: Bibliothèque Nationale, 1982.
[…] cartógrafos españoles como Alonso de Santa Cruz, Juan de la Cosa, Mateo Prunes; franceses como Vallard, italianos como Agnese, Forlani, Fra Mauro, Pareto y turcos como Piri Reis. Casi todos contienen […]
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