Hay portulanos que son difíciles de datar, aunque por sus características se pueden enmarcar en una escuela o en un periodo determinado. Es el caso de esta carta custodiada en la Biblioteca Nacional de España (BNE, Ms 12680). De este mismo período ya hemos tratado otros, cuyos autores sí que han podido ser identificados, como son los de Agnese (1541), Prunes (1559) y Forlani (1569).
Este documento anónimo recoge la cuenca mediterránea y las regiones ribereñas y, como el resto de los de su época, contiene la toponimia costera para identificar los puertos y lugares de fondeo, y éstos se hallan orientados perpendicularmente al mar, rotulando con tinta roja las ciudades más importantes.

La carta portulana completa. Fuente: BNE
Otro aspecto destacable son las líneas rectas en la dirección de los vientos. En algunas de sus intersecciones aparecen genuinas rosas (hasta 16), de distintos tamaños y variada decoración, iluminadas en colores rojo, azul, verde, ocre y oro. También es reseñable la representación de los principales ríos y que los contornos de las costas aparecen marcados en diferentes colores.

Tres rosas de los vientos, situadas en la parte inferior de la carta. Una, la mayor, tiene los 32 rumbos, mientras que las otras dos sólo marcan los 8 rumbos principales.
Sobre la Península Ibérica aparece un gran escudo real sobre el águila bicéfala con coronas en oro, el emblema de los Habsburgo, que representa la unión dinástica de las dos naciones, España y Alemania (Sacro Imperio Romano Germánico). Esto proporciona una evidencia de que en ese momento podía estar gobernando Carlos I o Felipe II, aunque sería más posible que hubiera sido este último o alguno de sus sucesores del mismo nombre, porque ellos fueron también reyes de Portugal.

La Península Ibérica, con el águila bicéfala de los Habsburgo en su centro
Esta carta recoge el símbolo de la religión cristiana y lo sitúa en Tierra Santa, representando el calvario con tres cruces, la central en oro y las otras dos en rojo.

Las tres cruces aparecen localizadas muy cerca de Jerusalén, la ciudad santa. Si la busca en la carta, tenga en cuenta que estará girada 90 grados.
La cartela que se puede ver en el norte de África está decorada, y en la parte superior lleva la luna creciente dorada identificativa del Islam.

En el norte de África encontramos esta cartela, decorada con la luna creciente islámica,
Es curioso que la carta incluya dos escalas gráficas (una al norte y otra al sur, como la que se puede ver en el dibujo anterior), pero sin indicar la unidad de medida utilizada. Según los expertos de la BNE (que son los que han podido trabajar con el portulano original) «cada unidad es de 1,3 cm. y en la parte central de la carta escala de latitudes, el grado mide 2 cm«. También apuntan que el documento es pergamino sobre cartón y encuadernado en piel.
Otra joya más de nuestro Patrimonio Naval, ahora digitalizada y disponible para todos los interesados gracias a la Biblioteca Digital Hispánica.
Más información
Acceda a la carta digitalizada en la Biblioteca Digital Hispánica (BNE).
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