La pequeña localidad de Veli Rat tiene, posiblemente, el faro más hermoso del Adriático. Fue construido en 1849 en Dugi Otok para orientar a los navegantes que entraban al puerto de Zadar. Dugi Otok es una isla alargada, de las más grandes de Dalmacia, que debe su nombre precisamente a su forma.
Este faro fue uno de los construidos dentro del archipiélago dálmata, compuesto de 1244 islas, islotes y peñascos, para facilitar el tránsito marino, y es uno de los que tiene las vistas y los paisajes más impresionantes. Posiblemente la dificultad para entender el idioma nacional del país haya sido uno de los motivos por los que es tan desconocido para el mundo contemporáneo. Sólo cuando se han decidido a escribir en inglés ha sido posible empezar a conocer las múltiples riquezas de estas costas, que en tiempos antiguos fueron apreciadas y codiciadas por muchas civilizaciones mediterráneas.
Según la leyenda, las paredes del edificio se llenaron con miles de claras de huevo para mantenerlo fresco durante el verano, y para que resistieran mejor el mar y los vientos. En el patio del faro hay una vieja iglesia bajo un pino centenario.
Está muy cerca, además, del Parque Natural Telaščica y del Parque Nacional Kornati.
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Un órgano marino espectacular
Cerca de allí hay un órgano marino, diseñado por el arquitecto croata Nikola Basic, que produce música por medio del empuje de las olas (puede verse en la figura inferior), y que se oye a través de una serie de tubos situados por debajo de un gran conjunto de escalones de mármol (escuche el órgano).
Turismo patrimonial en el faro
Una de las formas más utilizadas de re-aprovechar estas magníficas construcciones navales es convertirlas en museos, centros de interpretación, restaurantes o residencias.
Este faro ha sido renovado, y se ha adaptado como estancia para turistas que huyen de las playas abarrotadas, aunque sólo se puede llegar a él con transporte particular.