La acepción que utilizamos aquí para la palabra aparejo es la de conjunto de los palos (árboles), vergas (entenas), jarcias y velas de la galera.
Comencemos por los árboles. Documentalmente sabemos que en 1539, e incluso antes, las galeras tenían dos árboles: maestro o de Mestre y trinquete. Las velas que llevaban eran tres, en tamaño descendente, para el árbol maestro, una para el trinquete, y una vela cuadra, el treu o treo, que servía para correr fortuna. Lo que resulta complicado, ciñéndonos exclusivamente al siglo XVI, aunque el fenómeno se produce en todas las épocas, son las denominaciones de las velas debido a los frecuentes cambios semánticos.
Los árboles de la galera eran palos machos, es decir, palos enterizos sin masteleros. Los árboles acababan en una pieza postiza, el calcés, que se consideraba como pieza de tallamen o motonería. El calcés tenía dos vaciados, las cajeras, en donde se alojaban las roldanas que servían para el laboreo de los amantes que sostenían la entena, la cual se atracaba al árbol mediante el aparejo de troza o de troceo. Los árboles se aguantaban mediante unos cabos llamados costeras, que se hacían firmes a las bandas de la galera en unas cadenas de hierro, que portaba en su extremo un gancho, denominado alacrán, en el cual se engazaba el aparejo que servía para tensar las costeras.
En cuanto al sistema de dirección, al comenzar el siglo, las galeras llevaban el timón de roda (en ocasiones escrito como rueda), también llamado a la bayonesa, complementado con dos timones latinos o de caja. Estos, colocados en cada banda de la popa de la galera, de la misma manera que en las naves romanas, se utilizaban para entradas y salidas de puerto y en pasos estrechos por su mayor efecto, mientras que el timón de roda se utilizaba en mar abierto, que no exigía tanta precisión en el rumbo como en los casos anteriores.
La iconografía sobre el uso del timón es limitada en la primera mitad del siglo (Tapices de la Conquista de Túnez), y amplia y detallada la correspondiente a la segunda mitad: Palacio del Viso; Sala de las Batallas del Escorial; grabado de la galera del Adelantado de Castilla de la Biblioteca del Palacio Real. En ellas aparece el timonero, bien dentro de la carroza, bien sobre la bancaza o tabla situada sobre el dragante, al exterior de la carroza y separada de esta por el sobredragante, que hace las funciones de antepecho.
Por carroza se entiende la estructura de madera situada a popa de la galera, a continuación de la espalda, que, cubierta por un tendal o encerado, servía de cámara y habitación a los oficiales de las galeras. Esta construcción estaba formada por unas estructuras laterales, las garitas, que sostienen una gran viga longitudinal, la pertegusa o flecha, colocada en la dirección proa-popa. Durante el siglo XVI existieron dos modelos de estructura de la carroza. Uno que hemos bautizado como “carro catalán” por asemejarse a la cubierta de ese vehículo, y otro que llamamos “tienda de campaña” por idéntica razón.
Autor: Pedro Fondevila Silva
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