Viento es una corriente de aire producida por causas naturales, unas constantes y otras variables. Estas corrientes han determinado durante siglos la navegación, facilitando el avance de las naves, retardándolo o simplemente no permitiéndolo.
El viento se considera, básicamente, bajo dos aspectos, que son su Fuerza y su Dirección. Según la Fuerza o intensidad del viento, existían numerosas denominaciones, muchas sinónimas, sin que hubiese una escala definida de nombres.
La Dirección puede contemplarse según el ángulo que forma con la proa del buque, o con arreglo al punto geográfico o rumbo de donde sopla. Este último aspecto, con designaciones basadas en referencias terrestres, que tienen su origen en los nombres romanos de los vientos, es una característica destacada de la lengua marinera mediterránea.
Aquí sólo vamos a ver la división primera, dejando para próximas entradas las otras.
● Viento según su intensidad. La falta de una escala normalizada de la intensidad del viento, que no aparecería hasta el S. XIX, hace que muchas de las voces, con que se adjetiva al viento, puedan tener distinto significado según la persona que lo emplee y la embarcación de que se trate. Es frecuente, también, que se exprese la fuerza del viento por los efectos que produce en la mar, o por su conveniencia para la derrota que se pretende seguir. En consecuencia, es necesario estudiar ampliamente el texto, para poder entender el significado que da el autor a la voz que empleó. A continuación, se relacionan diferentes términos en una lista no exhaustiva, asociándolos a las denominaciones actuales.
Afortunado. Entre temporal y borrasca.
Blando. Entre bonancible y fresquito.
Bonancible. Como el actual bonancible.
Borrasca. Equivale a temporal en su límite alto, con el matiz de violento.
Bravo. Entre duro y muy duro.
Calma. Corresponde a los actuales calma, ventolina y flojito.
Calma muerta. Lo mismo que Calma chicha. Corresponde a la actual calma con velocidad del viento 0 m./s.
Desatado. Equivalente a temporal.
Deshecho. Lo mismo que temporal.
Embravecido. Equivalente a fresco.
Escaso. Lo mismo que el actual flojito.
Felicísimo. Lo mismo que Próspero, entre bonancible o fresquito.
Floxo. Igual al actual flojo.
Fortuna. Sinónimo de temporal o borrasca.
Forzoso. Entre frescachón y duro.
Fresco. El mismo significado que la voz fresco actual.
Fresco, algo. Entre fresquito y fresco.
Fresco, muy. Entre los actuales fresco y frescachón.
Fresquísimo. Igual a frescachón.
Fresquito. Como el actual fresquito.
Fuerte, muy. Entre frescachón y duro.
Grandísimo. Equivalente a temporal o borrasca.
Poco. Lo mismo que ventolina.
Poderoso. Lo mismo que temporal.
Próspero. Viento que permite un buen andar al buque, sin incomodar por la mar ni tener que estar pendientes de la maniobra. Viento entre lo que hoy llamaríamos bonancible o fresquito.
Recio. Viento que hoy llamaríamos fresco.
Reforzado. Lo mismo que temporal o borrasca.
Suave. Lo que hoy llamaríamos bonancible.
Tempestad. Lo que hoy es temporal.
Tormenta. Temporal. Lo mismo que borrasca, fortuna y tempestad.
Tornada. Tempestad.
Vago. Lo que hoy denominaríamos ventolina.
Ventolina. Equivalente al los actuales ventolina o flojito.
Vientecillo. Equivalente a flojo.
Fuente: Diccionario Español de la Lengua Franca Marinera Mediterránea, de Pedro Fondevila Silva (2011).
[…] con la proa. Sucede en este aspecto, aunque en menor grado, lo mismo que en el punto anterior [los nombres de los vientos marinos en la Historia (I)], por lo que se sigue el mismo procedimiento. Buen viento. Lo mismo que viento favorable. […]
Me gustaMe gusta
[…] el mapa mundi superior aparecen 12 vientos romanos, cuyas denominaciones han variado según la época. Hacemos una enumeración de estos vientos, en sentido de las agujas del reloj, a partir del […]
Me gustaMe gusta