El Faro de Cabo de Palos está situado al este del Cabo de su nombre, sobre el montículo más alto que posee, donde existió una antigua torre vigía, y en la parte más rocosa y sobresaliente del precioso pueblecito pesquero de Cabo de Palos, que da comienzo a la gran urbanización turística de la Manga del Mar Menor. Concretamente se sitúa en un promontorio rocoso, último macizo montañoso de la sierra costera de Cartagena, que en este punto se pierde bajo el mar para volver a surgir en las islas Hormigas.
Desde el aire, el peñón parece un fabuloso, un extraño animal marino de reluciente morro que llevara en el lomo la casita del Faro, un poco como aquella ballena que transportaba la isla legendaria de San Borondón.
La historia de la población de Cabo de Palos, o CaboPalos, como lo denominan algunos de sus habitantes, se adentra en la noche de los tiempos como una prolongación costera de la histórica ciudad de Cartagena, que tantos y diversos nombres ha recibido según fueron sus conquistadores y pobladores. Como muchas de las ciudades bañadas por el Mare Nostrum, con importantes cabos y puertos, por su cercanía con la costa africana, tiene en su haber conquistas cartaginesas, fenicias, egipcias, griegas, romanas…
Ello ha dado lugar a que sus costas sean un hervidero de barcos hundidos, algunos conocidos, y muchos dormidos en el olvido para siempre en sus profundidades. Posiblemente las leyendas y mitos que existen sobre naufragios no sean ni mucho acordes con la realidad, pero porque la mayoría se quedan cortas.
Entre sus naufragios cabe destacar los de el Southampton, el Casenga, el Izaro, el S.S. Haendel, el Nova América y el Sirius, entre otros. El Sirius es el más conocido de todos. Era un trasatlántico italiano que naufragó al chocar con la punta del “bajo de Fuera”, durante la madrugada del 5 de agosto de 1906, con 822 pasajeros a bordo. Sus restos, al partirse en dos, se encuentran diseminados por ambas caras del bajo.
La historia de este faro se remonta al reinado de Carlos I, y por lo que respecta al Cabo de Palos, lugar especialmente estratégico, sabemos ya de la existencia de guardas cuya misión consistía en avistar cuanto antes y dar aviso de la presencia de las fustas, galeras y saetas enemigas.
Es en la época de Felipe II cuando se emprende la elaboración de un sistema completo de defensa de las costas, cuyos responsables más directos son los ingenieros italianos Vespasiano de Gonzaga y Juan Bautista Antonelli, quienes, durante el verano de 1570, recorrieron cuidadosamente el litoral del reino de Murcia.
En la más detallada y exacta descripción puede encontrarse que el acta de recepción de la obra fue en 18 de diciembre de 1864, que firmaron el ingeniero Jefe don Juan Moreno Rocafull, el ingeniero segundo encargado de las obras don Evaristo de Churruca, los ayudantes y el contratista.
El edificio afecta en su planta la forma de un cuadrado, teniendo de lado 20 metros de longitud. Sobre la cornisa se eleva un torreón de 2,20m. por 3,20 metros.
Los fondos marinos que rodean el entorno forman una de las reservas mas importantes del Mediterráneo.
Tiene preciosas bahías o ensenadas, aquí denominadas calas, como Cala Túnez, que se encuentra junto al faro; Cala Fría y Cala Roja en la parte izquierda; y otras como Cala La Galera, Cala Las Escalerillas, Cala Botella, Cala Las Melvas, Cala Avellán, Cala Medina y Cala Flores, una de las más famosas.
Que lástima de dejadez informativa. Estuve casi 3 meses en Cartagena, sirviendo a la Armada, nadie menconó el interés de este monumento y su entorno
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Haz clic para acceder a 1865_tomoI_20_01.pdf
Con un saludo.
Ricardo
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Muchas gracias, Ricardo, por adjuntar la dirección electrónica en la que se halla la descripción del Faro de Cabo de Palos originaria del siglo XIX. Saludos.
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Reblogueó esto en Los faros del mundo.
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