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Posts Tagged ‘Aceite de oliva’

Por José Mª Lima Reina, alumno del Máster en Historia y Patrimonio Naval

Descripción y ubicación

El Faro de Cabo de Gata está situado en el cabo del mismo nombre en la provincia de Almería (España). Se encuentra justamente en el límite de la demarcación costera que separa los Departamentos Marítimos de Cádiz y Cartagena. Se levantó sobre el patio central del Castillo de San Francisco de Paula, en la colina que los romanos denominaron “promontorium charidemi”, que podemos traducir como el Promontorio de las Ágatas, debido a la cantidad de piedras semipreciosas que se podían encontrar en los alrededores. Quizás la contracción gramatical de ágata dio origen a su nombre actual.

faro caba de gata

El faro hoy forma parte del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, que es un espacio marítimo-terrestre que cuenta con 63 kilómetros de costa, con numerosos acantilados y fondos marinos catalogados como los mejores del Mediterráneo.

Almería situada en el mapa peninsular

Almería situada en el mapa peninsular

Historia

El Cabo de Gata está habitado desde tiempos inmemoriales. Fue un lugar de paso de los fenicios hacia Tartesos y el lugar de unión entre los dos continentes del Este del Mediterráneo. Ptolomeo lo incluye en el paso entre Portus Magnum y Baria. Las fuentes romanas informan que en sus playas había cornalinas blancas, ágatas y rubíes entre otras piedras semipreciosas. Durante siglos estas aguas han sido objeto de continuos ataques de piratas de Berbería, por lo que fortificar y artillar este promontorio ha sido una vieja aspiración de sus pobladores.

Conralinas

Cornalinas obtenidas en el sur de España

El castillo de San Francisco de Paula fue construido durante el reinado de Felipe V en la primera mitad del siglo XVIII, y servía como defensa de costa. El castillo fue destruido durante la guerra de la independencia española y actualmente sólo se conserva el muro de la base.

Hay que señalar que el proyecto de construcción del faro tardó más de una década en llevarse a cabo, debido a las diferencias entre varios estamentos, el Ejército, la Marina y el Ministerio de Obras Públicas. Con la construcción del faro se pretendía avisar a los navegantes de la peligrosa Laja del Cabo, un arrecife situado a una milla marítima del mismo.

Ruinas del castilllo

Ruinas del castilllo

El proyecto original de construcción fue aprobado el 31 de julio de 1861 por una Real Orden (R.O.). El 29 de agosto de 1863 se aprueba por otra R.O. que el 30 de abril de ese mismo año se ilumine un faro de 2º orden en el Cabo de Gata.

Descripción

El faro cuenta con una torre de 18 metros de altura y se iluminó con una lámpara alimentada en un principio con aceite de oliva. A partir de 1882 se usó la parafina y por último, desde 1902, petróleo. En 1973 entró en servicio un radiofaro y dos años más tarde se modificó la instalación luminosa. Los sistemas de ayuda quedaron terminados cuando en febrero de 1978 se instaló en el faro una sirena de alcance.

El faro, en su estratégica posición

El faro, en su estratégica posición

La torre actual tiene una planta troncocónica. Está situada en el centro de la circunferencia de la parte curvada del castillo, pero separada del edificio. Actualmente se encuentra en funcionamiento y en perfecto estado. Está considerado como un bien de interés cultural.

Naufragios

La privilegiada situación de este faro tiene como parte negativa que sus costas son peligrosísimas. De hecho, ya en 1613 aparece documentado el naufragio de la galera Patronal Real, que se dejó “un pedazo de la quilla”. Desde entonces han sido muchos los barcos allí encallados.

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Enumeramos algunas de las naves de diversas nacionalidades que se han quedado allí varadas: en 1777 un buque napolitano, el San Francisco de Paula; en 1881 dos embarcaciones francesas (Ana Mª y Major); 1896 el inglés South Wales; el Galatz (1900) un vapor francés; en 1901 un laud, el Flamenco; un vapor portugués, el Trazaria en 1917; en 1927 otro vapor francés, el Henry Desmarais. En el año 1928 naufragó el buque checoslovaco Arna, tras colisionar contra la Laja del Cabo. No hubo víctimas gracias a que el buque tardó varios días en hundirse (ver video).

Todo ello sin contar los que yacen allí, embarrancados porque se hundieron como consecuencia de los dos grandes conflictos mundiales del siglo XX, o las múltiples barcas malogradas de pescadores del litoral.

Restos del Arna

Restos del Arna

Anécdotas sobre el faro

Entre las curiosidades sobre la historia del faro cabe destacar la ocurrida durante la madrugada del 11 de diciembre de 1917 cuando el capitán del vapor inglés Nellore creyó ver a los torreros del faro emitir señales en código Morse. De las posteriores investigaciones se dedujo que no eran señales en Morse, sino que los torreros estaban limpiando los eyectores de la lámpara. Al menos esa fue la explicación oficial.

El 14 de julio de 1937, en plena guerra civil, las instalaciones sufrieron un ataque aéreo produciéndose numerosos daños, a pesar de ello el faro siguió funcionando con normalidad.

Merece la pena visitar el lugar por las impresionantes vistas, sobre todo las puestas de sol y la panorámica de la playa de las Salinas.

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La cala de las sirenas

Debajo de la colina del faro se puede contemplar el denominado arrecife de las sirenas, que es en realidad el resto de una antigua chimenea volcánica (conducto de unión entre la cámara magmática y el exterior del cráter volcánico), que se vio sometida a un proceso de erosión diferencial. En la actualidad ofrece unas vistas inmejorables del Mediterráneo Sur, y en ella se pueden observar las focas monje, a las que sus antiguos pobladores llamaban sirenas.

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La cala de las sirenas vista desde el faro

Fuentes bibliográficas

Guía multimedia de los faros de España. Puertos del Estado. Ministerio de Fomento, 2003.

Videos

Faro de Cabo de Gata

Hundimiento del Arna

Pecio del Arna

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El Faro de Cabo de Palos está situado al este del Cabo de su nombre, sobre el montículo más alto que posee, donde existió una antigua torre vigía, y en la parte más rocosa y sobresaliente del precioso pueblecito pesquero de Cabo de Palos, que da comienzo a la gran urbanización turística de la Manga del Mar Menor. Concretamente se sitúa en un promontorio rocoso, último macizo montañoso de la sierra costera de Cartagena, que en este punto se pierde bajo el mar para volver a surgir en las islas Hormigas.

Desde el aire, el peñón parece un fabuloso, un extraño animal marino de reluciente morro que llevara en el lomo la casita del Faro, un poco como aquella ballena que transportaba la isla legendaria de San Borondón.

La historia de la población de Cabo de Palos, o CaboPalos, como lo denominan algunos de sus habitantes, se adentra en la noche de los tiempos como una prolongación costera de la histórica ciudad de Cartagena, que tantos y diversos nombres ha recibido según fueron sus conquistadores y pobladores. Como muchas de las ciudades bañadas por el Mare Nostrum, con importantes cabos y puertos, por su cercanía con la costa africana, tiene en su haber conquistas cartaginesas, fenicias, egipcias, griegas, romanas…

Ello ha dado lugar a que sus costas sean un hervidero de barcos hundidos, algunos conocidos, y muchos dormidos en el olvido para siempre en sus profundidades. Posiblemente las leyendas y mitos que existen sobre naufragios no sean ni mucho acordes con la realidad, pero porque la mayoría se quedan cortas.

Entre sus naufragios cabe destacar los de el Southampton, el Casenga, el Izaro, el S.S. Haendel, el Nova América y el Sirius, entre otros. El Sirius es el más conocido de todos. Era un trasatlántico italiano que naufragó al chocar con la punta del “bajo de Fuera”, durante la madrugada del 5 de agosto de 1906, con 822 pasajeros a bordo. Sus restos, al partirse en dos, se encuentran diseminados por ambas caras del bajo.

La historia de este faro se remonta al reinado de Carlos I, y por lo que respecta al Cabo de Palos, lugar especialmente estratégico, sabemos ya de la existencia de guardas cuya misión consistía en avistar cuanto antes y dar aviso de la presencia de las fustas, galeras y saetas enemigas.

Es en la época de Felipe II cuando se emprende la elaboración de un sistema completo de defensa de las costas, cuyos responsables más directos son los ingenieros italianos Vespasiano de Gonzaga y Juan Bautista Antonelli, quienes, durante el verano de 1570, recorrieron cuidadosamente el litoral del reino de Murcia.

En la más detallada y exacta descripción puede encontrarse que el acta de recepción de la obra fue en 18 de diciembre de 1864, que firmaron el ingeniero Jefe don Juan Moreno Rocafull, el ingeniero segundo encargado de las obras don Evaristo de Churruca, los ayudantes y el contratista.

El edificio afecta en su planta la forma de un cuadrado, teniendo de lado 20 metros de longitud. Sobre la cornisa se eleva un torreón de 2,20m. por 3,20 metros.

Los fondos marinos que rodean el entorno forman una de las reservas mas importantes del Mediterráneo.

Una morena. De este animal ya hablaba Plauto en sus obras, en la Antigüedad.

Tiene preciosas bahías o ensenadas, aquí denominadas calas, como Cala Túnez, que se encuentra junto al faro; Cala Fría y Cala Roja en la parte izquierda; y otras como Cala La Galera, Cala Las Escalerillas, Cala Botella, Cala Las Melvas, Cala Avellán, Cala Medina y Cala Flores, una de las más famosas.

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Portopí es un puerto natural que se encuentra en la isla de Mallorca. Hay testimonios arqueológicos y relatos de la conquista cristiana que avalan ya su utilización como fondeadero en el siglo IX por parte de los musulmanes, que incluso habían construido torres para la vigilancia de las costas.

Su faro es uno de los mas antiguos en funcionamiento, en concreto es el tercero del mundo tras la torre de Hércules y el faro de Génova. Ha iluminado durante mas de 600 años la entrada al puerto con aceite de oliva. Se tienen noticias de su existencia desde el siglo XIII, cuando los almohades utilizaban el puerto como refugio en las aguas del Mare Nostrum. En las crónicas medievales se han encontrado muestras de su actividad, y de la costumbre de algunos vecinos de apedrear sus vidrios (abajo se dedica un apartado a ello).

Durante el siglo XVII se cambió su ubicación al otro lado de la bahía, tras la construcción del fuerte de San Carlos, y el faro se llevó a la antigua torre de señales, donde se halla hasta el momento.

En el faro de Portopí se realizó el cambio a la parafina de Escocia en 1893, diez años después que en el resto, momento en el que se sustituyó la vieja linterna de madera por una moderna cilíndrica de montantes metálicos, y también se instaló una óptica catadióptrica con lámpara Maris de una mecha.

La torre se electrificó en 1918, aunque nueve años después se volvió a sustituir su óptica, colocando en su lugar otra catóptrica (de reverberos), siendo actualmente el único faro español que ilumina con una óptica de estas características.

En 1972 se decidió apagar su luz por considerarla innecesaria, pero teniendo en cuenta la trayectoria histórica de esta señal se decidió volver a encenderla dos años después. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1983.

Actualmente en el edificio del faro hay una exposición permanente, considerada de la mejores de Europa, donde se muestran los equipos y señales marítimas utilizadas a lo largo de la Historia. Arriba se reproduce la fotografía de una de las salas y abajo un cuadro con señales marítimas impresas, con la torre del faro de Portopí en el centro.

Historias del faro en la época medieval

Durante el siglo XIV hay documentos que atestiguan la existencia del oficio de farero, entonces llamado custodio de la cadena y de la torre del faro, que cobraba 30 sueldos al mes.

Precisamente el faro de Portopí constituyó una de las estructuras determinantes en el desarrollo del puerto medieval de la ciudad mallorquina. En activo durante el siglo XIII, Jaime II lo cita expresamente en su testamento de 1306, al mandar que debía permanecer encendido desde el 8 de septiembre hasta Pentecostés.

El cuidado del faro iba a expensas de los procuradores regios, cuyos registros dejan constancia de los gastos anuales generados por el sueldo del operario, los costes fijos de funcionamiento o las pertinentes reparaciones. Así, por ejemplo, en 1311, Berenguer Isern era el “Guardia dela Torra del ffarao con una mensualidad de 25 sueldos”, y su funcionamiento representaba «el consumo de doce jarras de aceite al mes que, a 2 sueldos por jarra, suman 10 libras y 16 sueldos. 1 libra, 4 sueldos y 11 dineros se van en velas de sebo y algodón con que elaborar los pabilos y en el transporte del aceite desde la plaza de la Cuartera hasta el muelle para su posterior traslado a Portopí”.

La reforma realizada en 1339 supuso un desembolso de 3’5 libras en mano de obra, estaño y vidrio. Un año después, el vidriero Andrés Morell estuvo trabajando tres días en el farol, necesitando “9 libras ponderales de cristal con coste de 1 libra y 1 sueldo, a razón de 16 dineros la libra”. El deterioro no sólo se producía por el lógico desgaste del faro, siendo los propios ciudadanos los causantes de los desperfectos.

Precisamente por ello, en 1385 el gobernador Sagarraga determinó las penas para quienes apedrearan el faro de Portopi, distinguiendo entre los menores de 12 años, a quienes se castiga con “un día de posición en la picota”, y los mayores, castigados con penas de muerte o mutilación de puño, según se hubiera hecho el apedreamiento de dia o de noche (Sevillano Colom).

Visión de 360 grados, de lo que se puede ver desde el faro.

Visita virtual al faro (ojo, hay que activar las flechas con el ratón para ir seleccionando salas e is

Más información

– ORTEGA VILLOSLADA, A. Puertos y fondeaderos de la Bahía Palmesana en la Edad Media. Acta Historica et Archaeologica Mediaevalia, 2008, 29.

– SEVILLANO COLOM, F. Historia del puerto de Palma de Mallorca. Palma, 1974, p. 35.

– En una excelente web, de las mejores del mundo sobre faros, se pueden encontrar, entre otras muchas cosas, la localización exacta de esta torre de señales y un magnífico folleto sobre la exposición señales marítimas de Portopi.

Video

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Uno de nuestros colaboradores, Pero el Nauta, nos ofrece, desde su profundo conocimiento histórico del tema, tanto por profesión como por su lugar de nacimiento, el tiempo que se debe dedicar a cocer y cómo hacer los mariscos, pulpo y algunos pescados. Quiere compartirlo con tod@s nosotr@s.

 

MARISCOS

Percebe. Se echa sobre el agua hirviendo. Si es pequeño, se puede retirar cuando comience a hervir el agua de nuevo o continuar el hervor durante medio minuto como máximo; si es grande, un minuto.

Cangrejo de río. Dos minutos de hervor si es pequeño; cuatro si es grande.

Centollos. Piezas de medio kilo, ocho minutos; de un kilo, diez minutos; de dos kilos, diez y seis minutos.

Cigalas. Dos piezas por kilo, ocho minutos. Cuatro piezas por kilo, seis minutos. Seis piezas por kilo, cinco minutos. Diez piezas por kilo, cuatro minutos. Quince piezas por kilo, tres minutos. Veinticuatro piezas por kilo, dos minutos.

Bogavante. Pieza de un kilo, quince minutos. Pieza de dos kilos, veinte minutos. Pieza de tres kilos, veinticinco minutos. Pieza de cuatro kilos, treinta minutos.

Langosta. Pieza de trescientos gramos, diez minutos. Pieza de quinientos gramos, doce minutos. Pieza de de setecientos gramos, quince minutos. Pieza de kilo y medio, veinte minutos. Pieza de dos kilos, veinticinco minutos. Pieza de tres kilos, treinta minutos.

Cangrejos de mar y nécoras. Las piezas pequeñas requieren un minuto de hervor. Cuando alcanzan un peso de ochenta gramos, se hervirán dos minutos, aumentando la cocción un minuto por cada veinte gramos más de peso.

Nota. El tiempo de ebullición debe contarse a partir del momento en que el agua comienza a hervir después de verter en ella las piezas. El agua debe contener 180 gramos de sal por litro y puede aromatizarse con perejil, laurel, cebolla, etc. Es conveniente poner un chorrito de aceite en suspensión en el agua.

PULPO

 Si el pulpo es fresco, si es con congelado no hace falta, hay que golpearlo a conciencia con un palo o, mejor, contra una roca a la orilla del mar. Después de la “paliza” se introduce en agua hirviente, salada con 60 gramos de sal por litro. El agua debe cubrir totalmente la pieza y se mete y saca el pulpo de tres a doce veces, a gusto del cocinero. Para esta operación que se llama “asustar al pulpo” es necesario contar con un gancho. A continuación se deja hervir normalmente. Puede necesitar de una a dos horas para quedar tierno.

PESCADOS

Merluza. Rodajas de un centímetro de grueso, cuatro minutos de hervor. Rodajas de dos centímetros, seis minutos. Cola de medio kilo, doce minutos. Cola de un kilo, veinte minutos.

Rodaballo. Rodajas, entre seis y ocho minutos, según el grueso. Pieza de un kilo, quince minutos. Pieza de tres kilos, veinticuatro minutos.

Lubina. De uno a cinco minutos más que el rodaballo, según peso.

Mero. Rodajas de tres centímetros, doce minutos. Cola de un kilo, diez y ocho minutos. Cola de dos kilos, veinticuatro minutos. Cola de tres kilos, treinta minutos.

Lenguado. De dos a seis minutos, según tamaño de los filetes. La pieza entera de un kilo, catorce minutos.

Cabras. Un minuto de hervor.

Nota. Los pescados deben hervirse en la menor cantidad de agua posible, utilizando un recipiente ajustado al tamaño o cantidad. El hervor debe ser suave para que no se deshaga la carne.

Pero el Nauta

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