Sobre esta enorme estatua se ha hablado y escrito mucho, pero es posible que algunos de los textos no tuvieran en cuenta ciertos factores. Esta semana vamos a tratar de explicarlo a la luz de las nuevas investigaciones. Los rodios, el pueblo que mandó su construcción, eran excelentes navegantes.

El coloso fue una maravilla del mundo antiguo erigida en la isla de Rodas, en el siglo III a. C., para conmemorar la victoria de los rodios ante el asedio de un rey macedonio, Demetrio Poliorcetes (305-304 a. C). Representaba al dios Helios, patrón de la isla y también era una prueba del poder de este pueblo marinero, que quiso que Helios recibiera a los navegantes y presidiera esa parte del Mediterráneo. Fue destruida por un terremoto, al que siguió un maremoto, en el año 226 a. C. Es decir, que presidió la entrada a la isla durante unos sesenta años.

El lugar

Rodas cuenta con dos grandes puertos, Mandraki y Emborio. Según los textos antiguos la estatua estaba cerca del palacio del gran Maestre y cualquier navegante podía ver a Helios cuando entraba al puerto. La morada del jefe de los Caballeros de Rodas era inmensa, por lo que el coloso, del que todavía no se sabe la localización exacta, podía haber estado situado en diversos puntos, unos más cercanos al mar y otros algo más lejanos. Las teorías apuntan a que podía estar en uno de los lados del puerto de Mandraki, como por ejemplo donde actualmente se sitúa el fuerte de San Nicolás.

La posición de Helios

Algunos investigadores han insistido en que se situaba en el puerto y que las embarcaciones pasaban a él a través de sus piernas. Se basan en frases como esta: «Su presencia dominaba el puerto de Rodas, recibiendo a los navegantes con una impresionante bienvenida». Es decir, que según ellos se situaba a horcajadas (con una pierna en cada lado de la entrada al puerto), tal y como puede apreciarse en las siguientes imágenes:

En la imagen inferior puede apreciarse la distancia real que hay entre los dos puntos de acceso (cerca de 50 m), marcados por columnas que se coronan con un ciervo esculpido.

Por lo tanto, parece casi imposible que una estatua tan enorme se pudiera mantener en esa posición tan poco estable, por lo que recientemente se ha publicado que debía estar con los pies más cercanos, tal y como se puede ver en la siguiente imagen. Incluso pudo tener una columna en la que apoyarse.

El material de la estatua

Como el rey atacante había huido precipitadamente, abandonando la mayor parte de su armamento de asedio (entre ellos la famosa Helépolis), los rodios decidieron aprovechar esos materiales para levantar una estatua de bronce gigantesca dedicada al dios Helios, protector de la ciudad, que tenía una altura de entre 30 y 35 m. Se piensa que estaba formada por un armazón de hierro, que pesaría unos 8000 kg, envuelto en bronce (unas 13 tm). Se sustentaba sobre un pedestal de tres niveles de unos 15 m de altura, adecuado a los muros de Rodas, para hacer más imponente la estatua. Probablemente tenía un núcleo de bloques de piedra caliza revestido de mármol gris azulado de Rodas. Filón de Alejandría, un cronista de la época, cuenta que en la parte superior del pedestal había una base de mármol blanco, en la que estaban firmemente incrustadas las plantas de los pies del coloso. Los refuerzos de metal y/o piedra salían de aquí. Los restos de estatuas encontradas responden a esta misma técnica de anclaje en la piedra.

Filón narra que se construyó con piezas fundidas que luego se unieron. De cualquier forma, sigue la polémica al respecto, porque hay autores que mantienen que se usó la técnica de la «cera perdida» (primero se hizo el molde en cera, luego se llenó de metal y posteriormente, una vez solidificado, se vaciaba) para construir las piezas y luego unirlas. Otros piensan que el bronce sólo se usó para recubrir con láminas el armazón de la estatua.

La isla de Rodas era famosa desde tiempos antiguos porque en ella había muchos talleres de fundición y centenares de estatuas. Afortunadamente se han descubierto varios de esos talleres de bronce, que pueden ir aportando buena información sobre el proceso de fundición que se utilizaba en la isla en la época del coloso.

Para acabar

No hay duda de que el coloso de Rodas existió, y de que se levantó en honor al dios de los rodios, Helios. Actualmente se piensa que la posición que tenía presidiendo el puerto no era entre las dos columnas del puerto de Mandraki, sino que estaría sobre un enorme pedestal que le proporcionara estabilidad. Si bien muchos de los autores coinciden en que no estaba a horcajadas, todavía no se sabe con certeza la auténtica localización de la enorme estatua. Siguen, por lo tanto, algunos misterios acerca de una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Más información

ARAGÓN PÉREZ, Alberto. Rodas desde el siglo IV a. C. hasta la conquista de Roma. Ab Initio: Revista digital para estudiantes de Historia, 2012, 3, 6, p. 3-28.

BADOUD, Nathan. The Colossus of Rhodes: Archaeology of a Lost Wonder. Oxford: University Press, 2024.

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