Autor: Pedro Fondevila Silva
Origen de la infantería de la Armada
Desde siempre las embarcaciones de guerra, (galeras, bajeles,…), llevaron hombres de armas con la exclusiva misión de combatir, aunque en la lucha participaban todos los miembros de la dotación (marineros, remeros, etc.). Cuando se crean los tercios, éstos embarcaban en unidades de la Armada para campañas determinadas, desvinculándose de los buques al terminar aquellas. Esta situación cambiará cuando Felipe II decide integrar en la Real Armada a algunos tercios de infantería española de forma permanente, con los nombres genéricos de Infantería de Armada o de Infantería de Galeras. De esta resolución orgánica arranca el Cuerpo de Infantería de Marina, cuya antigüedad ha sido reconocida por el R. D. 1888/1978 de 10 de junio, que dice así:
“El Cuerpo de Infantería de Marina tiene su origen en la disposición de la Secretaría de Guerra de Felipe II por la que se vinculaban permanentemente a la Real Armada algunos Tercios de Infantería Española que, con el nombre genérico de Infantería de Armada, combatieron por tierra y mar basados en las Escuadras de Galeras y Galeones.
Su antigüedad corresponde a la del más antiguo de los citados Tercios, el Tercio Nuevo de la Mar de Nápoles, que se remonta al año 1537.
En 1717, Su Majestad Felipe V reorganizó y asignó de forma definitiva las antigüedades de las diferentes unidades del Ejército y la Armada, concediendo la de 1537 a la Infantería de Marina por Real Orden de 14 de febrero de 1722. Con posterioridad y por sucesivas Reales órdenes y Ordenanzas de 1746, 1748, 1749, 1760 y1781, fue reiterada dicha antigüedad.
No obstante, a lo largo de los años, el Cuerpo de Infantería de Marina ha experimentado diversas vicisitudes en su estructura, por lo que, en alguna ocasión, su antigüedad se ha visto temporalmente discutida e incluso modificada hasta llegar a la situación actual.
Por tanto, considerando suficientemente acreditada la primitiva antigüedad del Cuerpo y que este hecho constituye un legítimo orgullo nacional, por haber sido España la primera en tomar la decisión orgánica de crear una Infantería de Marina, a propuesta del Ministerio de Defensa, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 8 de julio de 1978.
- «DISPONGO
Artículo único.- Se fija el año de 1537 como la antigüedad del Cuerpo de Infantería de Marina.
Dado en Madrid a 10 de julo de 1978.- El Ministro de Defensa D. Manuel Gutiérrez Mellado
«.Los granaderos de la infantería de Marina
Resumiendo lo expresado en los dos apartados anteriores, podemos determinar que desde 1685 la Infantería de Armada y la Infantería de Galeras tenían granaderos. La distinción entre ambas infanterías es pertinente ya que las galeras formaban Cuerpo distinto del de la Real Armada, llegando, incluso, sus soldados a vestir uniformes diferentes hasta la disolución del Cuerpo de Galeras en 1748.
Poco sabemos de los granaderos durante el reinado de Carlos II. Conocemos que existían, al menos en las galeras, y de forma indirecta, aunque este asunto se tratará en el apartado correspondiente, que no tenían un uniforme determinado. No está acreditado que dispusiesen de algún distintivo que les diferenciase de los soldados ordinarios, estribando la diferencia con éstos en la ración y posiblemente, hacia el final del reinado, en algo de dinero como ventaja.
En el reinado de Felipe V, una vez terminada la Guerra de Sucesión, se comienza la reorganización de la Infantería de la Armada mediante la Real Orden de 28 de abril de 1717 que crea los Batallones de Marina.
La citada instrucción, en su primer artículo, establece claramente su propósito:
“1. Siendo indispensable que para el perfecto armamento armamento de los Navíos haya Gente de Guerra que los guarnezca, se ha formado el Cuerpo de Tropas con el nombre de Batallones de Marina, los cuales han de hacer el servicio de mar y tierra en los Bajeles, Puertos y Plazas donde fueren destinados.”
Cada batallón se componía de 600 hombres, repartidos en 6 compañías de 100 hombres, sin contar oficiales. Como queda claro no aparece ninguna mención sobre granaderos, ni siquiera en el apartado de sueldos y socorros. Sin embargo, varios artículos, referentes al servicio, al vestuario y al armamento, nos van a aclarar este asunto:
“Todos los soldados de estos batallones deben ser instruidos en el servicio de Granaderos y siempre que llegue el caso de entrar en guarnición o hacer el servicio en tierra es deberán escoger de cada compañía seis soldados que hagan el servicio de tales Granaderos, de forma que cada batallón forme una compañía del número de treinta y seis soldados y además dos sargentos, los más aptos del batallón y un tambor.”
“Esta compañía deberá ser mandada por el capitán y teniente más antiguo del batallón…”
“Cuando marche todo el batallón lo hará esta compañía así mismo a la vanguardia como las demás compañías de granaderos, terciadas las armas, y las demás compañías al hombro y las banderas las deberán llevar los tenientes más modernos.”
“Todos los soldados, cabos, tambores y pífanos tendrán su birretina de granadero además del sombrero (de tres picos)…”
“El armamento que se ha de dar y han de tener estos batallones deberá ser en esta forma: cada cabo y soldado….., una bolsa granadera de vaqueta con sus arreos y un hacha de mano puesta en ella…”
Resumiendo lo anterior podemos decir que todos los soldados tienen entrenamiento, vestuario y armamento de granaderos; que cuando desfile la compañía de granaderos lo hará en cabeza y al mando de los oficiales más antiguos (distinción), que la compañía de granaderos llevará birretina y bolsa granadera con hacheta (distintivos).
Esta consideración de granaderos a todos los soldados del Cuerpo de Batallones, aunque no se explica, viene, sin duda, motivada por el modo de combatir de la infantería de marina a bordo de los buques; pues, desde que los buques adversarios están a “tiro de pistola” o a “toca penoles” hasta que se llega al abordaje, la infantería combate en primera línea, lanzando granadas y artificios incendiarios al contrario.
Añadir, por último, que la adopción de la birretina o gorra de pelo, (cubierta de piel de oso o de piel de bisonte en las Indias), vino motivada por la necesidad de evitar que la prenda de cabeza, (chambergo en el S. XVII y el sombrero de tres picos en el S. XVIII), estorbase el lanzamiento de granadas.
Buenos dibujos… me gusta mucho el estilo
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