Algunos entendidos en este tema lo primero que pensarán es que Isis, la diosa del Antiguo Egipto, no tenía relación con el mar. Y es así, pero en siglos posteriores, especialmente en la antigüedad clásica grecorromana, se generó una poderosa vinculación con el medio marino, de la que tenemos múltiples ejemplos en la literatura, en la arquitectura y en la epigrafía.

La diosa egipcia
Isis fue sin duda una de las divinidades principales de la civilización egipcia, muy importante tras su matrimonio con su poderoso hermano Osiris. Se les vinculaba con dos de los grandes pilares de la civilización egipcia: el Nilo, fuente de vida, y el mundo de ultratumba. Fue, además, madre de otra deidad, Horus.

El tiempo la convirtió en una de las diosas más relevantes, que presentaba múltiples facetas con sus respectivos rostros. Por ello, los griegos se referían a ella como la de los diez mil nombres, la Gran Diosa, la Soberana de las Dos Tierras, Madre de los dioses, Maga llena de sabiduría…
Isis en la ciudad de Alejandría
La fundación de la ciudad de Alejandría en el delta del Nilo fue importante en esta cristalización del mito isiaco. Sus nuevos gobernantes, los Ptolomeos, eran de ascendencia helena lo que supuso la llegada masiva de emigrantes griegos, que llevaron nuevos aires a Egipto. El centro de gravedad se trasladó, además, desde tierra adentro (donde desde hacía siglos estaban sus capitales) al Mediterráneo, desde principios del primer milenio a. C., lo que aportó nuevas perspectivas al culto de la diosa del Nilo.

La famosa reina Cleopatra puso especial énfasis en su vínculo e identificación con ella. El Templo de Filé es uno de los mejores ejemplos de este nuevo poder de Isis.

Así, el contacto con distintos pueblos mediterráneos, tanto europeos como asiáticos y la llegada de diversas tradiciones religiosas, trajo consigo la necesidad de entender a esas otras divinidades, lo que propició la identificación entre dioses de distinta procedencia. De ahí surgió la asimilación entre la diosa egipcia Isis y la fenicia Asherat, que luego sería Astarté.

Una de las facetas más señaladas de la Isis alejandrina fue su poder sobre el mar y la benevolencia que mostraba hacia los navegantes. Alejandría, con sus dos puertos y su famoso faro, era una gran ciudad abierta al mar, de las más grandes de su época. Desde el siglo I a.C. existen testimonios que aluden a Isis como Pharia (la Isis del Faro). El auge de la ciudad, por lo tanto, supuso también un incremento en el prestigio de esta diosa, cuyo culto continuó difundiéndose por el Mediterráneo, incluyendo desde entonces la nueva vertiente marítima.

Isis en la mitología grecorromana
Los himnos griegos dedicados a ella son quizá la mejor forma de aproximarnos a la interpretación de la diosa fuera de Egipto. La fascinación que ejercía en muchos enclaves del Mediterráneo tuvo como consecuencia la fundación de numerosos templos, sobre todo en lugares costeros, que a menudo eran promocionados por grupos de fieles de manera privada, pero que pronto encontraron el respaldo de las autoridades (como, por ejemplo, en Atenas).

Un himno aparecido en Cime (ciudad griega situada en Asia Menor), fechado entre los siglos I-II d.C., es tal vez el mejor ejemplo, porque aparece como diosa de dioses, que asume múltiples poderes, entre otros el que aquí nos ocupa: diosa del mar (antes en poder de Poseidón), puesto que Isis declara que:
Yo establecí los caminos de las estrellas
Yo inventé la navegación
Yo aplaco el mar y desencadeno la tormenta
Yo soy la señora de la navegación
Yo hago innavegable lo navegable a mi antojo
Yo traje las islas del fondo del mar a la luz
Yo soy la señora de la tormenta
De hecho, fue esta vertiente de Isis uno de los rasgos que la hizo más popular. Santamaría afirma que fue desde la isla de Delos (archipiélago de las Cícladas del mar Egeo), desde donde el culto pudo haber entrado en la órbita romana. Más allá de estos himnos, Isis se había convertido en la patrona de la navegación, en la receptora de plegarias y exvotos de marineros, de tripulantes y pasajeros y del medio marino en general. Ya en la época tolemaica, era la diosa de la navegación por antonomasia, y así lo entendían quienes celebraban dos fiestas en su honor: el navigium Isidis para inaugurar la temporada de navegación y el sacrum Phariae.

Esta última, el sacrum Phariae, festejaba también a Serapis*, y tenía que ver con la llegada de la flota cargada de trigo egipcio al puerto de Ostia. Se celebraba a finales de abril. Varios medallones conmemorativos, como los de la época de Cómodo, representan la llegada de una flota, que es recibida por el emperador en el mismo puerto. Estas manifestaciones nos demuestran que Isis estaba muy ligada a los destinos del estado romano y a sus éxitos marítimos, que fueron muchos.

Isis en el Atlántico
Pero su influjo no quedó restringido a los confines del Mare Nostrum, sino que llegó al Atlántico, incluyendo las costas de Hispania (Baelo Claudia es uno de los casos estudiados), Galia y Germania, y a las islas británicas en su periplo más lejano.
Para concluir
No es extraño que a lo largo de la Historia, dioses y diosas hayan cambiado o ampliado sus poderes. Isis es un ejemplo paradigmático para la Historia y el Patrimonio Marítimo, pero la intervención humana ha sido la que, en su evolución, ha variado sus creencias, sus divinidades y los poderes que se les atribuían, dando como resultado un sincretismo religioso que forma un acervo cultural muy interesante.
* Serapis fue una divinidad creada en los primeros tiempos de la dinastía tolemaica, que aunaba en su persona deidades egipcias como Osiris y el buey Apis, y griegas como Zeus o Plutón, entre otras.
Más información
BRICAULT, Laurent. Isis, Dame des flots. Paris: Presses Universitaires de Liège, 2006. Serie Aegyptiaca Leodiensia, 7.
BRICAULT, Laurent. Isis Pelagia: Images, Names and Cults of a Goddess of the Seas. Leiden: Brill, 2020.
DEL REY SCHNITZLER, Luis. La diosa Isis, reina maga madre. Guía arqueológica de la Península Ibérica. 2017.
MALAISE, Michel. Les conditions de pénétration et de diffusion des cultes égyptiens en Italie: Études préliminaires religions. Brill, 1972.
MUÑIZ GRIJALVO, Elena. Isis, diosa del Nilo, y el mar. En La religión del mar: dioses y ritos de navegación en el Mediterráneo antiguo. 2012. p. 145-154.
SANTAMARÍA CANALES, Israel. Desde el río Nilo hasta el océano Atlántico: El periplo más lejano de la diosa Isis y su culto. Bajo Guadalquivir y Mundos Atlánticos, 2018, 1, p. 173-192.
SANTAMARÍA CANALES, Israel. Isis, la diosa del mar. La vertiente marítima del culto isíaco en el mundo mediterráneo de épocas helenística y romana. 2019. Tesis Doctoral. Universidad de Cádiz.
VEYMIERS, Richard. Détourage et détournement, à propos d’un bas-relief dessiné par Pirro Ligorio. Revue Archéologique, 2018, 65, 1, p. 47- 76.
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