Les recordamos a nuestros lectores que no se publicarán nuevos contenidos durante el mes de agosto, y que aprovechamos para resumir los datos recogidos en algunas de las series temáticas del blog (formadas por varias entradas). Las de otros años pueden leerse aquí.
Los puertos naturales, ya fueran fluviales o marítimos, han sido el origen de muchas de las actuales ciudades. Al principio la humanidad no se dedicó a construir ni a mejorar el medio en el que se instalaba, sino que ocupaba los mejores lugares de la costa, allí formaba un poblado y vivían de muchos de los recursos que allí encontraban.

Con el paso del tiempo sí que contribuyeron a mejorar los espacios habitados. Uno de ellos eran los puertos naturales, elegidos por su interés estratégico. Esta semana vamos a ver algunos de los que primero fueron habitados y mejorados, vinculados a una de las civilizaciones mediterráneas más antiguas: la fenicia, cuyos habitantes llegaron navegando a multitud de lugares, fundando ciudades en tres continentes, todos bañados por el mar Mediterráneo.
Puertos fenicios
Un puerto muy antiguo es el de Tel Hreiz, en el Este del Mediterráneo, en la costa del Monte Carmelo. En sus orillas se levantaron pequeñas aldeas neolíticas cuyos habitantes se dedicaban a la agricultura, el pastoreo, la caza y la pesca. Se tiene noticia de que hace unos 7000 años se establecieron allí y que, ante la posibilidad de que las aguas anegaran la costa, sus habitantes construyeron un muro, a modo de malecón, que los protegiera.

Biblos
En la zona Este del Mare Nostrum, en el continente asiático, está Biblos, que fue una de las grandes metrópolis históricas fenicias. La mayor parte de las fuentes la califican como una de las ciudades mas antiguas del mundo (las primeras evidencias son del séptimo milenio a.C.) y la más activa de la costa del Mediterráneo durante la Edad del Bronce Antiguo (3100-2200 a.C.).

La ciudad tuvo una gran relación comercial con el Egipto faraónico, los hititas y Mesopotamia. En sus orillas crecía la flor del papiro, que con el tiempo se utilizó como soporte para la escritura, y por eso hay quien afirma que su nombre es el origen de la palabra libro.
Cartagena
En la parte sudeste de la Iberia europea está Cartagena, una ciudad con más de 2.500 años, que cuenta con evidencias de asentamientos indígenas (posiblemente ibéricos) desde el siglo IV a.C., aunque es muy posible que hubiera estado habitada desde épocas más tempranas. Su puerto natural la hizo famosa ya en tiempos primigenios. La conocida frase «puertos seguros son Cartagena, junio y julio» describe muy bien su privilegiado lugar en el Oeste del Mediterráneo.

Los fenicios la consideraron rápidamente un lugar clave, tanto por su geografía como por su localización cercana a Cartago. Su rica sierra minera proporcionaba plomo y plata. La solidez de este emplazamiento era tal que la llamaron Nueva Cartago y se convirtió en una base naval púnica y en un punto de comercio de enorme interés. Las excavaciones arqueológicas están sacando a la luz multitud de ánforas del siglo III a.C. que evidencian un enorme trasiego comercial, tanto con la metrópoli púnica africana como con otros puntos del Mediterráneo.
Tipasa
Ya en el continente africano, Tipasa conserva uno de los complejos arqueológicos más extraordinarios del Magreb, y tal vez es uno de los más importantes para el estudio de los contactos entre las civilizaciones indígenas y las diferentes olas de colonización desde el siglo VI a.C. De su larguísimo pasado quedan ruinas fenicias junto a otras de culturas posteriores (romanas, paleo-cristianas y bizantinas), y también monumentos indígenas como el gran Mausoleo Real de Juba II y su mujer, reyes de Numidia. Juba II, criado en la corte romana, era un hombre de profunda cultura, que se casó con Cleopatra Selene (la hija de Marco Antonio y Cleopatra, una de las parejas más conocidas del mundo antiguo). Hay autores que incluso mantienen que Zenobia, la reina de Palmira, era una de sus descendientes.

Para acabar
Estos tres son los que hemos tratado en el blog, pero no son los únicos fundados en época fenicia. El puerto natural de Jaffa se ha usado desde la Edad del Bronce. Las evidencias arqueológicas muestran que estuvo habitado hacia 7500 a.C. En Asia también fueron relevantes Sidón y Tiro.
Un emplazamiento que, partiendo de un origen cananeo, creó una cultura propia tenía uno de sus centros en Andalucía (España). Nos referimos a la magnífica civilización tartésica, con espectaculares vínculos fluviales y marítimos recientemente tratados.

