Esta semana uno de nuestros colaboradores ha enviado un texto sobre un enfrentamiento por un territorio costero en el que la parte naval fue decisiva. Es una guerra poco conocida, pero que tuvo importantes consecuencias para los hechos que a posteriori acaecieron, ya entrado el siglo XX, y que conformarían un nuevo orden mundial.
Por Fernando Gómez-Juárez de la Torre (@tsushima_1905)
Orígenes
El conflicto rusojaponés se desarrolló entre los años de 1904 y 1905. Japón por entonces era una potencia de segundo orden, aunque sus planes de expansión territorial y militar eran muy importantes. Rusia a finales del s. XIX, continuaba su avance en el lejano oriente.
La lucha por el enclave de Port Arthur (que hoy forma parte de China) fue la causa que en toda la prensa se mencionó como origen de la guerra. Aunque hemos de mirar más allá: la otra variable no menos importante fueron los intereses económicos en las explotaciones madereras de Manchuria y el Yalú, así como los yacimientos de hierro y carbón coreanos fundamentales para alimentar la naciente industria japonesa.
La guerra
La guerra se venció en las operaciones terrestres, pero fue en el mar donde se dio el golpe definitivo. Expondremos el conflicto a través de cuatro hitos navales:
1. Ataque naval a Port Arthur (9 de febrero de 1904)
La tensión era máxima a finales de enero de 1904, ambos países habían iniciado una escalada diplomática y militar que sólo abocaba a la guerra. Ésta estalló cuando alto mando ruso envió un pequeño destacamento de dos buques al puerto de Chemulpo, en la costa occidental de Corea, con la intención de impedir cualquier intento japonés de ocupación (recordemos que en esta época Corea era un protectorado Chino y por tanto neutral). El espionaje japonés detectó la salida de la flota rusa y el gobierno nipón ya no esperó más.
El 8 de febrero de 1904 apareció una escuadra japonesa a las afueras del puerto de Chemulpo. Al día siguiente, y sin mediar declaración de guerra alguna, se dio, por parte del mando japonés, a los buques rusos orden de salir o entrarían a sangre y a fuego en el puerto. En la madrugada de ese mismo día 9 de febrero, el grueso de la flota rusa, que se encontraba anclada en la rada exterior del puerto de Port Arthur, sufrió el ataque de las torpederas y la flota japonesa.
La guerra fue oficialmente declarada el 10 de febrero de 1904.
2. Hundimiento del acorazado Petropavlosk (febrero a marzo de 1904)
El ataque del primer día de la guerra dio la iniciativa en el conflicto a las armas japonesas. La flota enemiga se encontraba en parte dañada por el ataque y recluida en Port Arthur. El reto del Almirante Togo, máximo responsable de la armada japonesa, era que los buques rusos permanecieran en esta situación eternamente, o hasta que pudiera apresarlos.
Por su parte, el alto mando ruso debía reponerse e intentar batir a la escuadra enemiga, para cortar sus suministros y ahogar al ejército japonés en tierra, con su abrumadora superioridad en medios y personal (el transiberiano le permitiría llevar a sus tropas de Europa hasta extremo oriente).
El Zar Nicolas II decidió poner al frente del escuadrón del extremo oriente al vicealmirante Stephan Makarov. Desde el momento de su llegada revolucionó a la escuadra ejecutando ejercicios de salida del puerto, estableciendo perímetros de defensa por medio de torpederas y cruceros rápidos, etc. Estos cambios supusieron un fuerte empuje a la moral rusa.
En estos meses iniciales los japoneses tampoco se estuvieron quietos. Intentaron bloquear el puerto de Port Arthur mediante mercantes cargados de piedras, bombardearon el puerto mediante tiro parabólico desde el mar (caso único en la historia), etc. Pero si hay una acción que caracterizó a este momento inicial del conflicto fue el sembrado de campos de minas. Los resultados de esta nueva arma se vieron a muy corto plazo. Los dos casos más significativos fueron decisivos para el transcurso de la guerra, analicemoslos:
– El 31 de marzo de 1904, el Vicealmirante Makarov se internó en un campo de minas sembrado la noche anterior, a bordo del acorazado Petropavlosk, yéndose ambos al fondo del mar.
– El 14 de mayo de 1904, dos acorazados japoneses (Hatsuse y Yashima) se fueron al fondo del mar al colisionar con un campo de minas.
Fue un arma mortífera y más si consideramos las consecuencias que trajo para el desarrollo de la guerra:
– para el bando japonés las pérdidas materiales fueron muy importantes, ya que no podía reponerlas. Para Rusia la situación era distinta, ya que podía enviar al Pacífico los buques que tenía en sus otras dos flotas del Báltico y del Mar Negro.
– Tras la muerte de Makarov, sus sucesores al frente de la escuadra de Port Arthur determinaron la estrategia pasiva de la flota en los meses posteriores.
3. Estrategias de la flota rusa (abril a agosto de 1904)
El virrey Alexeiev sucedió en el mando a Makarov, siguiendo sus órdenes ya no se saldría a batir a la flota japonesa, sino que se esperaría a que llegaran refuerzos desde las flotas del Báltico y Mar Negro. La escuadra de Port Arthur quedó amarrada a puerto, cediendo el control del mar a los japoneses.
Los éxitos de los ejércitos japoneses en tierra culminaron con el cerco a Port Arthur, cuando las condiciones no eran las mejores para los rusos forzaron a la escuadra a abandonarlo y entonces los japoneses los estaban esperando. El combate del Mar Amarillo (10/8/1904), terminó con los buques rusos hundidos, dañados o internados, la escuadra dejó de ser operativa.
Rusia no sólo tenía en extremo oriente la base de Port Arthur, disponía también de la base de Vladivostock, donde se encontraba un escuadrón de cruceros, que mantuvo en jaque permanente a las líneas de transporte japonesas, realizando continuas salidas y evitando el enfrentamiento directo con el enemigo.
Cuando se forzó la salida de la escuadra de Port Arthur, el escuadrón de Vladivostock realizó una nueva salida para apoyar esta operación. En esta ocasión, no hubo sorpresa y finalmente fue cazado por la flota enemiga de Kamimura en la llamada Batalla de Ulsan (14/8/1904).
Los japoneses en el mes de agosto de 1904 habían terminado con el peligro de la flota rusa en el Pacifico al completo, ahora podían suministrar a sus tropas sin peligro, reparar sus buques y esperar a que los rusos mandaran una nueva flota.
4. El segundo y tercer escuadrón del Pacífico (octubre 1904 a mayo 1905)
Los refuerzos rusos no saldrían de Libau hasta el mediados de octubre de 1904. Una vez formada la escuadra, ésta debería de viajar más de 18.000 millas náuticas alrededor del mundo. La flota recogía todos los efectivos que los rusos habían podido reunir de sus flotas del Báltico y Mar Negro que eran capaces de realizar el trayecto y que se encontraran en condiciones de disparar.
El camino hacia el mar del Japón estuvo lleno de incidentes y vicisitudes, temiendo continuos ataques de torpederas japonesas. Llegados a su destino la decisión crucial estribaba en cuál de los estrechos se debería de usar para entrar al mar del Japón, Rozhdestvensky eligió el camino más corto, que pasaba junto a la isla de Tsushima.
En la madrugada del 27 de mayo de 1905 los rusos navegaban en completo silencio y con las luces apagadas acercándose al estrecho de Corea. Pero no todos los barcos cumplían la orden del almirante, el barco hospital Oryol siguiendo las reglas de la guerra llevaba sus luces encendidas.
A las 13.55 del 27 de mayo de 1905 el almirante Togo, cual Nelson en Trafalgar, izó la señal “Z” a bordo del Mikasa. El destino del Imperio del Japón dependía de esta batalla.
Al finalizar el día la escuadra rusa estaba destruida, sólo un crucero el Almaz y dos destructores llegaron a Vladivostock, el resto fue hundido, capturado o internado en puertos neutrales. Por su parte, los japoneses sufrieron la pérdida de 3 torpederos hundidos.
Final del conflicto
La batalla de Tsushima el 27 de mayo de 1905 fue el golpe definitivo para el bando ruso. El 10 de junio se nombraron ministros plenipotenciarios para negociar y la paz se firmó el 29 de agosto en Porsmouth (EE.UU.).
Consecuencias
Como resultado directo de la guerra encontramos, el reconocimiento de la influencia japonesa en Corea, la evacuación por parte de Rusia de Manchuria y la cesión de la península de Liaodong, junto con la mitad de Sajalin.
Como resultado indirecto, el paso de Japón a potencia dominante en el extremo oriente y lo que a medio plazo trajo consigo, imperialismo y más guerra. Por el lado ruso la guerra colaboró en el descontento general de la población, y en el inicio de los conatos de revolución de ese año 1905, que a medio plazo culminaron en los sucesos de 1917 y la caída del régimen zarista.
En definitiva, la guerra ruso japonesa de 1904-1905 transformó política, social y militarmente no sólo a los países beligerantes, sino que posiblemente contribuyó a acelerar, a medio plazo, muchos de los cambios mundiales que en pocos años acontecieron.
Más información
Reblogueó esto en La Guerra Ruso Japonesa (1904 – 1905) y ha comentado: «Colaboración realizada en el blog de Cátedra de Historia Naval (Universidad de Murcia – Armada Española)».
Me gustaMe gusta
Muy buen articulo, dejo uno mio abajo sobre la historia de los Acorazados argentinos que lucharon en la Guerra Ruso Japonesa, creo que es algo curioso y que suma al conocimiento ya empleado aquí. Saludos!
https://guerrasdetumundo.blogspot.com/2018/05/Acorazados-argentinos-Guerra-Ruso-Japonesa.html?spref=tw
Me gustaMe gusta