El mar y sus habitantes, así como las naves que lo atraviesan, han quedado inmortalizados en miles de manifestaciones de la humanidad. Hay algunas que son profundamente desconocidas, pero no por ello son menos dignas de exhibirse y difundirse. Es el caso de las marcas de agua que solía llevar el papel.

Pez. Pilten 1563. Fuente
En un recorrido por las señales que habitualmente dejaban los fabricantes de este material documental, hemos encontrado la milenaria conexión hombre-mar, que con la aparición y uso del papel se ha convertido en un tándem que caracteriza profundamente nuestra civilización: el mar para navegar y soñar y el papel para dejar por escrito nuestros pensamientos y actividades.

Barco. Culemborg 1376. Fuente
Las marcas de agua con motivos marinos son muy variadas y existen ejemplos desde la Edad Media. Las más comunes representan peces, barcos, moluscos, anclas, compases y sirenas, entre otros, pero con el paso del tiempo, y dependiendo del molino papelero que lo fabricaba, han ido cambiando. Podemos encontrar desde trazos iniciales hasta verdaderas obras artísticas escondidas en el interior del papel. Sólo cuando olvidamos por un momento el contenido escrito y nos fijamos en el soporte, muchas veces mirando al trasluz, podemos contemplar esas obras de arte sutiles, silenciosas, que nos han acompañado durante muchos siglos sin que ni siquiera fuéramos conscientes de ello.

Barco. Porteau 1456. Fuente
Precisamente porque han sido ignoradas por la mayor parte de la población, que, sin embargo, las tenía tan cerca, les dedicamos una entrada, elaborada por una experta en conservación y restauración, acompañada de marcas de agua vinculadas con temas marinos y navales.

Barco. Salem, 1715. Fuente
Por Cristina Romero Manso
Las filigranas y la verjura del papel
En el siglo XIII, en Italia, aparece un dibujo que se cose a la verjura (otra marca que se realiza en el papel) de la formadora con alambre, y que identifica al molino papelero productor, es la filigrana o marca de agua. Etimológicamente, el término «filigrana» procede del italiano:
Filum (hilo): Hilo, hilvanado, filo, vilo.
Granum (grano): Partículas de metal.
Por tanto es un diseño tejido con hilo metálico cosido a una malla, también metálica.
Este diseño se cosía a la formadora con la que se hacía el papel, que a su vez estaba hecha de una rejilla de hilo muy fino de cobre o latón, dispuesta vertical y horizontalmente. Los hilos verticales se denominan corondeles y están más separados unos de otros; mientras que los horizontales, se llaman puntizones y distan entre sí muy pocos milímetros. Esta trama queda marcada en la hoja de papel al depositarse menos pulpa sobre el relieve y se llama verjura, y al papel se le conoce como papel verjurado. Tanto la verjura como la filigrana se pueden ver al trasluz, incluso a simple vista.

Formadora con verjura (líneas paralelas que se aprecian en todo el cuadro) y filigrana (dibujo central). Fuente: Museo Molino de Capellades.
Se denominan a veces marcas de agua, porque no siempre la filigrana está hecha de hilos de metal. Pero lo que sí es seguro es que el agua es el elemento cohesionador de la fibra sobre el dibujo. Ya sea de metal o de otro material, este nombre técnico es más apropiado.

Pescado. Bromberg 1574. Fuente
El origen de la filigrana
Se cree que la filigrana nació en la ciudad de Fabriano, pero la más antigua documentada procede de Bolonia, fechada en 1282, con el dibujo de una cruz griega. En España, la primera está fechada entre 1269 y 1300, y se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón.

Pez. Culemborg 1475. Fuente
La filigrana, como marca papelera, podía presentarse en tres formas diferentes, según su función y aplicación:
- en la hoja de papel garantiza la identidad de la misma, la clase y la procedencia.
- Los paquetes que envolvían el papel llevaban una carátula con la filigrana del molino, lo que permitía reafirmar la marca e identificar la localización productiva.
- El escudo del molino papelero en la dovela de la puerta principal del edificio marca el territorio y al espacio laboral.

Concha. Montpellier, 1375. Fuente

Molusco. Löwen 1478. Fuente
A partir del siglo XIV la filigrana adquiere un criterio objetivo y se consigue identificar la calidad, el gramaje, origen y medidas del papel respecto a otros molinos.

Ancla con mano. Unterkochen, 1444. Fuente
La ubicación de la filigrana en la formadora es un dato muy importante para conocer cómo era el tamaño de la hoja, si había sido cortada y por dónde.

Ancla. Meran, 1549. Fuente
Tipología
Al principio estos dibujos eran signos gráficos sencillos o palabras con carácter identificativo: cruces, números y signos.

Pez (s.f.). Fuente
A partir del siglo XIV las filigranas se hacen más elaboradas y con un carácter más artístico: aparecen soles, escudos, corazones, figuras geométricas, blasones, símbolos religiosos y un sinfín de combinaciones. Su utilización varía según la época y los lugares. Llegan a perfeccionarse tanto que algunas se convierten en auténticas figuras de gran valor artístico.

Compás (material cartográfico). Passau 1429. Fuente

Compás (material cartográfico). Troyes, 1543. Fuente
Cómo conseguir la imagen de la filigrana del papel
Para la captura del dibujo de la filigrana se utilizan los siguientes procedimientos:
- Calcar manualmente.
- Fotografía a contraluz.
- Fotografía por contacto directo.
- Reproducción con rayos beta.
- Electrorradiografía.
- Rayos X.
El calco y la fotografía a contraluz son los más utilizados. El primero es el más rápido y el utilizado en todas las que aparecen aquí, porque nos proporciona a escala real los datos más importantes.

Sirena. Namur 1426. Fuente
Bases de datos que recogen filigranas
El Instituto del Patrimonio Cultural de España lleva varios años realizando una base de datos que recoge las filigranas de todos los archivos y bibliotecas de España, sin embargo no está disponible en la red.

Sirena. Neubourg 1466. Fuente
El material gráfico utilizado en este artículo ha sido seleccionado de la página web del International Paper Historians, que contiene hasta 15 bases de datos dedicadas a las filigranas. Concretamente se han utilizado dos: el Hauptstaatsarchiv de Stuttgart (POL), que recoge la obra de Gerard Piccard con más de 92.000 filigranas y el catálogo digital de filigranas de Briquet (BCD).
Más información
ASUNCIÓN PASTOR, Josep. El papel. Técnicas y métodos tradicionales de elaboración. Barcelona: Parramón Ediciones, 2001, 160 p.
DÍAZ DE MIRANDA MACÍAS, Mª Dolores Y HERRERO MONTERO, Ana Mª. Bases de datos sobre filigranas accesibles en línea. En: Actas del VIII Congreso Nacional de Historiadores del Papel en España. 2008, p. 91-115.
MUNNÉ SELLARÈS, Lourdes. Marcas de Fábricas papeleras: Unidad y diversidad. En: Actas del VIII Congreso Nacional de Historia del papel en España. 2008, p. 155-163.
RUÍZ GARCÍA, Elisa. Introducción a la Codicología. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2002.
Nota: Para los profesionales de estos temas que quieran apreciar la filigrana en la hoja de papel a tamaño real, en lugar del detalle de la imagen que exponemos aquí, «pinchando» en la palabra fuente que aparece a pié de texto de cada una de ellas, podrá acceder a la imagen original.
Reblogueó esto en Filigranas y Marcas de Aguay comentado:
Interesante post sobre las filigranas marítimas
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[…] [1] Blog Cátedra de Historia Naval. 20 abril 2015. https://pinake.wordpress.com/2015/04/15/la-magia-del-papel-filigranas-maritimas/ […]
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[…] del original, este grabador se caracterizó por utilizar en sus documentos impresos diferentes marcas de agua de temática marina como anclas o sirenas. Incluimos aquí un ejemplo de filigrana que representa una sirena, sólo a […]
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Muchas gracias.
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De nada. Un saludo.
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