A quienes leen y disfrutan con los contenidos de un libro.

A quienes en cada biblioteca hallan un mundo nuevo.

A las personas que el mar se les antoja como una gran biblioteca desconocida y maravillosa.

A quienes luchan todos los días porque el libro, la cultura y el patrimonio sean conocidos y valorados como una herencia que debemos respetar, defender y transmitir a las siguientes generaciones.

A quienes cuando miran un mapa ven el mar como un mundo enigmático y desconocido, pero apasionante.

En resumen, a todas las personas a las que un libro les invita a soñar, porque con él recorren océanos en inmensas naves, descubren nuevas islas, oyen sirenas, luchan contra feroces piratas, se libran de enormes monstruos marinos y encuentran tesoros inimaginables. Y cuando despiertan se dan cuenta de que han vivido impresionantes aventuras.

A todos ellos
