Este año se cumple el 402 aniversario de la llegada de 22 samuráis a España. Vinieron como embajadores, para establecer relaciones comerciales entre Japón y la Monarquía Hispánica. Arribaron en el año 1614 en el puerto de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), tras un largo y accidentado trayecto, en el que atravesaron varios océanos.
Con este motivo dedicamos una entrada a la visión que el arte japonés ha trasmitido del medio marítimo, profundamente arraigado en su cultura. Para ello traemos una de las manifestaciones más relevantes y que mas influencia ha tenido en el arte mundial: el Ukiyo-e.

Parte de un kimono antiguo que contiene varios barcos japoneses
Existe una colección de grabados nipones llamada «Cien aspectos de la luna» (Tsuki hyakushi) compuesto por xilografías a color de gran tamaño, con una temática central única. Su autor es el artista Tsukioka Yoshitoshi (1839-1892) y fueron publicadas a finales del siglo XIX. Forman parte del Ukiyo-e o «imágenes del mundo que fluye”, movimiento artístico que se desarrolló durante los siglos XVII y XX en Japón, y recogen escenas de la vida cotidiana, del mundo, del teatro o de la naturaleza.

La luna en el monte Shizu – Hideyoshi
Son de una belleza extraordinaria, y varios representan los vínculos entre el astro y el mar, las embarcaciones y los paseos a la luz de la luna, las islas y las batallas nocturnas.

Sin título
Están inspirados en acontecimientos históricos o de la mitología y en anécdotas originarias del sureste asiático.

La luna sobre el mar en la bahía de Daimotsu – Benkei
Tsukioka Yoshitoshi fue un artista de la escuela de Utagawa Kuniyoshi (1797-1861). Posiblemente es el más innovador de todos ellos. Esta serie ha sido reconocida como la obra maestra de sus últimos años. Incluso algunos de los dibujos nos recuerdan al actual manga.

Ariko
Yoshitoshi es el último gran maestro del grabado japonés en madera tradicional.

La luna de Itsukushima
Europa redescubre el arte japonés
Después de siglos de ignorancia mutua, el continente europeo y Japón vuelven a encontrase a mitad del siglo XIX. Tanto los intelectuales europeos como los japoneses quedaron deslumbrados al descubrir la cultura de los otros. El arte nipón tuvo tal éxito en Europa que sus ilustraciones aparecieron incluso en los almacenes y en tiendas de capitales como París y Londres, incorporándose a carteles, tejidos y publicidad.

La luna en la bahía de Katada
Aunque el ukiyo-e influyó en muchos de los pintores impresionistas, tuvo importancia para genios como Degas, Gauguin, Manet, Monet, van Gogh y Toulouse-Lautrec.

La luna junto al timón de un barco
De esta forma tan artística, situando la luna como testigo de la milenaria cultura japonesa, el genial Tsukioka Yoshitoshi trazó la que se convertiría en su serie de grabados mas conocida y celebrada. En ella recogió aspectos del folclore nipón desde sus remotos inicios, generando así una completa enciclopedia visual de la historia de Japón en la que el mar está presente en muchos aspectos.
Mil gracias por tus comentarios