Dado el interés que ha tenido la serie de entradas sobre el mundo de las galeras, abrimos otra nueva etapa en la que nuestro experto Pedro Fondevila Silva, además de redactar los textos, los acompaña de dibujos realizados por él o bajo su dirección, muchos hechos expresamente para que se pueda entender mejor la forma de vida en estas embarcaciones.
Introducción
El conocimiento de las galeras españolas, en sus seis siglos de historia (ss. XII al XVIII), plantea al lector interesado algunas dificultades, muchas de ellas motivadas por el desconocimiento de los términos empleados en la denominación de las partes del casco, aparejos y maniobras, y porque éstos apenas tienen equivalencia en los diccionarios náuticos actuales. También, a pesar de que han sido las embarcaciones mediterráneas por excelencia y que en esta materia España tuvo mucho que aportar, apenas hay estudios académicos y científicos que avancen en el tema, siendo la mayoría de índole divulgativa y basados en trabajos anteriores, careciendo con frecuencia de consulta y análisis de la documentación histórica de la época, que por cierto es bastante escasa. Por ello trataremos de presentar al lector unos esquemas de algunos aspectos, para que se vaya familiarizando con las galeras.
Remos y remeros
Hasta mediados del siglo XVI las galeras navegaban a tercerol, es decir, con tres remos por banco manejado, cada uno por un solo remero. Los tres remos eran de diferente tamaño, lo cual complicaba la logística de los de repuesto. Aún no había aparecido el corredor que une la espalda con la corulla, el cual serviría de pasillo y de lugar de asiento y de dormir (en la ballestera) a la gente de guerra. La galaverna (un refuerzo que lleva el remo) servía para proteger al remo del roce con el escálamo o tolete, al que estaba unido por un cabo llamado estrobo, y con su zapatilla.
La boga a tres remeros en cada banco exigía una buena coordinación de éstos entre sí, lo cual solamente se alcanza con mucha práctica. De hecho, durante el reinado de Carlos I no se consideraba a la chusma (gente de remo) veterana hasta que hubiesen estado bogando un año.
Remeros voluntarios
Aunque anteriormente a este periodo hubo algunos casos de tener remeros que eran esclavos, prisioneros de guerra o condenados, la mayoría eran voluntarios que bogaban por sueldo y comida durante un tiempo convenido, normalmente durante el período del “mare apertum” (del 15 de marzo al 15 de octubre de cada año). Cuando se invernaba (“mare clausum”) la chusma y la mayoría de la dotación desembarcaba y la galera se guardaba dentro de una atarazana o se amarraba en el estuario de un río, con algunos guardianes abordo.
A estos remeros voluntarios se les empezó a llamar buenasboyas, italianismo procedente de la voz “bonavòglia” o “buonavòglia”. Estos se ajustaban en Italia a precios asequibles, especialmente en la costa del Adriático, pero en España, a partir del descubrimiento de América, los sueldos solicitados por los buenasboyas aumentaron a cantidades imposibles de pagar. La introducción de la llamada “pena utilitaria de galeras”, enviando a estas embarcaciones, de por vida o por cierto tiempo, a los delincuentes que antes se ejecutaban o mutilaban, solucionó la falta de remeros, aunque tuvo algunos inconvenientes.

Una hoja del libro de galeras nº 14.
La normativa
Los tratadistas sobre los forzados a galeras toman la disposición de Carlos I, de 31 de enero de 1530, como el origen de esta pena. En realidad este documento sólo trata de extender a todos los reinos de España lo que era norma en Castilla (ya que desde el 7 de marzo de 1503 la Reina Católica impuso este castigo).
Hay que decir que el rey Fernando el Católico había publicado en 1492 en Aragón, un documento conocido como “Contra el corso”, por el cual se ordenaba desarmar todas las galeras y libertar a los galeotes, con la excepción de “moros, judíos y esclavos”. Esto supuso una mengua en la marina aragonesa, corregida más tarde por lo dispuesto por Carlos I.
También este rey dispuso que los piratas y corsarios apresados en combate naval y los capturados por los paisanos, cuando naufragaban embarcaciones corsarias en la costa española, fueran presas de la Corona, estableciendo un precio fijo, que se entregaba a los captores. Con estos “esclavos del Rey” y con los forzados se cubrió la chusma de las galeras, empezando a desaparecer los buenasboyas.
El espacio donde vivían y bogaban
La figura superior detalla las banquetas (o remiches), con sus cueros rellenos de estopa para amortiguar la culada de los remeros. El cuero se dejaba colgar por la parte de atrás del banco, para proteger del viento a estos, que dormían hacinados en las banquetas.
Había que encadenar en la bancada a los forzados y esclavos del rey. Para ello se afirmó una branca (cadena con ramales) sobre la banqueta. Cada remero estaba sujeto a un ramal por la calceta (grillete fijo al tobillo del pie más próximo a la banda en la cual bogaba).
Movimientos para bogar
En las galeras siempre se bogó de pie y mirando a la popa. Los movimientos del remero, partiendo de la posición de sentado en el banco, eran:
- entra voz para incorporarse y empujar el remo,
- monta subir el pie, contrario a la banda, sobre el banco o la contrapeña de enfrente, y
- casca, dejarse caer con fuerza hacia atrás sobre el banco, tirando del remo sin flexionar los brazos y empujando con el pie.
En realidad la maniobra era un poco más complicada, pues hay que considerar el uso de la peaña y de la contrapeaña. Por otra parte, esa historia sobre que a la chusma se le metía un corcho en la boca para que no gritasen, es falsa, pues a las primeras paladas estarían agotados.

Galeote español. Obra de Christop Weiditz (1528/1529)
La vestimenta de los galeotes
La chusma bogaba completamente desnuda. En estas dos imágenes (superior e inferior) los galeotes aparecen con la “ropa del Rey”: el bonete, que debía ser colorado, la almilla, sin mangas, del mismo color, y el calzón, normalmente de anjeo. Los forzados o esclavos del Rey en la imagen portan barriles chatos para hacer la aguada, con los témpanos elípticos para poder estibarlos bajo la banqueta o remiche. Los dos galeotes bogan en la banda siniestra de la galera, pues llevan la calceta en el tobillo izquierdo. Podemos apreciar que habían introducido harapos entre la calceta y el tobillo para no llagar este.

Galeote español. Obra de Christop Weiditz (1528/1529)
Nota:
Rogamos a nuestros lectores que si hacen uso de la información y/o de las imágenes que aquí aparecen, por favor citen esta entrada. Añadimos la referencia bibliográfica, que se puede adaptar a los distintos sistemas de citación:
FONDEVILA SILVA, P. Los remeros de las galeras del S. XVI. Blog de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval. 2018. Disponible en: https://blogcatedranaval.com/2018/01/07/remeros-en-las-galeras-del-s-xvi/
He hecho un modelo de la Galera Real de D, Juan de Austria en el interior de una botella, con fondo de la ciudad de Venecia (Donde nunca estuvo), si el Blog lo desea puedo enviarles una fotografía.
F Borrero
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Buenas tardes Dr. Borrero, sí que nos interesa, porque puede ser muy curioso verlo. Muchas gracias. Un saludo muy cordial.
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Soy una bestia para los computadores pero lo intentaré lo más pronto posible, vivo en medio de la selva, y no dispongo de internet diario.
Félix.
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Además, por favor, si alguien ha hecho el cálculo del Volumen y peso, del tesoro( si lo hubo) del galeon San José para una maqueta 1-50 de acuerdo a los planos de Gaztañeta según la Dra, Rahn Philips.
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Estimado señor, ¿por favor, nos manda la información a la que se refiere de la Dra. Philips? Sin esos datos no podemos orientarle. Puede mandárnoslos a catedranaval@um.es si lo prefiere-. Un saludo.
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Saludos,voy a intentar adjuntar lo prometido
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Respetados Señores,
ATT. Dr .Pedro Fondevila.
Quisiera saber si finalmente tuve éxito en enviar a Ustedes las fortografías de la Real de Don J. de Austriaen una botella.
Otrosí:
Mi pregunta sobre el POSIBLE tesoro del San Jose, fue ciertamente mal formulada.
Si damos por cierto, que La carga de Oro de la flota de Tierra firme era de diez millones de pesos, y la mitad de ella iba en el San José (nave capitana), porque la otra mitad iba en el San Joaquin (nave almiranta), cinco millones de pesos, eran equivalentes según creo a alrededor de 2 toneladas a 3.5 gramos el peso.
a 19 gramos por cc de oro,
Eso son 100.000 centimetros cubicos, es decir 100 decimetros cubico a ojo de buen cubero, esto es un area de 1 metro cuadrado, por 10 cmts de alto.
Todos esos cálculos me llevan a prteguntarme sobre una teoría no explorada:
¿Si yo concentro dos t.m. de peso en un metro cuadrado de un entablado, qué soporte necesitaría el bao de ese entablado para no actuar como un verdadero bombazo sobre la cubierta al menor vaivén, y perforar cubiertas y casco nada más que con su peso? El buque pudo hundirse por mala estiba de tanto peso,
Claro que lo anterior no me explicaría mi otra teoría de la inmensa riqueza de Wager al regresar a Inglaterra, lo que sí sería posible si llegaron a un trato en el cual Casa alegre fué el sacrificado.
Sin ánimo de ofender creo que toda posibilidad está abierta ante tanta codicia que irrespeta la tumba de seiscientos hombres.
Atte, Félix Borrero
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Estimado señor, no nos ha llegado. Recuerde que había que enviarlo a catedranaval@um.es. Si el archivo es muy grande, es posible que no haya entrado. Por favor vuelva a intentarlo de nuevo y si no nos llega le puedo dar otra dirección de correo particular.
La otra cuestión la derivo a uno de nuestros expertos.
Muchas gracias por su interés.
Reciba un cordial saludo.
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De la manera más atenta ruego confirmar recibo del archivo, como dije soy una bestia con los ordenadores.
Atte, Dr. Félix Borrer
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[…] Remando en las galeras de España […]
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Felicitaciones por el blog.
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Mucha gracias. Un saludo.
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Me gustaria mandarles imágenes de las galeras, galeotas , fustas y galeazas del XVI que he ido pintando al óleo estos años. También galeones, carracas, pinazas, zabras…todas estas naves de un periodo 1550 a 1600 son una de mis pasiones. Su estudio y lectura previa de libros e información en internet, pues no me gustan los anacronismos, asi como heráldica etc etc son mis bases para ser lo más riguroso posible, aunque mi pintura es naive.Un saludo y felices fiestas.
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Estimado señor, por supuesto, estaríamos encantados de recibir sus imágenes. Si prefiere hacerlo por correo postal, nuestra dirección es
Cátedra de Historia y Patrimonio Naval. Edificio D, 2º piso.
Campus de Espinardo, Universidad de Murcia 30.100 MURCIA.
El correo es catedranaval@um.es
Muchas gracias y ¡Feliz Navidad!
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[…] Así, en España, una Real Orden del siglo XVI mandaba a los condenado por diversas penas graves a remar en las galeras, pena que posiblemente era más dura que la que podían pasar en las cárceles de ese […]
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[…] las embarcaciones a remo, quienes siempre llevaban la peor parte eran los remeros. Aunque no sea muy conocido, había voluntarios, que remaban en las galeras a cambio de un sueldo, […]
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[…] Fuente […]
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