Por Jorge Martínez Reina, colaborador de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval
Introducción
El USS Texas es un acorazado emblemático que destacó por su papel, especialmente en la I Guerra Mundial, dentro de la armada estadounidense. Además, fue el precursor de una nueva era en el diseño y construcción de barcos de guerra. Por ello esta semana mostramos la importancia del buque dentro del contexto histórico al que pertenece, con especial hincapié en su legado.
Características y armamento de combate
El USS Texas fue el primer acorazado de la clase «New York” de la Marina de los Estados Unidos. Se botó el 18 de mayo de 1912 y entró en servicio en marzo de 1914.
Su imponente eslora de 175 metros y un desplazamiento de más de 27.000 toneladas, lo convirtió en un buque muy poderoso. Tenía un casco más largo y esbelto que sus predecesores, lo que le otorgaba una mayor velocidad y mejor maniobrabilidad. También estaba protegido por un cinturón blindado de 305 mm de espesor y contaba con un sistema de compartimentación que le proporcionaba mayor resistencia a los ataques del fuego enemigo.
Este buque de guerra titánico estaba equipado con una potente artillería principal compuesta por diez cañones de 14 pulgadas (356 mm) que, montados en cinco torretas dobles, le daban una impresionante capacidad de fuego y un alcance efectivo de más de 21 kilómetros. Además, contaba con veintiún cañones de 5 pulgadas (127 mm) para defensa antiaérea y contra buques más pequeños.
Participación en batallas y operaciones
Durante las dos guerras mundiales, el USS Texas formó parte de la gran flota del Atlántico de la Marina estadounidense y participó en diversas operaciones estratégicas y conflictos, tales como la batalla de Veracruz (1914), batalla de la bahía de Chesapeake (1918), escolta de convoyes (1941), la campaña del norte de África (1940-1943), el desembarco de Normandía (6 de junio, 1944) y bombardeo de Cherburgo (25 junio, 1944), entre otros muchos.
El legado y la relevancia en la actualidad del USS Texas
El legado del USS Texas es innegable. Su diseño influyó en el desarrollo de muchos barcos de guerra y estableció un nuevo estándar en la construcción de los mismos.
En el año 1948 fue retirado del servicio activo y el Estado de Texas lo adquirió, manteniéndolo hasta la actualidad en el Parque Estatal Histórico de San Jacinto, cerca de Houston, donde visitantes de todo el mundo pueden explorar su imponente estructura y aprender sobre los acontecimientos históricos en los que estuvo implicado.
Creemos que es fundamental mantener ejemplos como el USS Texas, uno de los pocos acorazados que se ha conservado desde su odisea en el mar, para que las generaciones futuras puedan comprender y apreciar la Historia y el Patrimonio Naval. En definitiva, este acorazado es una fuente inagotable de conocimiento sobre la tecnología, la estrategia y la vida a bordo durante la primera mitad del siglo XX.
Más información
COURAUD, Raymond et al. USS Battleship Texas. Paris: Editions Ronald Hirlé, 2008, 133 p.
CROCHET, Bernand. L’effort de guerre américain: 1941-1945. París: Editions Ronald Hirlé, 2008, 179 p.
EE.UU. USS Texas (Battleship Number 35, later BB-35), 1914-1948. Naval History and Heritage Command.
EE.UU. Battleship Texas Newspaper Collection. The Portal to Texas History.
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