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Archive for the ‘– Un mar de libros digitalizados’ Category

Esta semana vamos a conocer un atlas del Mare Nostrum que levantó un experimentado piloto del siglo XVI conocido como W. Barents.

El autor

Willem Barents (1550-1597) era un navegante, cartógrafo y explorador holandés. Fue líder de las primeras expediciones al extremo norte de la Tierra. De hecho, realizó tres viajes en busca de un paso por el noreste. Exploró las costas de Nova Zembla (en el ártico ruso) entre 1594 y 1596, donde murió un año después y probablemente fue enterrado allí. Hay que destacar que Barents no era su apellido, sino más bien su patronímico, ya que es una abreviatura de Barentszoon («hijo de Barent»). 

Cómo surgió

Aparte de sus andanzas por el extremo norte de la Tierra, navegó por el Mediterráneo, lo que le supuso un importante conocimiento de primera mano de la zona que luego cartografió.

Como el tráfico naval holandés hacia el sur de Europa iba en aumento y las cartas del Atlántico de autores como L.J. Waghenaer alcanzaron mucho éxito, Barents se decidió a publicar en Ámsterdam en 1595 el primer atlas marítimo impreso dedicado al Mediterráneo (Nieuwe beschryvinghe ende Caertboeck vande Midlandtsche Zee). Sostuvo que esta publicación se hizo “por el bien de la navegación en general y en interés de su progreso”. Para confeccionarlo se sirvió de sus propias notas y también de diversas fuentes. Esta obra, editada por Cornelis Claesz, destaca además por la calidad de sus láminas, realizadas por dos de los mejores grabadores de Ámsterdam, Jodocus Hondius y Pieter van den Keere.

El atlas

El Caertboeck de Barents consta de diez mapas que recuerdan en ciertos aspectos a las antiguas cartas portulanas, aunque existe mucha innovación en ellos. Hay una carta general del Mediterráneo, seguida de nueve muy detalladas. Una de la entrada del estrecho de Gibraltar y el litoral atlántico hasta las islas Canarias y el resto con secciones en detalle de costas mediterráneas hasta llegar al Adriático.

Todos los mapas, menos el primero, contienen una descripción de las costas representadas y las rutas a seguir impreso en el reverso. Van acompañadas de perfiles costeros en xilografía.

Es destacable que muchos de los puertos que consideró más relevantes los incluyera en sus cartas, ampliados, a modo de cartuchos, tal y como se puede ver en la imagen anterior del Mediterráneo. Una de estas ampliaciones aparece en la ilustración siguiente, es el puerto de Ragusa (hoy Dubrovnik), en la actual Croacia.

Puerto de Ragusa (actual Dubrovnik, en Croacia)

De la región andaluza, por ejemplo, recoge una de las imágenes impresas más tempranas que existen de casi todo el contorno costero, pues comprende desde las inmediaciones de Cádiz hasta el cabo de Gata. Pese a la simplificación que denota su trazado del litoral, corrige deformaciones de mapas anteriores, como ocurrió con el de Ortelius, cuyo litoral oriental presentaba escaso desarrollo, y a la vez ofrece mucha más información.

Detalles importantes

Añade datos propios de las cartas náuticas, tales como la profundidad del mar, indica arrecifes, islotes y fondeaderos, perfiles de costa y, además, incluye la situación de las numerosas torres y atalayas que formaban el dispositivo defensivo de la fachada mediterránea, así como la delineación de montes, valles, ríos y localidades del interior.

Estos últimos datos no son frecuentes en las cartas de esta época, lo que le confiere un especial valor como representación territorial. En cuanto a la toponimia, y en particular para los accidentes del litoral, muestra la consolidación de las denominaciones originales que, con algunas variaciones, han perdurado hasta hoy. Lo que distingue a Barents, y que es muy propio de un piloto, es que prescinde de los términos latinos y de los arabismos que aparecían en las cartas medievales, rasgo que subraya su sentido práctico y actualizado. Es decir, un piloto no necesitaba el nombre en latín de los lugares costeros ni de los puertos, debía saber cómo se denominaban según las lenguas vernáculas, que era como los conocían sus habitantes, que muchas veces eran los interlocutores más válidos para los navegantes cuando atracaban en sus costas.

Para acabar

El libro de navegación del Mediterráneo de Barents y sus exploraciones en el Ártico lo convirtieron en uno de los pilotos más conocidos de los Países Bajos del siglo XVI.

De este atlas tan poco conocido la Biblioteca Nacional de España tiene un ejemplar, que está digitalizado y puede consultarse de manera gratuita. Hay una copia en la Universidad de Yale, otra en Amberes de 1609 y una edición posterior en la Bibliothèque Mazarine de París.

El mar de Barents, entre muchos otros lugares, lleva el nombre de este insigne navegante. 

Más información

Andalucía, la imagen cartográfica: el atlas marítimo de Barents. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, 2018.

BARENTS, Willem. Nieuwe beschryvinghe ende Caertboeck vande Midlandtsche Zee. Amstelredam: Ghedruct by Cornelis Claesz, 1595.

BARENTS, Willem. Caertboeck vande Midlandtsche Zee [Descripción del mar Mediterráneo en el que se describen y describen vívidamente todas las costas del mar Mediterráneo: comenzando desde Gibraltar a lo largo de Granada, Valencia, Cataluña, Provenza e Italia]. Amsterdam: Corneille Nicolas, 1609.

DE HEER, Kees. En de voetsporen van Willem Barentsz. Naturaleza, 2010, 107, 6.

MAAT, G. J. R. & VERLAAN, J. J. The search for Willem Barentsz. Report on the International Nova Zembla expedition, 1998.

STAMP, L. Dudley, et al. Lucas Janszoon Waghenaer: A Sixteenth Century Marine Cartographer: Discussion. The Geographical Journal, 1965, 131, 2, p. 212-217.

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Con ocasión de la semana en la que celebramos el día del libro, hemos decidido dedicar esta entrada a uno que ha sido clave para dejar constancia de la hazaña de la primera vuelta al mundo. Se han recuperado algunos otros testimonios, como el del marino Alonso, pero ninguno de la magnitud del texto que escribió Antonio Pigafetta sobre el viaje de Magallanes-Elcano.

La trayectoria seguida en la primera vuelta al mundo, publicada en la versión italiana del libro de Pigafetta. Fuente: Biblioteca Nacional de España

Pigafetta viajó con ellos y usó su experiencia para relatar muchas de las maravillas que vio. Con posterioridad su manuscrito se publicó (1536) y después de casi cinco siglos se continúa imprimiendo dado el interés que su obra sigue suscitando. Hemos hallado versiones traducidas a múltiples idiomas y en distintas épocas. Sólo en España podemos encontrar más de 20. Actualmente esta obra se puede consultar completa en Internet gracias a diversas instituciones, como la Biblioteca Nacional de España, que tiene dos ejemplares en lengua italiana, así como varios en español y francés.

Portada de la versión italiana del libro. Fuente: Biblioteca Nacional de España

El autor del libro

Antonio Pigafetta había nacido en Vicenza (Italia) en el último decenio del siglo XV. Su familia, de nobleza muy antigua, procedía de la Toscana. Parece que su padre fue un caballero de gran cultura y que posiblemente estuviera en contacto con los intelectuales de su época, lo que permitió a su hijo codearse con algunos de ellos y adquirir muchos conocimientos. Era caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta, y sirvió en la galeras de esta orden.

Naves dibujadas en la versión italiana del libro. Fuente: Biblioteca Nacional de España

Esta obra presenta una serie de características, como una aguda observación, ya que captaba muchos detalles; un afán de conocer cosas nuevas, que se puede ver por sus preguntas y averiguaciones a los nativos, que le hicieron recoger informaciones etnográficas y lingüísticas, como se aprecia en la construcción de vocabularios referentes a las costas brasileñas, patagónicas y de los archipiélagos asiáticos; también se evidencian sus grandes conocimientos literarios, artísticos y científicos, dignos de un humanista, así como un gran espíritu religioso.

Vocabulario incluido en la versión italiana del libro. Fuente: Biblioteca Nacional de España

Descripción

Vamos a exponer algunos de estos detalles dignos de conocer, tomando pequeños párrafos de su libro, entre ellos cómo describe varios grupos de indígenas que vio a lo largo de todo el trayecto, así como las naves y muchos aspectos de historia natural. Uno de ellos, que ha tenido enorme trascendencia, ha sido la descripción que hizo de los patagones, una población autóctona cuyo rasgo más característico era su gran altura, que vivían en la parte sur del continente americano:

Durante el invierno los expedicionarios, que se mantuvieron en esta bahía de San Julián, descubrieron un día en la costa ciertos indios, cuya estatura agigantada se les figuró de diez a once palmos: iban vestidos de pies a cabeza de unas mantas de pieles azules, servían también de botas y de albarcas, lo que dio motivo a que les llamasen patagones (p. 42-43).

El estrecho de Magallanes dibujado en el mapa de D. Teixeira. Fuente

A lo largo de su viaje expone, comparando, el lujo que ostentaban ciertos caciques, especialmente en el continente asiático, frente a la pobreza del resto de la población indígena, el poder con el que contaban algunos de ellos y la veneración, casi sagrada, de que eran objeto, así como su organización administrativa y las ceremonias funerarias realizadas cuando moría algún noble. Pero igualmente aparecen otros pasajes en los que el salvajismo, la barbarie y la antropofagia son las características predominantes.

Respondió el de Zebú, después de algunas consultas con los suyos, muy favorablemente: pero antes de asentar las paces hizo saber a Magallanes, que las debían ratificar los dos sangrándose de los pechos y bebiendo recíprocamente la sangre el uno del otro (p. 76).

Demostró igualmente interés en las enfermedades de los países que visitaban, tanto en las técnicas curativas, como en su sintomatología, y las recoge directamente de las experiencias indígenas. Algo muy curioso, propio del humanismo renacentista, es que su religiosidad no le impidió describir con pormenores escenas sexuales, relatándolas con naturalidad, sin escandalizarse y sin aspavientos.

Se pueden apreciar también notas etnográficas, atendiendo a la vivienda indígena y al ajuar que la adornaba. Además trata de las naves y embarcaciones que había visto, como los juncos o las canoas.

Naves indígenas, con batanga (A y B), dibujadas en la versión italiana del libro. Fuente: Biblioteca Nacional de España

Estos indios vivían al parecer sin Gobierno, ni dependencia. Andan desnudos, bien que se untan el cuerpo y el cabello con aceite de cocos. Susténtanse de frutos de esta casta de palmas, de batatas y plátanos; y no les falta abundancia de caza y pesca. Gustan de teñirse la dentadura de negro. Sus canoas son ligerísimas; tienen igual la popa y proa, y llevan en cada una de ellas una vela latina, hecha, con bastante primor, de estera de palma, que mudan según la dirección del viento (p. 71, referido a las Islas Desventuradas).

Isla de Cebú que ilustra la versión italiana del libro. Fuente: Biblioteca Nacional de España

Otro ejemplo de su detallada exposición son los pájaros, peces, cuadrúpedos, plantas y semillas descritos minuciosamente y con gran realismo. También va exponiendo especies vegetales, su uso y consumo, ya fueran árboles, arbustos, semillas o especias.

La llegada a España

El libro termina con la llegada a España de 18 tripulantes, además de varios indígenas procedentes de las islas Molucas. Habían partido unos 240 hombres. Trajeron con ellos un preciado cargamento de 27 toneladas de clavo, una increíble fortuna para la época. Con esa cantidad de especias su largo y penoso viaje estaba ya financiado más que de sobra. Así se narra la llegada:

Finalmente el 7 de Septiembre de 1522 entró Juan Sebastián del Cano en la Barra de San Lucar a bordo de la nao Victoria con sólo diez y ocho hombres que apenas parecían tales, según los tenían desfigurados el hambre, las enfermedades y la prolija y trabajosa navegación de tres años menos catorce días.

Para concluir

Este texto narra cómo fue la primera vuelta al mundo, es la fuente básica para poder conocer esta hazaña. El libro que sobre esta información se publicó es hoy tan universal que en el siglo XXI ha recorrido el globo varias veces y se ha traducido a innumerables idiomas. Es, por lo tanto, una joya de la literatura universal con contenido de naturaleza náutica, botánica, etnografía, filológica, medica, entre otros muchos, que lo hace digno de mención y reconocimiento en una fecha tan importante como es la del día del libro.

Más información

BEROŠ, Mateo Martinić. Considerations on the Primary Sources that Report on the Armada de Molucas’ Crossing of the Strait of Magellan. Abriu: Textuality Studies on Brazil, Galicia and Portugal, 2019, 8, p. 69-84.

CASTRO HERNÁNDEZ, Pablo. El viaje renacentista y la visión estética del otro: Una aproximación a la belleza y fealdad de la otredad en El primer viaje alrededor del mundo de Antonio Pigafetta (s. XVI). Revista de Historia (Concepción), 2018, 25, 1, p. 161-182.

JIMÉNEZ ABOLLADO, Francisco Luis. Ocasio Alonso, un marinero en la primera vuelta al mundo: incidencias y vicisitudes de un superviviente. Naveg@mérica, 2019, 23.

MCCARL, Clayton. The Transmission and Bibliographic Study of the Pigafetta Account: Synthesis and Update. Abriu: Textuality Studies on Brazil, Galicia and Portugal, 2019, 8, p. 85-98.

MELON, A. Ensayo de heurística sobre la empresa Magallanes-Elcano. Estudios Geográficos, 1977, 38, 146, p. 141.

RIDRÍGUEZ CACHÓN, Irene y VALVERDE, Beatriz. Dos travesías, dos formas de relatar la vuelta al mundo: Antonio Pigafetta, Richard Hakluyt y The World Encompassed. Revista Latina de Comunicación Social, 2019, 74, p. 897-915.

Nota. Las citas son de esta edición: GÓMEZ ORTEGA, Casimiro. Primer viaje hecho alrededor del mundo emprendido por Hernando de Magallanes y llevado a feliz término por Juan Sebastián del Cano. Madrid: Ambos Mundos, 1922. Las ilustraciones son de la versión italiana que está depositada en la Biblioteca Nacional de España.

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En este blog damos difusión a las actividades vinculadas con la Historia y el Patrimonio Naval. Estas pueden ser conferencias, clases, exposiciones, cómics o literatura, entre otros. En este último apartado incluimos una novela que nos ha llegado de la mano de su autor, y de la que adelantamos parte del argumento, que mezcla realidad y ficción para contarnos las aventuras de un marinero español que formó parte de las hazañas históricas que tuvieron lugar en una de las expediciones de la Ruta de la Especias.

Dibujo de Alberto Taracido

Presentamos aquí una novela histórica en la que el contexto marítimo y naval es esencial. Su autor es Ángel Miranda, que recupera un personaje real poco conocido, Juan Pablo de Carrión, que viajó con Loaisa en la expedición que dirigió a las Molucas en el siglo XVI. A pesar de que el fondo y el contexto existieron, su vida se narra de forma novelada para hacerla más amena e interesante. Otra novedad es la forma de financiación que el autor ha elegido para la publicación de su trabajo, que es el micromecenazgo (crowdfunding), por el que cualquier persona interesada puede aportar una pequeña cantidad y a cambio recibir la obra junto a otros materiales y también que se mencione su nombre en los agradecimientos.

El protagonista

Juan Pablo de Carrión fue un enigmático marino que viajó hasta el fin del mundo, resultó acusado por la Inquisición y acabó sus días luchando contra piratas asiáticos. La obra comienza en la batalla de Villalar (1521), la que enfrentó al rey Carlos I con algunos comuneros descontentos. En esos momentos se dibuja a un joven Carrión, que recorre el Camino Real como paje de un buhonero. Pronto llega a Sevilla, que en esos momentos se había convertido en el epicentro de contacto entre el viejo y el nuevo mundo.

Sevilla a fines del siglo XVI. Fuente

Así se relata la primera vez que vio una embarcación de gran tamaño en la ciudad sevillana:

Con todo, ninguna maravilla aventajó a la de contemplar mi primer galeón. No podrá borrarse ni ahora ni en ningún tiempo de mi memoria, pues quedé marcado por siempre ante ese ingenio marino extendiéndose ante mí en toda su grandeza. Era aquel navío colosal, una montaña de madera sobre la que se alzaban imponentes los mástiles con una selva de cabos cruzando su arboladura. Semejante portento de los mares, capaz de surcar las aguas más profundas, me asombraba más que la construcción de torres, castillos o catedrales. El tajamar cortaba su proa, desafiante, apuntando con su bauprés hacia nuevos y lejanos mundos aún por descubrir.

Allí también pudo ver otra de las maravillas del mundo naval, un portulano. Que sin embargo fue causa de que la Inquisición lo persiguiera y tuviera que huir. A partir de ahí, el protagonista aprenderá los pormenores de la vida costera faenando en almadrabas y caladeros atlánticos.

Carta portulana del Mediterráneo

Finalmente embarca en una de las expediciones que tenían por meta establecerse en las preciadas islas de las Especias. A partir de ese momento su vida dará un vuelco, sufrirá con las tormentas y los ataques de embarcaciones corsarias. Durante la navegación deben pasar el durísimo estrecho de Magallanes, así como la larga deriva a través del Mar del Sur (Pacífico), además de los enfrentamientos con los portugueses. Todo ello transformará definitivamente al marino y soldado hasta generar la figura histórica de Juan Pablo de Carrión.

Dibujo de Alberto Taracido

Así, en las páginas del libro encontramos aventura y un toque de humor, en unos capítulos trepidantes que narran la historia de un personaje con fuerza. De una manera entretenida y amena, la obra ofrece un relato que es bastante fiel, ya que se basa en los documentos de archivo. Usa una fórmula que demuestra que el rigor histórico no está reñido con un argumento ágil y apasionante, y expone estas aventuras con un lenguaje de época, que además es divertido y genuino.

Dibujo de Alberto Taracido

Una nueva forma de difusión: crowdfunding

Otro de los motivos para dedicar una entrada a este libro es por la fórmula utilizada para su publicación. Se edita un prelanzamiento financiado a través de micromecenazgo, que invita a los lectores a formar parte del proyecto, aparecer en los agradecimientos y recibir a bajo coste una edición de lujo con láminas de colección, cartas náuticas, grabados de época, el facsímil de una novela de caballerías o una caja artesanal de madera.

El autor

Su autor, Ángel Miranda, nos dice que desde muy temprana edad tuvo el placer de disfrutar leyendo las grandes historias del pasado, lo que siempre lo ha maravillado. Y no hay mejores aventuras que las realizadas por nuestros marinos en la época de los descubrimientos.

Dibujo de Alberto Taracido

Así que nos cuenta que desde que tuvo noticia de aquellas proezas, no pudo más que seguir y seguir investigando al respecto, devorando libros y documentos. De este afán, tras escribir un libro de viajes (A bordo del Galeón en 2016), publicó dos cómics: ‘Espadas del fin del mundo’ y ‘Lezo’. Estos han tenido tanto éxito que le han permitido embarcarse en esta singladura: su primera novela.

Dibujo de Alberto Taracido

Esta edición tiene 16 ilustraciones realizadas por el artista gráfico Alberto Taracido, algunas de las cuales aparecen aquí. Además, la versión en audiolibro es una apuesta innovadora, que acompaña la narración con tecnología de sonido holofónico 3D. Otra novedad que ofrece es una experiencia inmersiva que apenas se ha utilizado en este tipo de ficciones. Esta técnica permite añadir efectos y sonidos que parecen moverse alrededor del oyente, haciéndole sentir en el mismo centro de la acción.

Dibujo de Alberto Taracido

El personaje histórico

Resulta que Carrión existió y tuvo una vida ajetreada, digna de conocerse. Es un claro ejemplo de todos aquellos hombres que participaron en viajes durante unos años en los que parte del mundo aún estaba por descubrir. Lo que ellos relataban con pasmosa naturalidad hoy se antoja inverosímil, pero en verdad ocurrió y ahora nos parece tremendamente interesante. Sin embargo, muy pocos de aquellos valientes tienen la fortuna de haber pasado a la posteridad. Nombres como el suyo son tan solo mencionados en el pasado en las relaciones y correspondencias con la Corona. La mayoría no aparecen en pliego alguno, han sido olvidados. En especial, muchos de los que se aventuraron a viajar hasta las recónditas tierras orientales, participando en batallas increíbles y viviendo hazañas que aún hoy son poco conocidas. Carrión se ha convertido en una excepción gracias a esta novela.

Hay varias opciones disponibles para participar en la publicación de esta obra, como obtener el libro en versión digital, en audiolibro, en pack de coleccionista o incluso de varios libros juntos. Más información en esta web.

La literatura basada en hechos reales es otra magnífica opción para seguir difundiendo la Historia y el Patrimonio Naval.


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Hace ya años que llevamos publicando de manera periódica opciones para poder acceder a las fuentes históricas, desde las diversas posibilidades que proporciona Internet. Hay múltiples herramientas, tales como los enormes repositorios digitales nacionales (Biblioteca Digital Hispánica, Gallica o la British Library) y las que han llevado a cabo muchas universidades o fundaciones. También están aquellas que contienen específicamente Patrimonio Naval y Marítimo, entre los que destaca la Biblioteca Virtual de Defensa. Aquí vamos a sintetizar las más representativas, ya que la mayoría han sido objeto de entradas monográficas en este blog.

Los repositorios de las grandes bibliotecas nacionales

Aunque hay muchos más, aquí hemos visto los que contienen mayor número de fuentes para la Historia Naval y Marítima. En lo que se refiere a la calidad y cantidad de documentos y objetos, la Biblioteca Digital Hispánica es una de las más importantes. En un nivel similar está Gallica, el repositorio francés.

Bahía de Cádiz y Estrecho de Gibraltar. Inicios del siglo XVIII. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica.

Fuera de Europa, la Biblioteca del Congreso, posee una importante colección, y en la misma línea está la Biblioteca Digital Estadounidense (DPLA).

Artilleros de Marina españoles. Fuente: DPLA

Otros depósitos digitales

a) Los de las grandes universidades, como la Complutense de Madrid (E-print), la de Heidelberger, Harvard u Oxford (Bodleian Library) entre otras muchas, que han ido desarrollado a lo largo de los años importantes bibliotecas digitales.

b) Igualmente lo han llevado a cabo algunas fundaciones como Schoyen y Larramendi. La Colección Schøyen contiene muestras de la mayoría de los tipos de manuscritos de todo el mundo, y éstos abarcan más de 5000 años. Tiene el mayor fondo de manuscritos privados que se ha formado en los últimos cien años. La otra citada, la “Biblioteca Virtual de la Ciencia y la Técnica en la empresa americana” es un proyecto conjunto de dos fundaciones, Ignacio Larramendi y MAPFRE. Ofrece una importante cantidad de obras antiguas sobre Navegación, Cosmología, Cosmografía y Matemática aplicada.

c) Otros consorcios como la Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano también han puesto su granito de arena en este mundo digital. Esta Biblioteca es un proyecto impulsado por la Asociación de Bibliotecas Nacionales de Iberoamérica (ABINIA), que permite el acceso desde un único punto de consulta a los recursos digitales de todas las instituciones participantes (Bibliotecas Nacionales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, España, Panamá, Portugal y Uruguay).

Página principal de esta biblioteca

Pero la más cercana, para el mundo hispanohablante, al Patrimonio Naval y Marítimo es, sin duda, la Biblioteca Virtual de Defensa del estado español.

Un libro de 1590. Fuente: Biblioteca Virtual de Defensa de España

Otro lugar donde podrá encontrar documentos digitalizados directamente vinculados con la Historia Marítima está en la página de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval, que dedica desde 2013 una sección de su web a este tema (enlace).

También puede encontrar algunos ejemplares en la sección un mar de libros digitalizados. Ya dedicamos una entrada a presentar todas las opciones que ofrecemos desde los recursos de la Cátedra para poder acceder a documentos, objetos, estudios e informes (aquí).

En otro lugar donde se puede localizar patrimonio digitalizado o fotografiado es la herramienta Google Arts & Culture. Su página web recoge cuadros, pinturas, murales, objetos, arquitectura y muchas más opciones.

Detalle del Mapa de D. Rivero (1528). Fuente: Google Arts & Culture

Navegar por la red a través de la Historia y el Patrimonio Naval hoy es posible. Otra cuestión es que todavía son pocas las que están disponibles y que su localización en Internet debería ser más fácil, y en ello estamos en la Cátedra.

Con esta cuarta entrada terminamos el repaso a las series del blog de la Cátedra, al menos temporalmente hasta otro periodo vacacional. La próxima semana ya publicaremos nuevos contenidos.

¡Feliz semana!

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De todas las acciones de piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros, esta semana vamos a presentar una actividad muy poco común en este contexto, la realización de un atlas. En la ficha catalográfica de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos se recoge que fue levantado por bucaneros y para bucaneros, aunque quizá éste no sea el término más adecuado para identificar a quienes recorrían las rutas asiáticas (indias orientales) atacando embarcaciones.

atlas bucaneros. Guzarat India. Detal

Un atlas que no era oficial

Es un atlas de las indias orientales (A description of the sea coasts … in the East Indies), que aparte de lo atractivo que pueda parecer debido a las características de sus protagonistas, es de gran interés por las descripciones tan detalladas que realiza de las zonas cartografiadas. Recoge los antiguos nombres de lugares que hoy ya se han perdido, por lo que es de gran ayuda como fuente toponímica y geográfica.

detalle portada

Introducción del atlas

Contenido

Se ocupa de las costas de África oriental, India y resto de Asia oriental en 105 cartas. Cada una contiene una breve descripción con información sobre sondas, distancias y hechos relacionados con el fondeo y la navegación de los ríos y costas. Es conocido como el «atlas del Bucanero», ya que parece que es el resultado de la experiencia de un pirata que actuaba en el Mar del Sur, el capitán Bartholomew Sharpe, que W. Hack, el autor de este atlas, documentó con pluma, tinta y acuarela en 1690.

atlas bucaneros isla Johanna

Isla Johanna (Anjouan). Atlas de los bucaneros (1690)

Es un manuscrito coloreado, especialmente con las banderas de los reinos y repúblicas que controlaban las costas, que orienta sobre lo que un navegante «no deseado» puede hallar cuando aviste tierra.

estrecho Malaca sin marco

Parte de Malasia y de Sumatra. Entre ellas se puede ver el estrecho de Malaca, que era un lugar donde ocurrieron grandes naufragios. Atlas de los bucaneros (1690)

A pesar de que está escrito en inglés, recoge nombres con grafía de otros idiomas, como el portugués.

indice alfabetico lugares

Índice de lugares, se puede apreciar que aparecen términos en otros idiomas

Presenta ciertos rasgos estéticos dignos de admirar, como las sencillas rosas de los vientos, los dibujos figurados de algunos grandes templos, edificios y construcciones portuarias. También se cuida de utilizar un tipo de letra caligráfica y de distinguir con el tamaño diferentes lugares. Los nombres de los mares, por ejemplo están muy bien rotulados y se ven rápidamente.

El Mar Rojo letrero

Uno de los rótulos que figuran en el atlas, esta vez acompañado de una rosa de los vientos

Esta joya del patrimonio, de especiales características, actualmente forma parte de los magníficos fondos de la División de Geografía y Mapas de la Biblioteca del Congreso de Washington.

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Durante el siglo XVIII, cuando la Ilustración volvió a poner de moda la observación y el espíritu científico, muchas personas cultas se unieron a esta corriente, dando a sus aficiones pinceladas académicas. Algunos de estos intentos fueron, con el paso de los años, las bases de algunas de las ciencias actuales. Otras veces fue la propia creación de instituciones museísticas el punto de partida para estos aficionados.

Bogavante real

Bogavante

En España, por ejemplo, en 1771 se crea el Real Gabinete de Historia Natural de Madrid y muchos naturalistas comenzaron a buscar ejemplares para enriquecer la nueva colección. De hecho, en unas instrucciones de 1776, Carlos III ordena a “los Virreyes, Gobernadores, Corregidores, Alcaldes mayores e Intendentes de Provincias en todos los Dominios de S. M. puedan hacer escoger, preparar y enviar á Madrid Naturaleza que se encontraren en las Tierras y Pueblos de sus distritos» (Jiménez, 2015).

orla

Orla del libro de A. Recondo, que recoge las especies que dibuja y comenta.

En este caso traemos un libro manuscrito redactado por un oficial de rentas (lo más parecido a un recaudador de impuestos), que tenía gran interés por la flora y la fauna. Su título es Producciones y aves maritimas adquiridas en las inmediaciones de las islas de Mallorca por Antonio de Recondo, fechado en 1773.

frailecillo recortado

Frailecillo o papagayo marítimo

Recondo se dedicó a observarlas y lo combinó con lecturas de famosos naturalistas de la época. También formó una colección con ejemplares disecados. Lo más significativo de este volumen son las acuarelas que contiene y que dibujan una parte de la fauna y flora marítimas de la isla de Mallorca. A pesar de que era un aficionado, quiso tener correspondencia con importantes naturalistas de la época y al final de su vida parece que intentó vender su colección de aves disecadas.

Pelicano.jpg

Pelícano u Onocrótalo

Recondo también comenta y dibuja peces de las costas mallorquinas.

pez volador

Pez volador

También se ocupó de la pesca de perlas. De hecho, aparte de incluirlas en su libro, presentó una memoria, en 1779, bajo el título «Memoria sobre Pesca de Corales que presentó… el socio don Antonio Recondo» (Oliver, 2006). En su disertación trata sobre «los tesoros que la Naturaleza ofrece al hombre», y establece una comparación entre las riquezas que la tierra y el mar proporcionan a la Humanidad. Añade que Mallorca es una fuente inagotable de riqueza, entre ellas de perlas, corales y otros mariscos. Para la recogida de perlas mantiene que se necesita

«un Barco con su escandel, crucero y Plomos, un instrumento o red para arrastrar por el fondo del mar, con su zurrón o manga que recoge cuanto encuentra por diminuto que sea; para recoger las perlas que hayan caido de las conchas al tiempo de arrancarlas. La situación que tienen los corales dentro del mar y unas varas cruzadas con plomos y redes para enredarse los corales. Son los Mapas que el autor presenta y con ellos va a demostrar lo interesante que es al público y al Estado esta pesca, y asegura con admiración que es abundante en las costas de esta Isla».

Como puede leerse, Recondo estaba seguro de las posibilidades de la pesca de perlas y animaba a la Real Sociedad Económica de Amigos del País a que hiciera pública esta posibilidad y la extendiera por la Isla, para beneficio de sus naturales. No sería éste su único intento por activar la pesca e incrementar la economía isleña, como lo prueban otras de las memorias que también redactó, que recoge Oliver (2006).

Acceso al ejemplar digitalizado

El libro está digitalizado y disponible en la Biblioteca Digital Hispánica. Forma parte de la impresionante colección de la Biblioteca Nacional de España.

Producciones y aves maritimas adquiridas en las inmediaciones de las islas de Mallorca por Antonio de Recondo, que rendidamente tributa a … Luis Antonio de Borbon, Ynfante de España. 1773 (manuscrito).

Más información

La BNE adquiere un manuscrito original de Antonio de Recondo con acuarelas de gran calidad. Web de la Biblioteca Nacional de España. Noticias. 15 Diciembre de 2017.

JIMÉNEZ, J. y REIG-FERRER, A. Tocando de oído: la intrigante y misteriosa grulla balear. Llibre Verd de Protecció d’Espècies a les Balears. Palma de Mallorca: Govern de les Illes Balears & Societat d’Història Natural de les Balears. Monografia de la SHNB. 2015.

OLIVER REUS, P. La recerca marina a les Illes Balears. Pereoliver.net, 2006.

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