La representación de embarcaciones en las monedas romanas es bastante frecuente, puesto que este imperio dominó todas las orillas del Mediterráneo (Mare Nostrum). Hoy traemos aquí las imágenes de tres piezas romanas (nummus), por cortesía de un especialista en Numismática, el Dr. José María de Francisco Olmos, y comentadas por nuestro experto en Historia Naval, D. Pedro Fondevila.
Naves mercantes
La primera es una nave mercante (o navis oneraria), de las que se dedicaban al transporte entre los distintos puertos del Imperio. La moneda está muy usada, pero se distingue bien el casco, la gran vela cuadra o redonda, que impulsaba a la nave, y el mástil y vela del artimón (o artemon).
Las naves mercantes de mayor tamaño eran las dedicadas al tráfico con Alejandría, donde recogían el trigo de Egipto para llevarlo a Ostia, en la desembocadura del Tíber, y desde allí se transportaba a Roma en barcazas que remontaban el río. Estas grandes naves llevaban dos velas triangulares de gavia sobre la entena (antenna) de la vela vela mayor, tal y como se puede apreciar en la última de las imágenes inferiores.
Naves de guerra
La segunda moneda representa una nave de guerra (navis longa o navis constrata). La moneda está en buen estado y presenta muchos detalles. La embarcación, dado que los remos están presentados simbólicamente, debe ser una birreme (biremis), aunque podría ser también una trirreme (triremis). Empezando por la derecha aparecen, en la proa (o prora), el ariete (o rostrum) de bronce, empleado para hundir las naves enemigas; el corvo (o corvus), especie de puente giratorio y abatible con un fuerte diente de hierro en su extremo, que se dejaba caer sobre la cubierta enemiga (o fori), permitiendo el abordaje de los legionarios romanos embarcados; los remos (remus); el timón, y el aplustro (aplustre), especie de adorno recurvado hacia la proa. Es de destacar que la nave va desarbolada, es decir, que ha abatido el palo mayor y lo ha estibado en cubierta. También ha retirado el artimón.
Es importante saber que el rostrum, el arma mas eficaz para destruir a las naves enemigas, se convierte en un importante trofeo para el vencedor de una batalla naval, dando lugar a la columna rostral (columna rostrata), monumento en honor del vencedor, que se adornaba con los arietes de las naves contrarias. En las dos imágenes inferiores se pueden apreciar, respectivamente, un rostrum original de bronce y la reproducción de una columna rostrata.
Juegos y conmemoraciones navales
La tercera moneda, un aureus conmemorativo de unos juegos, es muy interesante porque reproduce una embarcación de las empleadas en las naumaquias, representación de combates navales, que se celebraban en el anfiteatro o en lagos ex profeso. La embarcación está representada de forma somera, aparece el timón, el timonel (gubernatur), el árbol con la vela, el caperol de proa y diversos artefactos no identificados sobre la cubierta. La pieza presenta además figuras alusivas a los juegos, como cuadrigas y animales salvajes.
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