Tomás López (1730-1802) fue un reconocido cartógrafo real que levantó importantes mapas terrestres de la Península Ibérica. Pensionado para mejorar su oficio en París, donde trabajó con grandes maestros como La Caille o Lalande, tuvo además la oportunidad de aprender previamente con ilustres e ilustrados marinos de la época como Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que fueron los que se encargaron de enviarlo a estudiar fuera de nuestras fronteras. También fue miembro de varias academias españolas.
Durante su fructífera vida profesional fue geógrafo real, cartógrafo, editor y grabador de mapas. La Real Academia de la Historia ha publicado un estudio detallado sobre su vida y su obra. También existen varios catálogos con sus mapas reunidos por G. Marcel, C. Líter y F. Sanchís y A. López Gómez y C. Manso Porto.
Fundó su propio taller de cartografía y en esta ingente labor sus hijos Juan y Tomás Mauricio fueron muy importantes, ya que aprendieron con su padre y siguieron su camino una vez que éste falleció.
Sin embargo, a pesar de que Tomás López fue uno de los grandes cartógrafos civiles de la Ilustración, su producción de cartas náuticas es prácticamente desconocida. Precisamente por ello en este blog le dedicamos nuestra atención.