En una entrada anterior hablamos de la Geografía de Ptolomeo. Usamos una de las muchas ediciones existentes (todas copias, porque el original se perdió), que sin ser la mas artística, era de las que servían para encontrar rápidamente, precisamente por la falta de colores, las miles de ciudades, muchas de ellas costeras. Ahora, por la belleza de sus imágenes, traemos la Cosmografía de este mismo autor. No es una obra distinta, sino que en los albores del Renacimiento quienes la copiaron decidieron cambiarle el nombre original por otro mas sonoro.
Gracias a que se puede utilizar libremente, podemos disfrutar de la cartografía marítima de un autor, que en época antigua se atrevió a dibujar el mundo entonces conocido, y con ello dio paso a otros que en siglos posteriores levantarían magníficos portulanos e impresionantes cartas náuticas.
En el mapa mundi superior aparecen 12 vientos romanos, cuyas denominaciones han variado según la época. Hacemos una enumeración de estos vientos, en sentido de las agujas del reloj, a partir del Norte. Al principio encontramos su nombre en latín y entre paréntesis su correspondiente en español.
- Septentrio (Septentrión, Polar N.)
- Aquilo (Aquilón, NNE)
- Vulturnus (Volturno, NE)
- Solanus (Solano E. De donde sale el Sol)
- Eurus (Euro, ES)
- [Ilegible]
- Austro/Notus (Austral/Noto, S)
- [Ilegible]
- Africus (Ábrego, SW)
- Cefirus (Céfiro, W)
- Caurus (Coro, NW)
- Circius (Cierzo, NNW)

La Península Ibérica, algo distinta de la actual
El autor y su teoría geocéntrica
Claudio Ptolomeo (c. 100-180) es uno de los mayores exponentes del saber de la Antigüedad, que trabajó especialmente en las áreas de la Geografía. Durante siglos sus obras fueron copiadas, seguidas y utilizadas como guías de viaje. Sólo cuando su teoría de que la Tierra estaba en el centro del mundo se demostró que era incorrecta, dejó de ser el modelo a seguir.

La Península arábiga, rodeada de mares
A pesar de que hay errores frecuentes, la estética de estos mapas (iluminados en el s. XV) es imponente, llamando la atención el color azul de los mares cartografiados, cuyos nombres delatan que estamos ante la visión del mar del hombre de la Antigüedad, mucho menos exacta que la actual, pero amplia y abierta. En los mapas hallamos denominaciones como Pontus Euxinus (Mar Negro) u Oceanus Occidentalis y Exterius Mare para el Océano Atlántico. Junto a ellas también aparecen los nombres que han llegado hasta la actualidad, aunque adaptados al idioma español, tales como Cantabricus, Adriaticum o Indicum.

El Océano Índico bañando parte de las costas asiáticas
El libro primero contiene generalidades, mientras que en los siguientes podemos encontrar un prontuario (o compedio) detallado de cartografía como aplicación práctica, ya que el propósito real de Ptolomeo era dibujar un mapamundi, es decir hacer una representación gráfica del mundo.

Parte de la costa africana, en el sur del Mediterráneo
Según la Real Academia de la Historia de España, la amplia y prolongada resonancia de esta obra durante la Edad Media, e incluso hasta el S. XVI, consiguió convertirla en una guía muy buscada por los viajeros, que en sus periplos creían reconocer algún lugar de los indicados por Ptolomeo.

Las costas de Asia Menor y el Pontus Euxinus
Esta es una de la obras de la Antigüedad Clásica que los hombres del Renacimiento se encargaron de recuperar e iluminar, proporcionándonos un rico patrimonio que sirve tanto para estudiar el pasado como para admirar la pericia y calidad artística de nuestros antecesores.

Mar Caspio
Un ejemplar de esta Cosmografía está en la Biblioteca Nacional de España, y se puede consultar a texto completo gracias a la Biblioteca Digital Hispánica.
Nota curiosa: De una de las copias de esta obra, la que pertenece a la Biblioteca Nacional de España, fueron robados los famosos mapamundi de Ptolomeo. Años mas tarde serían encontrados en Australia, tras ser vendidos en una casa de subastas, y en Nueva York.
Más información
Cosmografía de Claudio Ptolomeo. Real Academia de la Historia. 2016.
La Cosmographia de Ptolomeo. Serie «Mapas recuperados». Biblioteca Nacional de España.