Las leyendas sobre el Preste Juan, un supuesto rey que tenía sus dominios en el oriente, se difundieron rápidamente durante toda la Edad Media en el occidente cristiano. Le dedicamos una entrada porque curiosamente el reino del Preste Juan aparece en portulanos y cartas náuticas, que son un tipo de documentos sobre los que la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval tiene abierta una de sus líneas de investigación. También porque este mito es una impresionante mezcla de tradiciones antiguas y medievales, cuyo resultado final, a pesar de ser una fantasía, es de un enorme interés.

Una imagen de este rey de leyenda en un libro portugués del S. XVI
Vamos a ver la descripción de este reino, cuya existencia no se ha podido demostrar jamás, a pesar de que corrieron por Europa supuestas epístolas escritas por el preste y dirigidas a monarcas y papas, y de que muchos aventureros dijeron haberlo visto y visitado.
El reino del Preste Juan: su localización
La leyenda sitúa al Preste en varios lugares del oriente antiguo, aunque los mas conocidos son en Asía y en África. Incluso hay quienes lo localizaron en el continente americano después del siglo XV.

El reino del Preste Juan, según un mapa del siglo XVIII. Fuente: Gallica
Asia
Dependiendo del texto, este reino se asimilaba con el imperio tártaro (mongoles). Realmente en esa corte había un grupo de cristianos nestorianos, pero era minoritario.
Posiblemente el error viniera porque durante el siglo XIII el emperador mongol Gengis Kan luchó contra los musulmanes y los derrotó, lo que, en tiempo de cruzadas, pudiera haber facilitado una identificación de éste con un gran monarca cristiano en los confines del mundo entonces conocido.
África
La leyenda decía que era un rey cristiano en la Gran India. Por ello, a principios del siglo XV los portugueses continuaron buscándole, pero no en la India, sino en su camino hacia ella, es decir, en Etiopía.
Este reino africano, importante desde la prehistoria, situado en una zona de especial interés por la tradición cristiana milenaria que posee, era el lugar idóneo para situar el posible reino del Preste Juan.

El supuesto reino del Preste situado en Etiopía, tal y como aparece en el Islario general de todas las islas del mundo, obra del cosmógrafo sevillano Alonso de Santa Cruz
De hecho, el texto dice que el infante Pedro de Portugal había vivido allí en Etiopía, con el Preste Juan, tres meses. Sintetizamos y seleccionamos partes del texto en las que se explica quiénes eran y cómo vivían, por el interés intrínseco que posee.
El reino del Preste Juan según el infante Pedro de Portugal
Parece que el texto no fue escrito por este noble portugués, sino por un español, Gómez de Santisteban, conocedor de los libros de viajes medievales (Mejía, p. 216-17).
a) La descripción de la ciudad
La ciudad donde tenía su sede el Preste Juan se llamaba Albes. Sobre ella dice:
«Es la más populosa, la más rica, y fortalecida que hay en aquella parte del mundo, tiene de circunferencia más de doce leguas, en su castillo tiene mas de ciento cincuenta torreones bien fortificados. En cada uno de ellos hay mas de mil hombres de guarnición, todos con barba larga, mostrando su luto en señal de haber perdido la tierra de Promisión».

Escudos heráldicos atribuidos a los reinos del Preste Juan, según el Armorial de Conrad Grunenberg (siglo XV), entre los que se encuentra una sirena
b) El palacio
«Una vez entrado en la ciudad nos dijeron que para llegar al palacio era necesario ocupar medio día sin dejar de andar. Un vez que llegamos pudimos ver que tenía ocho torres tan hermosas y brillantes que no se pudiera mirar sin recibir impresión (…) Tenía una guardia de seiscientos hombres de caballería e infantería, lujosamente vestidos y bien armados».

Dibujo de la corte del Preste Juan en el Armorial de Conrad Grunenberg (siglo XV)
Una vez que pudieron entrar en el palacio como emisarios del rey de León, vieron «que debajo de un magnífico dosel estaba sentado el Preste Juan, con su esposa al lado, y un hijo que tenía el título de emperador de las provincias Galdras».
c) La iglesia
«Vimos cosas muy maravillosas. Los sacerdotes son casados en aquella tierra, pero cuando quedan viudos no pueden volver a casarse (…) y por quebrantar este precepto tienen irremisible pena de muerte».
«Poco antes de venirnos, mandó el Preste a dos sacerdotes que nos mostraran el cuerpo de Santo Tomás (…) que está colocado en el altar mayor (…) La víspera del día del santo le ponen en la mano un sarmiento seco, el cual se reverdece al instante, echa hojas y tres racimos de uva».
d) La sucesión al trono
La dignidad de Preste no es hereditaria: se reúnen en la ciudad todos los obispos o abades del reino, y en solemne procesión se dirigen a la iglesia de Santo Tomás, y «ruegan al santo designe al que debe ser el nuevo gobernante».

Más blasones de los supuestos reinos del Preste Juan, entre ellos podemos ver a la izquierda de la imagen el escudo de Etiopía, descrito en el texto como «las Indias».
e) El resto del reino
Pidió el infante licencia para pasar a otra parte del reino, y el Preste les aconsejó que se pararan antes de llegar a una provincia «habitada por gentes tan idiotas que tienen por costumbre los hijos comerse a los padres cuando éstos llegan a una edad avanzada».
La comitiva del infante de Portugal «tomó el camino del desierto del Paraíso. Luego de estar durante trescientas veinte leguas sin ver habitante alguno», llegaron a «unas altísimas montañas, vimos al pie de ellas algunas poblaciones circunvaladas por cuatro ríos que se denominan Tigris, Eúfrates, Guión y Fisón, los cuales salen del Paraíso Terrenal».

Los ríos Tigris y Eufrates a los que el texto del infante Pedro dice que llegaron. Los otros dos ríos se citan en la Biblia, pero actualmente no hay rastro de ellos. Fuente
Tomamos un texto en el que el propio Preste, siempre según el infante portugués, explica sus dominios:
«tengo bajo mi autoridad 64 reyes, me obedecen 12 arzobispos, 20 obispos y 4 patriarcas. El dominio de mis tierras se extiende a diez mil leguas cuadradas, en las que tengo dos provincias muy importantes llamadas India mayor e India menor, en las que se crían mucha variedad de animales y aves de tan grandes fuerzas que sin perder el vuelo arrebatan del suelo las reses y se las llevan al nido. Con los dromedarios, elefantes, camellos y unicornios, se labran los campos y hacen las labores que necesitamos».
f) Los habitantes mas fantásticos
«Tengo en mis territorios unos habitantes que no tienen mas que un ojo en la frente, cuando muere alguno se lo comen entre sus parientes». En otra provincia «con una clase de gentes que tienen los pies redondos. En otro tengo una generación cuyas gentes son de la alzada de una vara, pero son muy belicosos. En otra provincia hay unos cerros muy elevados, en los que se cría gente que de cintura para arriba son hombres y de cintura para abajo son caballos».
Epílogo
En síntesis, un fantástico y onírico reino, que parece descrito por un infante de Portugal que afirmaba haber recorrido el mundo y estar alojado en la tierra del Preste. Magia y leyenda alimentando la mente de los habitantes del Medievo y de parte del Renacimiento, en una mezcla casi increíble de mitos antiguos, creencias religiosas y supersticiones.
Más información
El texto completo del relato del infante Pedro de Portugal. Un análisis de las primeras ediciones puede encontrarse aquí.
SANTIESTEBAN, G. de. Historia del infante D Pedro de Portugal el cual anduvo las siete partidas del mundo. Barcelona: Imprenta de los herederos de la viuda Pla, 1842.
VILLALBA RUIZ DE TOLEDO, F.J. y NOVOA PORTELA, F. Los mitos medievales en la obra de John Mandeville. ISIMU, 2016, vol. 9.
[…] impresionante despliegue de conocimientos geográficos fantásticos no podía faltar el mítico reino del preste Juan, esta vez localizado en la costa oeste de […]
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[…] realistas, ya que tienen cierto carácter bucólico y fantástico (por ejemplo, la presencia del Preste Juan en África responde a un mito medieval), son de una gran belleza y […]
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[…] ciertas tradiciones de las escuelas cartográficas previas (como dibujar el supuesto reino del preste Juan), pero dejó atrás otras, como por ejemplo no pintar el mar Rojo de ese color, tal y como se puede […]
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[…] como Nueva Zelanda, Madagascar o Singapur, a grandes viajes de sus reyes míticos, príncipes, obispos y de osados navegantes como Piteas. La realidad se mezcla con la ficción en la derrota seguida por […]
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[…] coetáneos presenta errores, tales como incluir la isla de Frislant (también llamada Thule), el reino del preste Juan en África o la isla de los Romeros (al sur de Madagascar, que también situaron en sus cartas […]
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