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Archive for the ‘– Cartografía náutica’ Category

Cuando los europeos llegaron a América se generaron mucho mitos, y algunos hacían referencia a lugares geográficos recién descubiertos. Con el paso de los decenios muchos quedaron olvidados, pero otros pervivieron, tanto en la mente de los pobladores como en la cartografía. Uno de ellos, reflejado en las cartas náuticas, es la idea de que California era una isla, que se remonta a los primeros tiempos, cuando los navegantes del viejo continente llegaron a la costa oeste de América del Norte. Otro era que en la parte septentrional de esta «isla» había un paso que comunicaba dos océanos: el Pacífico y el Atlántico. Estas ideas erróneas persistieron durante muchos años y sólo fueron desmentidas décadas más tarde.

Localización de California en el mapa actual. Fuente Google Maps

Su descubrimiento

Situada en el inmenso océano Pacífico, cuando los españoles llegaron allí en 1533 supusieron que era una isla enorme. No es nada raro, ya que tiene alrededor de medio millón de km2, un inmenso territorio difícil de valorar inicialmente. Pensaron, recordando Las Sergas de Esplandián, que estaban en los dominios de la reina Calafia, en el que vivían mujeres de extraordinaria fuerza, gran belleza, coraje y espíritu apasionado. También lo llamaron «isla de mujeres» o «ziguatan», término del que luego saldría el nombre de una localidad costera de la zona, Ziguatanejo. En esa época la distinción entre realidad y ficción, especialmente en un mundo recién descubierto, lleno de novedades, impresionantes paisajes y seres fabulosos, era mínima.

Parte del texto donde se nombra a la reina Calafia en la obra de Rodríguez de Montalvo, de la edición de 1588, p. 276

Aunque el mito de las amazonas tiene raíces griegas, es posible que las lecturas clásicas del autor de las Sergas, Rodríguez de Montalvo, se mezclaran con las primeras noticias de los viajes de Colón, dando origen a su novela.

Detalle del mapa de Meurs en el que se dibuja California como una isla. Fuente

Una vez que se pudo probar que era una península, durante varios decenios se siguió incluyendo en la cartografía como una isla, lo que prueba que los nuevos descubrimientos geográficos no siempre eran conocidos, ni se difundían rápidamente.

California, cartografiada como una isla, en el mapa de Visscher (1658). Fuente

Vínculo con el estrecho de Anian

Igualmente, existía la creencia de que en el norte de la supuesta isla de California había un paso, el estrecho de Anian, que daba entrada al Atlántico. Muchos navegantes, desde el siglo XVI, bordearon la costa pacífica californiana en busca de esta comunicación entre los dos mayores océanos del mundo.

Representación cartográfica de esa antigua creencia de que California era una isla y que el estrecho (Eretum) de Anian estaba situado en su parte septentrional. Fuente

La realidad, tal y como la entendemos hoy, es que hay un paso, pero mucho más arriba, a 48º al norte, de lo que algunos afirmaban. Tampoco comunica el Pacífico con el Atlántico, sino con el Océano Ártico, y se denomina estrecho de Bering.

Localización del estrecho de Bering. Fuente: Google Maps

Para acabar

La persistencia de estos mitos en la cultura popular, así como su representación en mapas y cartas náuticas, evidencia cómo las ideas erróneas perduran en el tiempo.

En el caso de California, es más que probable que la introducción del personaje de Calafia fuera un elemento circunstancial. La literatura caballeresca, llena de acción y personajes ficticios, acabó impregnando la mente de muchos de los navegantes que la habían leído u oído acerca de sus protagonistas. Eran descripciones de lugares exóticos que podían asemejarse a los nuevos espacios hallados. Estos nombres, primeros ficticios, posteriormente fueron asignados a lugares geográficos reales, quedando para siempre fijados a sitios concretos. Así, los conquistadores inspirados en este texto caballeresco, denominaron a dos impresionantes lugares del Nuevo Mundo: el río Amazonas y California.

Portada del libro de Brown (1954) sobre los nombres del territorio californiano. Fuente

Más información

BLASCO IBÁÑEZ, Vicente. La reina Calafia. Prometeo, 1923. [Novela]

CUTTER, Donald C. Sources of the Name «California». Arizona and the West. Journal of the Southwest, 1961, 3, 3, p. 233-244.

GIRÁLDEZ, Susan C. Las sergas de Esplandián, Granada, Constantinopla y América: la novela caballeresca como portavoz de la modernidad. Semiótica y modernidad. Actas del V Congreso internacional de la Asociación Española de Semiótica. La Coruña, 1994, p. 183-196.

LUIS JIMÉNEZ, Isidro, et al. Las amazonas, California, Rodríguez de Montalvo y las crónicas americanasPhilobiblion: Revista de Literaturas Hispánicas, 2015, 1.

MILLÁN GONZÁLEZ, Silvia Caterina. Geografías del mito de las Amazonas en las Sergas de Esplandián: tras los pasos de CalafiaHistorias Fingidas, 2017, 5, p. 73-107.

POLK, Dora B. The Island of California. A History of a Myth. Spokane: The Arthur H. Clark Company, 1991.

PISU, Alessio. La isla de California y la reina Calafia: dos espejismos amadisianos en el Nuevo Mundo. Anales de Literatura Hispanoamericana, 2022, 51, p. 135-147.

RODRÍGUEZ DE MONTALVO, Garci. Las sergas de Esplandián. El ramo que de los quatro libros de Amadis de Gaula sale llamado las Sergas del muy esforçado cauallero Esplandian, hijo del excelente rey Amadis de Gaula. Alcalá de Henares: Vda. y herederos de Juan Gracián, 1588. [La 1ª edición es de 1510, publicado en Sevilla por Jacobo de Cromberger, aunque hay autores que lo sitúan unos años antes].

SCRUGGS, Charles. Queen Calafia’s Paradise: California and the Italian American Novel. Western American Literature, 2010, 45, 2, p. 217-218.

VENEGAS, Miguel. Noticia de la California y de su conquista temporal, y espiritual hasta el tiempo presente (etc.). Madrid: Imp. Vda. Manuel Fernández, 1757.

WAGNER, Claudio. Los mitos en tiempos de la conquista españolaEstudios Filológicos, 2022, 70, p. 213-226.

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Llamadas a lo largo de la Historia de muy diferentes maneras, son un tipo de documento que ha servido de orientación a marinos y navegantes. Hoy lo llamamos carta náutica de forma genérica, previamente también se denominó portulano, carta esférica o carta de marear, entre otras.

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El portulano de A. Cresques, s. XIV, que representa el Mediterráneo.

Un escritor contemporáneo nuestro, amante del mar, hacía una magnífica descripción de ellas:

«una carta náutica es mucho mas que un instrumento indispensable para ir de un sitio a otro; es un grabado, una página de Historia, a veces una novela de aventuras» (Pérez-Reverte, La carta esférica. 2000)

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Carta de B. Agnese, s. XVI

Su poder era tan fuerte que primeramente los estados y posteriormente los particulares, evitaban que sus cartas fueran conocidas por otros, porque poseer una significaba poder navegar con información náutica, lo que otorgaba una considerable ventaja frente al enemigo o a la competencia.

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Portulano de J. Martines, S. XVI.

La magia

Los cartógrafos se alojaban en la corte, eran requeridos por soberanos y príncipes, y muchas veces sus conocimientos se consideraban iniciáticos. Cuando conseguían buena información, o eran ellos mismos los que la habían tomado, confeccionaban mapas certeros, que reflejaban su punto de vista del mundo cartografiado. En caso contrario podían enviar a los marinos a una muerte segura. Los primeros cartógrafos eran como magos, dibujaban un mapa que no existía, daban a conocer un territorio que sólo conocían unos pocos navegantes. Cuando acababan la carta, la magia tomaba forma y surgía una representación. Era un pergamino, un papel o cualquier otro soporte (a veces piedra, otras corteza de abedul, entre otras) que contenía en una sóla imagen una parte muy importante del conocimiento geográfico e hidrográfico existente.

Placido Caloiro

Carta de P. Caloiro

Una visión del mundo

Cada carta refleja la visión del mundo de quien la crea o de quienes le pagan por hacerlo. A lo largo de la historia hemos visto ejemplos tan significativos como el de Al-Idrisi, en el que el hemisferio norte aparece situado abajo y el hemisferio sur arriba.

Mapa de Al-Idrisi, con los continentes situados de forma contraria a la actual

Mapa de Al-Idrisi, con los continentes situados de forma inversa a la actual

También es muy destacable que en algunas de las que se hacían en China y en otros lugares del Oriente, el bloque euroasiático y África aparecen en la izquierda, mientras que el americano y Oceanía se sitúan a la derecha.

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Mapa atribuido a Zheng He, con una localización continental distinta a la conocida hoy

 La decoración

La cartografía terrestre, especialmente la que iba destinada a decorar palacios y villas, estaba profusamente ilustrada. El documento que servía para orientarse podía pasar, de pronto, a ser un objeto decorativo y de gran belleza.

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Monstruos marinos ilustrados en una carta

La cartografía náutica, destinada a facilitar la navegación, se diferencia de la terrestre precisamente en que está mucho menos decorada, destinándose su espacio a ilustrar costas, mares, islas, puertos, penínsulas y fondeaderos, entre otros muchos espacios litorales. De cualquier forma, hay algunas profusamente ilustradas (como la que se puede encontrar mas abajo).

Los datos para navegar

En una carta náutica casi todo el espacio va destinado a contener datos que faciliten al navegante saber cómo y hacia dónde dirigirse. Para ello ofrece el contorno del litoral, la profundidad, los recursos marinos, los fondeaderos, las enfilaciones o vías de entrada al puerto, entre otros.

En la rosa náutica, uno de los elementos de mayor belleza, se contiene la orientación. En el marco aparecen la longitud y latitud, y en la cartela, aparte del nombre de la zona cartografiada y de su autor, podemos encontrar la escala, la fecha en que se levantó y otros datos como el establecimiento de puerto.

Una antigua representación de la rosa de los vientos

Una antigua representación de la rosa de los vientos

Por lo tanto, una carta náutica es un universo representado de manera sintética, una visión gráfica del mundo en ella contenido. Es también un documento que a lo largo de la Historia no sólo ha representado el mar y sus costas, sino cómo se veía éste, los parámetros de medida y la forma en la que cada nación entendía sus vínculos con las otras, con la mediación infinita de los mares y los océanos que bañan sus litorales.

Carta profusamente ilustrada, de finales del siglo XVIII, representando el Pacífico en primer plano

Carta profusamente ilustrada, de finales del siglo XVIII, representando el Pacífico en primer plano

Son documentos dignos de reyes y príncipes, que ahora podemos disfrutar todos los ciudadanos, y que se deben valorar en su justa medida: la de un tesoro patrimonial que contiene datos, información, conocimiento y belleza a partes iguales.

Una exposición única

El próximo día 17 de diciembre se inaugura en el Museo Naval de Madrid una magnífica exposición titulada «Dueños del Mar, señores del mundo. Historia de la Cartografía náutica española». En ella se expondrán algunos de los mejores ejemplares, muchos de ellos únicos, que se custodian en los fondos del Archivo Naval de Madrid.

Será una nueva oportunidad para conocer y disfrutar de una de las mejores colecciones navales del mundo.

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