En una época en la que cristianos y musulmanes luchaban a muerte por el dominio de Tierra Santa, un rey europeo decide invitar a su corte a un seguidor del Islam. Así comienza la historia de uno de los mapas medievales mas famosos.

El mapa del mundo realizado por Al-Idrisi y encargado por Roger II de Sicilia.
Esta representación del mundo conocido hasta el momento, en el que podemos apreciar que el hemisferio sur aparece al norte y viceversa, es considerada la mejor del mundo árabe en la época medieval. Forma parte de un libro enorme en el que se describen caminos, vías, ríos y mares, haciendo especial hincapié en el suministro de agua.
El rey
Roger II fue el primer soberano de Sicilia. Su padre, un noble normando que había conquistado la isla y obtenido el título de gran duque de Sicilia tras expulsar a los musulmanes, le transmitió su sangre vikinga y su tolerancia étnica y religiosa. Había tenido maestros griegos y árabes que lo iniciaron en el amor y respeto a la Ciencia.

Coronación de Roger II de Sicilia
Monarca protector de las ciencias y de las artes, quiso reunir en su corte a los sabios e intelectuales mejor preparados, siéndole indiferente sus creencias religiosas. Por este motivo no tuvo dudas para llamar a Al-Idrisi a su reino.

Una parte de África y otra de Asia con el Mar Rojo entre ambas. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
Por todo ello, Roger II fue un rey atípico, cuyas actitudes no siempre fueron bien interpretadas ni aceptadas.
Sicilia
Esta isla mediterránea es un reflejo perfecto de la evolución histórica del mar que la baña, de sus múltiples invasiones y pobladores, de las potentes culturas que allí se asentaron, de las guerras acaecidas y de la forma de pensar y de vivir de una zona del mundo muy antigua: la cuenca del Mediterráneo.

Sicilia en la Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
Al-Idrisi
Sabio musulmán nacido en Ceuta en el siglo XII, miembro de una familia noble malagueña, estudió en Córdoba, la que en ese momento era uno de los centros de la cultura mundial.

Estatua levantada en honor de Al-Idrisi por sus paisanos ceuties
Desde muy joven había viajado por el Mediterráneo hasta llegar a Turquía. Conocía de primera mano ciertas rutas, que luego en Sicilia pudo leer y analizar en las obras clásicas que le precedieron.

Escandinavia. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
Cuando las revueltas internas en el califato pusieron difícil su vida en Al Andalus, decidió aceptar la invitación del rey de Sicilia, ya que allí se le garantizó que estaría a salvo.

Irlanda. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
El encargo real: levantar un mapa del mundo
En un tiempo en el que los caminos eran peligrosos y los mares oscuros y demoníacos, Roger II quiso representar en una sola imagen todo el orbe terrestre y marítimo.
Para ello, tras llamarlo a su corte, le proporcionó a Al-Idrisi las obras que necesitaba, así como un grupo de ayudantes. Hay textos en los que aparece que el propio rey participó en su elaboración.
El planisferio de plata
Se dice que, a la vez que se confeccionaba el libro, construyó un enorme mural de plata en el que iba cartografiando los lugares que le habían descrito o que había leído que existían.

Mar Báltico. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
El Atlas del mundo
Aparte de completar el planisferio era necesario acompañarlo de un texto y de mapas más pequeños, y así nació el Libro de Roger. Se llamó así en honor al rey, y la cartografía asociada a él se conoce como Tabula Rogeriana. Era una obra faraónica para ese tiempo, tal y como estaban los conocimientos cartográficos, terriblemente contagiados de leyendas, mitos y literatura «fantástica».

Océano Índico. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
Al-Idrisi acometió así la dura tarea de describir de una manera mas sistemática el mundo habitable. Tardó mas de 15 años en llevarla a término. Sus fuentes clásicas parece que fueron la geografía del hispano Paulo Orosio (S. V) y la de Ptolomeo (S. II), el más grande de los geógrafos clásicos, cuya obra se había perdido en Europa, pero se conservó en el mundo musulmán gracias a una traducción al árabe. Aunque también preguntaron a viajeros, marinos y navegantes que llegaban a la isla siciliana, y contrastaron con todo tipo de fuentes disponibles, entre las que se encontraban libros escritos por sabios persas y armenios.

Hispania. Tabula Rogeriana. Fuente: Universidad de Oxford
La tierra se dividía en siete climas, que a la vez se componían cada uno en diez secciones. La descripción se va desarrollando de oeste a este, y en cada sección se explica de manera general la región, se incluye un listado de las ciudades principales y se enumeran las que se hallan por el camino, haciendo especial hincapié en las distancias existentes entre las poblaciones.
El Mar de las Tinieblas
La tabula se inicia en la primera sección del primer clima del principal meridiano que Ptolomeo había instaurado, que corresponde a las Islas Canarias. El texto comienza en el Atlántico, el llamado “Mar de las Tinieblas”, y de él se decía:
“En este mar hay dos islas llamadas las Islas Afortunadas… Nadie sabe si existe tierra habitable más allá de ellas”.
El continente americano estaba al otro lado del Océano, pero Europa seguiría ignorando su existencia durante varias centurias…
Epílogo
Aunque esta obra recoge errores y evidencia importantes carencias, en su época fue un auténtico logro, digno sólo de uno de los mejores cartógrafos.

El Mediterráneo Occidental y sus costas en el Libro de Roger, pero con el eje girado 180º. Fuente: Biblioteca Nacional de Francia.
Al-Idrisi rompió una tradición altomedieval en la que la cartografía era mas ilusión y fantasía que realidad y ciencia. En los mapas previos era fácil encontrar el Jardín del Edén y el paraíso junto a fabulosos monstruos (sirenas, tritones, dragones y bestias varias) que a menudo ocupaban las regiones inexploradas. En este mundo onírico, de repente, irrumpen unas representaciones coloridas que muestran un universo terrestre circular compuesto por tres continentes de semejante tamaño (Asia, África y Europa), separados por bandas estrechas de agua.
Deberían pasar casi cuatro siglos para alcanzar lo que había mas allá del tenebroso Océano Atlántico, pero la revolución empezaba a germinar y los portulanos estaban ya a punto de nacer como material de navegación. Una mirada rápida, por ejemplo, a cualquiera de las magníficas cartas del Libro del mar de Piri Reis, ya en la Edad Moderna, nos recordará a este atlas del mundo pionero confeccionado en el siglo XII por un sabio musulmán para la corte de un rey cristiano.
Mas información
CARNEY GIES, F. Al-Idrisi y el libro de Roger. El legado andalusí, 2012, 47.
Nota: De este atlas medieval se conservan 10 copias. De ellas dos están depositadas en la Biblioteca Nacional de Francia y otra en la Bodleian Library de la Universidad de Oxford. Las imágenes de la Tabula Rogeriana que proceden de esta última han sido mejoradas para facilitar la lectura y apariencia de la entrada.
También se considera que el primer mapa mundi en La Abadia de Saint Servet, es el realizado por Beato Toribio de Liebana a las órdenes de Carlo Magno siglo VIII. Con el Mar Mediterraneo el centro del mundo y el universo girando alrededor de la tierra, la cual era un disco plano hasta que Colon demostró ser una esfera. Lógicamente América o Australia eran inexistentes.
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Estimado señor, muchas gracias por su comentario. Un saludo.
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Al-Idrisi y Roger II: forjando el primer mapa del mundo
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