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Archive for the ‘Fragata Mercedes’ Category

Por el Dr. Juan José Sánchez Baena, director de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval

El pasado 24 de octubre se inauguró en Cartagena, en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), la exposición temporal «Nuestra Señora de las Mercedes. Vida más allá del naufragio». Está organizada por el propio Museo, en colaboración con la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval (Armada Española / Universidad de Murcia), y puede ser visitada hasta el 14 de enero de 2024. Con ocasión de dicho evento vamos a realizar varias actividades, entre ellas una serie de entradas para conocer un poco mejor la vida activa (1788-1804) de este buque de la Real Armada.

Los arsenales. La Habana

En España se iniciaron grandes reformas en la organización de la Marina de Guerra. Se puso en marcha un ambicioso plan de renovación y modernización, cuya pieza angular fue la creación en 1726 de los Departamentos Marítimos de Ferrol, Cádiz y Cartagena. En estos emplazamientos, junto con el de La Habana, se construyeron los cuatro arsenales cuya misión era tener las infraestructuras necesarias para conseguir una Armada capaz.

La Habana era un enclave geoestratégico que contaba con abundante materia prima y una experiencia constructiva desde el siglo XVI. A partir de 1784 el Comandante General de Ingenieros, José Romero y Fernández de Landa, desarrolló los diseños para la construcción de las embarcaciones de guerra. Entre ellas estaban varias fragatas, en una apuesta decidida por este tipo de buque, en busca de la perfección en cuanto a navegabilidad y maniobrabilidad.

Los inicios

A comienzos del año 1788 se iniciaban los preparativos en una de las cuatro gradas del arsenal habanero para fabricar una nueva embarcación, la que se conocería como Nuestra Señora de las Mercedes. El 9 de agosto, el ingeniero director del astillero, Francisco Autrán, informaba que en unos tres meses podría ir al agua la fragata de 34 cañones que se estaba construyendo. En esta fecha, además, se comunica desde la Secretaría de Marina que una vez que estuviera operativa su primer destino sería Cartagena, quedando asignada a ese Departamento, aunque posteriormente hubo un cambio de planes.

Documento donde se recoge la botadura de la fragata. Archivo Histórico de la Armada

Cumpliendo los plazos, en la mañana del 15 de noviembre de 1788, el Comandante General de Marina de La Habana daba cuenta de que la nueva fragata caía “felizmente” al agua. Arqueaba algo más de 984 toneladas. Sus dimensiones principales eran las siguientes:

  • Eslora ……………………………  160 pies (44,6 m. aprox.)
  • Manga ………………………….    41 pies (11,4 m. aprox.)
  • Puntal …………………………..    20/10 pies/pulgadas (5,8 m. aprox.)
Modelo de la fragata Mercedes realizado por F. Moreno Sorli

También se estableció la relación de los oficiales, tropa y marinería que se necesitaba que se enviaran desde España para formar la dotación de la nueva fragata, que eran los siguientes: un comandante, tres oficiales subalternos, dos pilotines, un segundo cirujano, un primer contramaestre, un segundo contramaestre, dos guardianes, diez del cuerpo de Brigadas y 185 hombres de mar de las clases de artilleros, marineros y grumetes. En total 206, el resto se completaría con gente de mar de la Isla. Según el Reglamento de 1788 las fragatas debían estar tripuladas por 302 hombres.

El mando del nuevo buque se le asignaba al capitán de fragata Juan de Aguirre y Villalba.

La distribución a bordo de pertrechos y víveres

La organización y la situación de los pertrechos, el lastre, la aguada o los víveres embarcados eran fundamentales, ya que el espacio disponible era bastante reducido. Todos eran imprescindibles para el éxito de la misión encomendada, especialmente con travesías que a veces duraban meses, en las que iban unas 300 personas (oficiales, marineros, grumetes o tropa de Marina, entre otros).

Barriles en la fragata Mercedes. Detalle del modelo realizado por F. Moreno Sorli

Sabemos que para una travesía de tres meses la fragata Mercedes embarcaba 40 botas de vino, una de vinagre, 23 barriles de tocino, uno de carne, dos de queso, cinco de arroz, cuatro de garbanzos, 381 quintales de pan y 9 barriles “de pan de dieta” situados “en el callejón de combate”. Además, como “dieta viva”, preferentemente para los que enfermaban, iban 33 carneros divididos en tres grupos debajo de la lancha y 84 gallinas en cuatro gallineros colocados junto a la madera de repuesto. Por otra parte, la aguada se componía de 74 toneles.

Vasijas. Detalle del modelo de la fragata Mercedes realizado por F. Moreno Sorli

La primera travesía de la vida activa de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes fue en mayo de 1789, y era la comisión que realizó desde La Habana a Cartagena de Indias (en la actual Colombia) para llevar al recién nombrado virrey de Nueva Granada, José de Ezpeleta.

Más información

ESCRIGAS RODRÍGUEZ, Juan. El real Arsenal de La HabanaRevista General de Marina, 2020, 279, 8, p. 315-333.

SÁNCHEZ CARRIÓN, José María. Los ingenieros de Marina en La Habana en tiempos de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes (1783-1786)En: El último viaje de la fragata Mercedes. La razón frente al expolio. Un tesoro cultural recuperado. Madrid: Museo Naval, Museo Arqueológico Nacional, 2014, p. 229-239.

SERRANO ÁLVAREZ, José Manuel. El astillero de La Habana en el siglo XVIII. Historia y construcción naval (1700-1805). Madrid: Ministerio de Defensa, 2018.

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La historia de Ana Mª Soto, una cordobesa que se alistó en la Infantería de Marina en 1793 haciéndose pasar por varón, claro, es relativamente conocida. Y como infante vivió en primera persona hechos trascendentales para la Historia. Sin embargo es desconocida la vestimenta, que por sus méritos y servicios le fue concedida por el rey, usando los colores del uniforme de Marina como distintivo militar,

«… en atención á la heroicidad de esta mujer, la acrisolada conducta y singulares costumbres con que se ha comportado durante el tiempo de sus apreciables servicios, se ha dignado S. M., por Real orden de 24 de Julio próximo pasado, concederle dos reales de vellón diarios por vía de pensión, y al mismo tiempo, que en los trajes propios de su sexo pueda usar de los colores del uniforme de Marina como distintivo militar.»*

Basándonos en testimonios recogidos en documentos de la época, con los expertos conocimientos del CN Fondevila Silva, y de la mano de nuestro dibujante A. Soler, aquí presentamos una recreación de cómo debería ser en la práctica su uniforme.

La parte anterior

La parte anterior

Ana Mª, entonces Antonio Mª, embarcó en la famosa fragata Nuestra Señora de las Mercedes un año más tarde, y también en la Matilde.

Fragata "Nuestra Señora de las Mercedes"

Fragata «Nuestra Señora de las Mercedes»

El vestido de Ana María está inspirado en los usados por las cantineras de los regimientos de voluntarios que lucharon contra la Convención francesa entre 1793 y 1794.

Estas mujeres adoptaron un traje con los colores del regimiento, cubriéndose la cabeza con una manga de red, como aparece en unos pliegos de papel (full de resma) que se editaron en Cataluña en esas fechas y que son los antecedentes de los antiguos recortables de soldaditos.

Posterior

Posterior

En Francia las cantineras hicieron otro tanto, si bien llevando como prenda de cabeza el gorro de cuartel con su larga manga. No sabemos quien copió de quien, pero lo cierto es que esta moda se extendió rápidamente, y, posteriormente, fue adoptada por mujeres que, en la vida civil, quisieron mostrar su apoyo a nuestro ejército en las guerras de Cuba y otras.

El traje

El traje

La casaca militar fue reducida a una especie de jubón, con unas cortas colas, remedando los vuelos de la casaca. En el dibujo hemos supuesto que utiliza su gorro de cuartel con la frontalera con el disco de latón en el que va grabado el ancla de la Real Armada como distintivo militar, tal como le autoriza la Real Orden.

* Archivo de la Intervención de Marina, Departamento de Cádiz. Fuente: FERNÁNDEZ DURO, C. Armada Española desde la unión de los Reinos de Castilla y León. Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, 1895-1903. T. VIII, p. 423-424

 Más información

Familia Soto

Fragata Santa Matilde

 

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Este mes de febrero, la sección mensual que incluimos en la web de la Cátedra de Historia Naval está dedicada a un fondo documental de gran importancia en el caso Odyssey. Algunos de los documentos que se custodian en los archivos navales fueron de vital importancia para que la sentencia fuera favorable a España, lo que supuso que el tesoro de la fragata Mercedes volviera a sus legítimos propietarios.

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La fragata hundida

La fragata Mercedes de la Armada Española, botada en el puerto de La Habana en 1786, comenzó su última misión en 1802, cuando por Real Orden se destinó a ir a América para traer los caudales y otros efectos de la Hacienda Pública y de particulares.

Fragata "Nuestra Señora de las Mercedes"

Fragata «Nuestra Señora de las Mercedes»

En 1804, a su regreso de tierras americanas, formando parte de una división de 4 fragatas, se encontró ya muy cerca de las costas españolas con una división inglesa. Y a pesar que la corona española estaba en paz con la inglesa, ésta atacó. Así, el 5 de octubre se produce la Batalla del Cabo de Santa María, que tuvo como consecuencia el hundimiento de este buque frente a las costas del Algarbe, así como el apresamiento del resto de la flota española.

Ruta ultima de la fragata Mercedes

Ruta última de la fragata Mercedes

La documentación del caso “Odyssey”

Los documentos que se custodian en los Archivos Navales han sido fundamentales en el litigio que el Gobierno ha mantenido, entre 2007 y 2012, contra Odyssey Marine Exploration (OME), responsable del expolio de la fragata Mercedes.

En el largo proceso han intervenido de forma coordinada instituciones políticas, diplomáticas, judiciales y culturales españolas; pero en esta batalla legal, los Archivos Históricos de la Armada han jugado un papel fundamental, ya que han proporcionado documentos vitales.

El tesoro preparado para viajar a España desde Florida

El tesoro preparado para viajar a España desde Florida

La reclamación de la empresa Odyssey para quedarse con el tesoro se sustentó en que según ellos la fragata no navegaba en misión militar cuando fue hundida, sino en misión comercial, por lo que la carga no estaba sujeta al principio de inmunidad soberana.

tabaquera de la Mercedes

La tesis defendida por el Gobierno español, recogida de la documentación archivística proporcionada, se resume así: la fragata hundida es un buque de guerra perteneciente a la Real Armada española, denominada “Nuestra Señora de las Mercedes”. Fue comisionada, oficialmente, por el Estado español a través del ministro de Marina para el transporte de caudales y efectos de la Real Hacienda desde América a la Península. Puede verse en la imagen inferior uno de los documentos que evidencian esta tesis:

Real Orden

Real Orden de 6 noviembre de 1802

Según la “Ley de inmunidad soberana”, un buque de estado, y por extensión su carga, en una misión no comercial tiene inmunidad soberana.

De la demostración de este argumento, sustentada fundamentalmente en los documentos custodiados en los Archivos Históricos Nacionales, dependía el éxito de España ante los tribunales estadounidenses. Los documentos permitieron localizar e identificar el naufragio, el tipo de buque y la misión que desempeñaba. Dichos documentos se encuentran en el Archivo General de Indias, Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Archivo General de la Marina “Alvaro de Bazán», Archivo Naval de Cartagena y Archivo del Museo Naval.

Es precisamente en el Archivo General de la Marina “Álvaro de Bazán” donde se hallan depositados los dos documentos que se presentan en la web de la Cátedra, en el Documento del mes de febrero, sobre la formación de la Escuadra. Aquí reproducimos dos fragmentos, con los textos que demuestran que la fragata estaba en misión oficial como buque de estado.

«El 13 de septiembre de 1802 Miguel Godoy comunica a Domingo Grandallana, ministro de Marina, la existencia en El Callao de Lima de una valiosa carga de “caudales y frutos preciosos para España”. Le indica la conveniencia de armar una Escuadra de Guerra con el fin de transportarlos y que no debe en ningún caso embarcar la carga en buques mercantes o de particulares».

«Por Real Orden de 6 de noviembre de 1802 del ministro de Marina dirigida a los capitanes generales de los departamentos, se dispone la habilitación de las fragatas de guerra “Clara” y “Mercedes” para viajar a Lima».

Afortunadamente, con el apoyo de estos documentos, el tesoro que transportaba la fragata «Nuestra Señora de la Mercedes» se halla hoy depositado en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), en Cartagena. Esperamos poder informar muy pronto que estará expuesto, para que pueda ser admirado en las vitrinas de este Museo.

Arqua

Más información en la web de la Cátedra de Historia Naval, en el documento del mes que coordina la Dra. Carmen Torres.

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