Con mucha frecuencia los mapas se encargaban para mostrar el poder de los monarcas y señores. También se hacían para reafirmar demandas territoriales. Y este es el caso del que presentamos, uno de los primeros a gran escala del hemisferio occidental, conocido también como «la cuarta parte del mundo». Fue encargado en 1562 por el todopoderoso rey español Felipe II a la Casa de Contratación de Sevilla. Está formado por seis hojas grabadas, cuidadosamente unidas para formar un sólo mapa que mide 93 por 86 centímetros. Su autor fue el cosmógrafo Diego Gutiérrez, y lo publicó el famoso grabador de Amberes, Hieronymus Cock.
Es importante desde el punto de vista de la cartografía naval por sus representaciones de barcos, batallas, naufragios y animales marinos, porque recoge las denominaciones primigenias de ciertos lugares, pero sobre todo porque los dos grandes océanos de la tierra aparecen perfilando las masas continentales, llenos de ilustraciones representativas de la visión del mundo en el siglo XVI.
Se levantó con la finalidad de reafirmar las demandas españolas de los territorios del Nuevo Mundo contra las solicitudes de sus rivales, Portugal y Francia. España reclamaba todas las tierras al sur del trópico de Cáncer, que se muestra de manera destacada.

La flota portuguesa, camino a las Indias Orientales
Precisamente porque era una muestra más del poder de los monarcas europeos, Cock se concedió el lujo de añadir numerosas ilustraciones artísticas, incluyendo los escudos de armas de los tres reinos licitantes, un ondulado río Amazonas, sirenas y monstruos marinos míticos, así como varios animales salvajes en la costa occidental de África. En la parte superior aparece la siguiente leyenda:
«Americae sive quartse orbis partis exactissima descriptio. Auctore Diego Gutierro, Philippi regis Hifp. Cos- mographi. H. Coch excud. 1562.»
En el mapa, el nombre «California» es posiblemente la primera vez que aparece en un mapa impreso, y se halla inscrito cerca de la parte baja de la península, justo arriba de la línea que representa el trópico de Cáncer.

En un detalle, a la izquierda se puede ver una parte de la península de California y su nombre escrito, posiblemente una de las primeras veces
El Ecuador y las líneas de demarcación
Tiene algunas particularidades, como que en él no aparece la famosa e hipotética línea de demarcación vertical que se trazó en el Océano Atlántico, que servía de división entre las posesiones españolas y portuguesas en América. Al oeste de la línea estaban las áreas de influencia españolas y al este las lusas según quedó reflejado en el Tratado de Tordesillas (1494).

Planisferio de Cantino (1502), mostrando la línea de demarcación y una incipiente cartografía de América
Si bien en el siglo XVI la latitud estaba bastante bien delimitada, la longitud (meridianos) era un gran problema para los navegantes y cartógrafos. Resulta que está línea hipotética que dividía los territorios descubiertos de ambas coronas peninsulares marcaba la longitud, ya que se dispuso que debía estar situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.

Mapa de Teixeira (1573), en el que se puede apreciar la línea de demarcación de norte a sur
En este mapa la línea de demarcación más visible es una distinta, paralela u horizontal, representando el trópico de Cáncer, que es la latitud mencionada en el Tratado de Cateau-Cambresis de 1559.
Otra característica que le aporta mucho valor a esta representación cartográfica temprana, es que en Norteamérica se pueden leer los nombres españoles que en un primer momento tuvieron los territorios descubiertos, y que hoy se han perdido, uno de cuyos mejores ejemplos es Tierra Francisca. En la misma línea, aunque éste si se ha mantenido, podemos encontrar en el Caribe la isla La Española, el nombre que Cristóbal Colón le dio. Además apreciamos la aparición de la denominación Canadá.
Otra muestra, ya en América del Sur, la podemos encontrar en las actuales islas Malvinas, que aquí se llaman islas de Sansón. Aunque parece que el primero en situarlas en un mapa fue Diego Ribero en 1529, treinta años después Gutiérrez mantiene esta denominación.
Propio también de la cartografía inicial de cualquier tierra recién «descubierta» es la imprecisión en los límites, como ocurre aquí, ya que une la parte norte del continente con Groenlandia.
Aspectos conocidos
Esta representación ofrece características similares a otras de su época histórica, tales como los dibujos de monstruos marinos, sirenas, tritones y el dios del mar (Poseidón).
Igualmente encontramos ilustraciones sobre temas conocidos en el nuevo continente, como la imponente altura de los patagones.
Para concluir
Este mapa es extraordinario porque muestra, a modo de foto fija, cómo se veía el continente y los mares que lo circundan a mitad del siglo XVI, y contiene además representaciones valiosísimas, como el naufragio dibujado cerca de las Bermudas (como si se adelantara siglos al fenómeno tan conocido hoy de la desaparición de barcos y aviones). Sabemos que además fue utilizado en varias ocasiones como prueba en dos disputas fronterizas en América del Sur.
Es poco conocido en España porque las únicas dos copias existentes están en las bibliotecas nacionales de Gran Bretaña y de Estados Unidos.
Más información
HEBERT, John. El mapa de América de 1562. Library of Congress, 2000.
PULIDO RUBIO, José. El piloto mayor de la Casa de la Contratación de Sevilla: Pilotos mayores, catedráticos de cosmografía y cosmógrafos. Madrid: CSIC, 1950.
Muy bueno el articulo. A mi me parece que al ritmo que va la Historia 1562 fue ayer. Se comprende bien que, entonces, cuando se hicieron estas cartas, se adornasen con animales monstruosos, sirenas y demás. Los egipcios, precursores de la navegación por el Nilo, contrataban al parecer a otros cuando tenían que transportar sus mercancías por el Mediterráneo. Y aún fenicios, cartagineses y romanos procuraban navegar en los meses de verano. Y de pasar nuestro Estrecho de Gibraltar, nada de nada. De ese temor nació la frase de «vivir no es necesario , navegar si lo es» atribuida a Pompeyo para arengar a sus marineros que no querían salir a la mar, por el mal tiempo, con suministros vitales para Roma.
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Recibido, muy bonitas las frases y muy adecuadas con la temática. Un saludo.
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Estimada Celia , tu trabajo se ha colgado en la página web de la Asociación Española de Militares Escritores (AEME) a cuya Junta pertenezco. Les han gustado mucho tanto este articulo como otros anteriores que les mandé. Es muy importante lo que estáis haciendo en el Blog.
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[…] sirena en el mapa de D. Gutiérrez (s. […]
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[…] Mapa del continente americano de Diego Gutiérrez (1562). Fuente […]
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