Fue un importante y antiguo lago situado en la costa este del Pacífico, entre los Estados Unidos y México. Hoy es un desierto, pero todavía son visibles los restos geológicos y arqueológicos de lo que antaño fue.
La formación del lago
Se formó cuando la cuenca salida del río Colorado varió de dirección y, en lugar de dirigirse hacia el antiguo mar de Cortés (hoy golfo de California), cambió su rumbo a la izquierda, hacia una cuenca que tenía una gran profundidad, de casi 80 metros. En su máxima extensión llegó a tener 180 km de largo y 50 km de ancho. Su cuenca contaba con una superficie de unos 5.500 km2 y un perímetro de más de 400 km de costa. Según las pruebas de radiocarbono realizadas en huesos de pescado allí hallados, el lago Cahuilla existía desde antes del año 1200.
Recibe su nombre del pueblo aborigen que allí vivía. En él pescaban y recogían plantas acuáticas como el carrizo, los juncos o la espadaña (imagen inferior).
En sus inicios se formó un lago interno con agua salobre, mezcla de la del río con la del mar, pero con el tiempo casi todo era de agua dulce. El caudal fluvial en ciertas épocas descargaba al lago y en otras al golfo de California, por lo que el nivel lacustre subía o bajaba indistintamente. El flujo de agua variaba mucho, según la cantidad y duración de las avenidas. Con el paso del tiempo, el fondo del lago se fue elevando por la acumulación de sedimentos, hasta que el agua terminó saliendo hacia el golfo. Estas condiciones continuaron durante siglos, lo que es fácil de apreciar al ver todavía conchas de moluscos de agua dulce, tanto en el suelo como en las incrustaciones en los sedimentos arcillosos.
Casi todos los restos biológicos encontrados son del pez charalito elegante (Gila elegans), en la imagen inferior de la izquierda, y el matalote jorobado (Xyrauchen texanus), a la derecha. Otros que también vivían en el lago eran la lisa, Mugil cephalus y Elops affinis.
Grupos humanos que habitaban en sus orillas
En sus costas se encontraban grupos que vivían de la pesca y captura de moluscos, pero cuando el lago se secó ya no pudieron sobrevivir y solo quedaron sus vestigios. Aparte de la tribu que le dio nombre, también estaba poblada por los kumiai y los cucapás.
Estos pueblos construían unas trampas para peces de roca que estaban formadas por paredes semi-circulares hechas con piedras, con forma de «v» o de «u». Estos artefactos, en algunos casos, ocupaban superficies de varios centenares de metros cuadrados. Se han hallado restos materiales de esta técnica en las orillas de la costa antigua, pero todavía no están muy claros ni su uso, ni su estructura completa (en la imagen inferior izquierda se puede ver a un investigador descubriendo una de ellas). Los pescadores las situaban en las zonas del lago que se mantenían con agua, por lo que poco a poco, y al ritmo en el que este se secaba, fueron desapareciendo.
Los cucapás usaron este tipo de trampas en otros lugares ribereños, haciendo uso de tallos de plantas como el carrizo (similar a las de la imagen superior de la derecha). Con la marea alta, al subir las aguas y con ellas los peces, éstos entraban por las puertas y podían ser atrapados, cerrándolas con redes o cercos del mismo material.
Se desecó
Sin embargo, en una época indeterminada el río dejó de aportar agua y poco a poco el lago se fue secando. No tenemos, por ahora, fechas de cuándo pasó a ser sólo una cuenca seca.
En 1905, por un error humano en la construcción de unos diques, una crecida del río Colorado desvió su curso hacia el valle antes ocupado por el Cahuilla, formando el lago Salton (Salton Sea) que cubre aproximadamente la sexta parte de la cuenca original. Durante las décadas siguientes el lago aumentó de tamaño por los aportes de agua procedentes de las nuevas tierras cultivadas. En la actualidad tiene aproximadamente unos 50 km de longitud y 13 metros de profundidad máxima.
Para acabar
La superficie del lago Salton está a 70 metros por debajo del nivel del mar, porque ocupa un valle previo dejado por el lago anterior, que, además, está situado en plena falla de San Andrés.
A pesar de su desaparición, la memoria del Cahuilla ha quedado grabada en los depósitos de sal, en los restos arqueológicos y en los relatos de los nativos. Un importante patrimonio marítimo lacustre que debemos conocer y apreciar.
Más información
COCKERELL, T. D. A. The Age of Lake Cahuilla. Science, 1946, 103, 2669, p. 235.
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ROCKWELL, Thomas K., et al. The late Holocene history of Lake Cahuilla: Two thousand years of repeated fillings within the Salton Trough, Imperial Valley, California. Quaternary Science Reviews, 2022, 282, p. 107456.
SCHNEIDER, Joan S., et al. On the Shores of Silver Lake, Mojave Desert, California: Late Holocene Shoreline Features and Functional Hypotheses. California Archaeology, 2017, 9, 2, p. 259-291.
WATERS, Michael Richard. Lake Cahuilla: late quaternary lacustrine history of the Salton Trough, California. Trabajo Fin de Máster. Universidad de California, 1980.
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