Si existe una embarcación característica en el Mediterráneo, fácilmente identificable por sus formas y sistemas de avance, esa es la galera. En este blog hemos dedicado numerosas entradas a explicar su origen, construcción, formas, tripulación y navegación, entre otras muchas. También hemos comprobado que estas contribuciones han generado mucho interés en los lectores, lo que nos hizo plantearnos la necesidad de compilar el conocimiento generado entre los miembros de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval acerca de estas impresionantes naves. Fruto de ello es esta monografía:
La galera fue durante varios siglos una de las máquinas de guerra más importantes para el mantenimiento del poder naval de reinos y repúblicas en el Mediterráneo. A pesar de su importancia histórica y de que las españolas fueron probablemente de las más avanzadas, de las mejor construidas y armadas, éstas no han sido muy estudiadas, ni muchas de sus fuentes analizadas. Aunque existe cierta historiografía, que en los últimos años se ha incrementado, en lo referente al tema técnico de la arquitectura y la navegación es escasa.
Para dar forma a las galeras no había planos, sino que se utilizaba el gálibo maestro como plantilla, o sistema básico, que define las dimensiones a partir de su número de bancos, con una interescalamia de 1,20 m (que determinaba la parte de la eslora correspondiente a la cámara de boga), y el número de remeros por banco (que marcaba la manga). Definidas las dimensiones de la cámara de boga, se les sumaban la longitud de la popa, de la corulla y del tamborete, obteniendo una embarcación tipo de unos 26 m de eslora sobre la cubierta y unos 3,7 m de manga.
Hubo galeras de diferentes tamaños, tales como las capitanas, patronas, grosas, bastardas, bastardelas, medianas, sutiles, ordinarias, entre otras, pero no hay homogeneidad en las medidas de cada tipo hasta la segunda mitad del siglo XVII. También se van construyendo más naves de la familia de las galeras, tales como la galeota (galera más pequeña), y otras como la fusta, el bergantín y la fragata. La de mayor tamaño era la galeaza, una modificación de la galera de mercancía, que se estrenó en Lepanto, y que marcó el cenit de éstas como buque de guerra en el Mediterráneo.
El éxito de estas embarcaciones rémicas fue tal que muchos reyes y gobernantes quisieron contar con expertos carpinteros de ribera en sus astilleros y arsenales. Esto provocó una migración profesional de maestros de un lado al otro del Mediterráneo, con una técnica común que terminó creando una cultura de construcción naval que iba más allá de la fabricación de naves. Incluía medidas muy parecidas, prácticamente las mismas herramientas, un gran secretismo sobre las técnicas de construcción y un lenguaje común, la lengua franca marinera mediterránea, extendida a ambas orillas del Mare Nostrum, que hablaban no sólo carpinteros y calafates, sino también los navegantes y comerciantes. Hoy podemos encontrar rastros de ella en cada una de las lenguas de los distintos países ribereños. En español, por ejemplo, tenemos voces como azuela, betún, calafate, estopa, gálibo o garlopa, procedentes de esta antigua forma de comunicación marítima.
La técnica que había sido común en los países ribereños del Mediterráneo se traspasó a América. Allí estos conocimientos se mezclaron con los de los constructores aborígenes del nuevo continente. Además, las maderas americanas y asiáticas recién descubiertas enriquecieron el acervo con el que éstos contaban, favoreciendo una fábrica naval más diversa.
Para completar este análisis, en el desarrollo de los capítulos, se han realizado más de 120 dibujos que representan no sólo las piezas más importantes de esta embarcación sino, sobre todo, su arquitectura, es decir, la forma, acoplamiento y función de cada una de ellas, así como su arboladura. Todos son inéditos y se han realizado a partir de la información recogida e interpretada en la documentación de archivo, junto con las representaciones iconográficas de época (cuadros, frescos y bajorrelieves, entre otros). Ha sido Antonio Soler Pagán, delineante y miembro de la Cátedra de Historia y Patrimonio Naval, quien ha llevado a cabo los dibujos que ilustran este libro, al que agradecemos su paciencia ante los innumerables bocetos que le presentamos y las múltiples modificaciones que posteriormente le propusimos que llevara a cabo.
Por desgracia, uno de los autores ya no está entre nosotros, porque falleció en el año 2020. El Dr. Pedro Fondevila fue el adelantado en esta línea de investigación en la Cátedra, y nos contagió su entusiasmo e interés. Este texto también queremos que sea un sentido homenaje, en reconocimiento a todo el trabajo que desarrolló en la búsqueda incansable de otorgarle a las galeras el papel preponderante que se merecen tener en nuestra Historia Naval.
FONDEVILA-SILVA, Pedro; CHAÍN NAVARRO, Celia y SÁNCHEZ BAENA, Juan José. Las galeras españolas en la Edad Moderna. Evolución, arquitectura y navegación. Madrid: Editorial Silex, 2023.